«¿Qué vino me recomiendas?». Tras haber estudiado Hostelería en su Buenos Aires natal, Valeria Gamper deseaba dar respuesta a la pregunta que más a menudo le hacían los viajeros a los que atendía como camarera en el Four Seasons Hotel. Corría el año 2008 cuando decidió formarse en el Centro Argentino de Vinos y Espirituosas como sumiller, una carrera «entonces muy desconocida» entre los grandes establecimientos de la capital argentina. En 2023, tres años después de haberse mudado a Noáin, cogió un billete de avión a París para participar en el Mundial de Sumilleres. Logró el sexto puesto entre 68 participantes.
Después de formarse dos años en Argentina, visitó por primera vez las grandes bodegas y ciudades de España, Francia, Portugal… «Quería poner en valor mis estudios porque a Argentina no llegan muchos vinos y, si se importan, elevan mucho su precio», explica a Navarra Capital. Ya de vuelta en la ciudad porteña, trabajó en «un restaurante vasco y en el emblemático Cabaña Las Lilas«, al tiempo que seguía en su preparación.
«Mientras más sumilleres haya en Navarra, habrá mucha más repercusión en el atractivo de la escena local. Se venderá más y mejor»
En 2012, una de sus profesoras le recomendó presentarse al concurso de Mejor Sumiller de Argentina, que engloba dos tipos de pruebas. Por un lado, se realiza una «exhaustiva» prueba teórica que consta de un cuestionario escrito, con preguntas tipo test y a desarrollar o una cata escrita de vinos. Los mejores pasan a una ronda final, donde cada concursante debe realizar ejercicios como una cata oral de vinos; identificar errores en una carta; distinguir destilados, licores y bebidas; o realizar la decantación y el servicio de una botella de vino. Todo ante un jurado profesional. «En aquella primera ocasión, y para mi sorpresa, quedé en segundo lugar. En las dos ediciones siguientes me clasifiqué cuarta y segunda de nuevo. Decidí intentarlo una última vez en 2019 y fue el año en el que logré el primer puesto. Entonces ya era mamá y había decidido con mi marido, que es de Barañáin, mudarnos a Navarra en 2020″, relata Gamper. El aterrizaje en la Comunidad foral le sirvió de aliciente para iniciar un proceso de conversión profesional, al tiempo que el sector hostelero se recuperaba tras el impacto inicial de la pandemia.
En 2022 vio los primeros frutos de su trabajo. Inició una colaboración con El Molino de Urdániz, al tiempo que le llegó un nuevo desafío en la alta competición de sumilleres: el certamen de Mejor Sumiller de las Américas, organizado por la Association de la Sommellerie Internationale (ASI): «Es una de las tres competiciones continentales que existen, a la que se suman la de Europa y África, así como la de Oceanía y Asia. Cuando me convocaron, me preparé lo que pude, aunque nunca es suficiente. No podía creerlo cuando conseguí ser primera».
El galardón le aseguró una plaza en el Mundial de Sumilleres. Con más de 50 años de historia, esta competición internacional se lleva a cabo cada tres años. En 2023, 68 competidores de 65 países se dieron cita durante una semana en París, en la que alternaron las pruebas y masterclasses con profesionales de prestigio en el sector. «Sabíamos que se trataba de separar los buenos de los muy buenos y de los excepcionales. Al final, todos éramos los mejores sumilleres de nuestros países», valora.
La preparación de Gamper requería empezar «a las cinco de la mañana» y cumplir a rajatabla un calendario de estudios y entrenamiento: «Hay que manejar cuestiones muy internas también, que requiere un trabajo a nivel personal. Y hay competidores que viajan con psicólogos y masajistas». Así, tras enfrentarse a la totalidad de los candidatos, logró clasificarse entre los diecisiete sumilleres que alcanzaron la semifinal. «En esa parte del concurso trastabillé en algunas pruebas. Pero finalmente quedé sexta, es decir, a dos personas de alcanzar la final. No esperaba llegar tan lejos», narra con orgullo.
ENTRE CATAS Y ASESORÍAS
En la actualidad, Gamper ofrece distintos servicios en la Comunidad foral. Por un lado, se dedica a la asesoría de negocios hosteleros y a la capacitación del personal. «Es muy importante la gestión de cava porque es muy rentable para los restaurantes. Un tique entre una mesa y otra está muchas veces más determinado por la bebida que por la comida. Pero también es cierto que no todos los negocios pueden permitirse tener un sumiller en su plantilla. Por eso, trabajo en crear propuestas diferenciadoras que permitan a un negocio ganar visibilidad y prestigio, así como generar una bodega asequible», especifica.
Al mismo tiempo, coordina catas particulares y formaciones de nuevos sumilleres. En este último punto, por ejemplo, coordinó el Programa Superior en Sumillería y Enoturismo de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Navarra. «El sector del vino en Navarra se puede beneficiar mucho si las personas que trabajan en la hostelería se forman y conocen esta parte tan importante de la gastronomía local. Mientras más sumilleres haya, la escena local será más atractiva y se venderá más y mejor», defiende.
EMBAJADORA DE ‘STAR WINE LIST’ EN ESPAÑA
Entre sus últimos hitos profesionales, Gamper fue seleccionada por la reconocida revista del sector Star Wine List como su más reciente embajadora en España. De ahí que elaborase una guía conformada por cuatro bares y restaurantes de vino en Pamplona y Navarra: El Retrogusto es Mío, Kabo, Enekorri y El Molino de Urdániz. «Por supuesto, hay muchos más restaurantes que llevan a cabo un buen trabajo, pero estos son los que, a mi juicio, hacen un tratamiento más interesante de los vinos», señala al tiempo que comparte su más alta aspiración: tener su propio winebar.