El pasado sábado 1 de septiembre las Bodegas Ochoa de Olite sorprendieron a sus casi 300 visitantes con una divertida jornada de fiesta. Fue un día especial en el que la familia bodeguera quiso compartir el homenaje a su antepasado Adriano Ochoa, de la cuarta generación.
Además del sol y el calor, a los allí reunidos les esperaban un sinfín de actividades amenizadas con música en directo con Bandada Oficial, tales como la pintura de un mural en vivo a cargo de la artista de Tafalla Leire Olkotz, la animación para los más pequeños de la mano de ‘Nannys Express’ y, como no podía ser de otra manera, las ‘obligadas’ catas de uvas, vino y aceite.
En esta ocasión, las hermanas Beatriz y Adriana recibieron a sus invitados para acompañarles en las tradicionales visitas a la bodega, a las que se sumaron dos muy especiales (a cargo de ‘En Rumbo Teatro’), en las que el abuelo Adriano explicó cómo trabajaban la viña en su época. A lo largo de las visitas, Adriano fue añadiendo pequeñas notas que amenizaron a los asistentes “haciéndoles conocer el ADN de una Bodega que lleva en su marca la innovación y el objetivo de hacer vinos de la máxima calidad, ricos y sanos bajo la firma Ochoa”.
El domingo, Bodegas Ochoa volvió a estar presente en la Fiesta de la Vendimia de Olite, organizada por la Cofradía del Vino de Navarra. Esta celebración tiene lugar cada año para dar comienzo a la recogida de la uva en Navarra. Javier Ochoa, quinta generación y cofrade número 1, analizó el mosto pisado por dos jóvenes del pueblo de Tempranillo ecológico. Tras su discurso comenzó la degustación de los vinos de las 28 bodegas presentes. Para la cata se descorcharon 54 botellas de MdO Moscato de Ochoa, que se terminaron en poco más de media hora y se siguió con Ochoa Calendas Blanco y el último vino lanzado por la bodega 8A La Foto de 1938.