Hernán Barreto bajó las escaleras de su casa y cruzó la puerta del bar Flavia, que ocupa la planta baja del edificio en el que vive en la calle Julián Arteaga de Pamplona. Pidió un café y, con el sonido de la cafetera de fondo, sus ojos se desviaron hacia un cartel que decía «cierre por jubilación». La mujer que hasta entonces regentaba el local buscaba sustituto y Hernán vio la oportunidad que tantas veces había imaginado en su Argentina natal.
Dicho y hecho, se convirtió en el relevo al frente del histórico bar pamplonés y, junto con su familia, alquiló y remodeló el establecimiento en solo un mes. Una tarea que le resultó sencilla gracias a la experiencia acumulada tras haber trabajado en el área de Mantenimiento de Oberena y en Comercial Hostelera. Así, el nuevo bar Flavia reabrió sus puertas el pasado 8 de marzo. «Es mi primera experiencia en el sector hostelero, pero tenía muchas ganas de embarcarme en ella. Cambiamos la madera del mostrador y los letreros, y pusimos luces nuevas para darle un toque más moderno. Los vecinos del barrio están contentos porque cada vez hay menos movimiento en la zona», detalla este argentino de 48 años.
El local no perderá su esencia y mantendrá la oferta de pinchos tradicionales que lucía tras el mostrador cada día: tortillas, bocadillos vegetales, chistorra… Sin embargo, Hernán y su familia han apostado por añadir su esencia argentina a la propuesta gastronómica. En concreto, los clientes podrán encontrar empanadas criollas, choripán, milanesas, medialunas con dulce de leche e incluso fernet argentino.


Hernán ofrecerá platos argentinos típicos como milanesas, choripán, empanadas o medialunas con dulce de leche.
«Es muy bonito que las personas acudan en busca de nuestra gastronomía, les encanta probar algunos de nuestros platos típicos», reconoce emocionada Abigail, de 18 años, que ayudará a su padre junto a sus hermanos, Sofía y Lautaro. «En Buenos Aires siempre hablábamos de un proyecto como este, pero parecía muy lejano y todavía estamos asimilando todo lo que ha pasado», agrega.
De cara al futuro, la familia Barreto intentará ampliar la terraza y su clientela atrayendo también al público joven. Un objetivo para el que los hermanos ya están dinamizando las redes sociales del establecimiento. De la misma forma, aunque son conscientes del gran paso que han logrado, a largo plazo sueñan con regentar un establecimiento más grande, con cocina y barbacoa para asados argentinos. «Esperamos disfrutar detrás de esta barra durante mucho tiempo, es la manera perfecta de comenzar a andar», concluye Hernán.