En las últimas décadas se han logrado grandes avances en materia de salud que se traducen en un significativo avance de la esperanza de vida, en buena parte gracias a la mejora de las condiciones higiénicas y sanitarias que han permitido reducir la mortalidad infantil y materna. Sin embargo, se necesitan más esfuerzos para erradicar por completo una gran variedad de enfermedades y abordar un gran número de problemas de salud, entre los que destacan por su singular problemática los relacionados con la discapacidad y, especialmente, los que afectan a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Por ello, la ONU ha incluido, entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, con el número 3, el de “garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”.
Otro de los ODS, el que tiene asignado el número 10 y que busca reducir la desigualdad en y entre los países, tiene una estrecha relación con el anterior, porque el acceso al sistema sanitario que disfrutamos en Occidente no existe o es muy precario en las regiones en desarrollo. Esa desigualdad hace no solo que el tratamiento y atención de quienes padecen discapacidades y otras dolencias crónicas quede relegado ante enfermedades, epidémicas o no, que suponen problemas de salud que requieren solución urgente. También se pone en evidencia en las dificultades de integración e inclusión social de las personas con discapacidad, sobre todo intelectual, que en muchas ocasiones se basa en prejuicios que ocultan sus capacidades.
Acto de presentación de la carrera solidaria de ANFAS.
Navarra Capital viene publicando, en colaboración con Laboral Kutxa, una serie de reportajes dedicados a la difusión de buenas prácticas en relación con los ODS por parte de entidades o empresas. En el caso que nos ocupa son numerosas las asociaciones que trabajan en la defensa de los derechos de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y sus familias, al tiempo que intentan sensibilizar y concienciar a la sociedad para que sea más inclusiva y solidaria. Entre todas ellas destacamos la labor de ANFAS por ser pionera, fue constituida en 1961, y por poner en marcha iniciativas como la que tendrá lugar en Pamplona este domingo, 9 de octubre: la IX Carrera Solidaria Navarra (#Casolina), que organiza junto a Laboral Kutxa y Rock the sport, con el apoyo de Tasubinsa, Renoven y Navarra Capital. Además de suponer un incentivo económico para ANFAS, también busca concienciar a la sociedad de que es necesario realizar un mayor esfuerzo para conseguir la integración de las personas con discapacidad intelectual.
Eduardo Elizalde: “El que se apunta sabe que los doce euros que cuesta la carrera son directamente para ANFAS”.
“El dato más relevante de la carrera es que es una iniciativa solidaria al 100 %. Esto quiere decir que todo el dinero recaudado íntegramente va para la asociación. El que se apunta sabe que los doce euros que cuesta la carrera son directamente para ANFAS”, destacó Eduardo Elizalde, director de Zona en Laboral Kutxa, en la presentación de la novena edición de la #Casolina.
Desde ANFAS se alude a la doble finalidad que tiene la carrera: “Es un evento donde trabajamos todos por un mismo fin: reivindicar los derechos y apoyos necesarios que requieren las personas con discapacidad intelectual. Y, por otro lado, buscamos que la sociedad incluya a las personas con discapacidad como una parte más. Buscamos crear una comunidad inclusiva mediante la visibilidad que tiene la carrera, tanto en el propio día, como la repercusión y difusión que logra en los medios de comunicación”, explica Roberto Pérez, presidente de ANFAS. 
PRUEBA SOLIDARIA Y RETO DEPORTIVO
Los organizadores se muestran convencidos de que va a mantenerse el respaldo popular a su iniciativa. En las ocho ediciones anteriores han participado un total de 9.246 personas y se han recaudado más de 116.000 euros que han financiado parte del funcionamiento y actividades de la Asociación. Tras la pandemia, que obligó a poner en marcha un formato digital, en esta ocasión los y las participantes disponen de dos recorridos, de cinco y diez kilómetros, que incluyen puntos céntricos de nuestra milenaria ciudad. Tiene el doble aliciente de ser una prueba solidaria y un reto deportivo, puesto que el kilometraje está reglado y cronometrado con chip. Se mantiene la carrera virtual, que abre la posibilidad de colaborar desde cualquier punto del planeta. Para ello es necesario descargar la aplicación Rockthesport Virtual. Y también existe el Dorsal 0 para quienes únicamente quieran aportar una donación. Las personas interesadas pueden inscribirse a través de este enlace.
