Una pasión, un sueño y un gran desafío. Estos tres factores tejen la historia de Vitori Hernández, quien hace nueve años decidió fundar su propio negocio. Y lo hizo bajo el nombre Intrepit, pues todo soñador tiene algo de «intrépido»… Después de superar un 2024 «fantástico», la firma de Murchante afronta 2025 con un horizonte repleto de ilusiones.
Nada más cruzar el umbral de sus oficinas, aflora un singular detalle. Una vieja máquina de escribir adorna la entrada del local. Enseguida comprenderemos que, además de una preciosa reliquia, para nuestra protagonista significa mucho más. Observamos con atención sus teclas, desgastadas por el paso del tiempo, e inmediatamente nos vemos inmersas en una atmósfera de nostalgia. Parece que el reloj se detiene en este preciso rincón del mundo. «Mi padre tenía muchas máquinas de escribir y varios ordenadores. Siempre quise saber cómo se usaban», rememora imaginándose de nuevo toqueteando aquellos artefactos.
Algo en su cabeza hizo clic (nunca mejor dicho) cuando, en segundo de Bachillerato, aprendió programación. De pronto, la sala de ordenadores se convirtió en un universo lleno de posibilidades. Pantallas, cables, algoritmos… Su mundo comenzó a adquirir un nuevo significado. Por eso decidió estudiar Administración de Sistemas Informáticos en el Centro Integrado Politécnico ETI de Tudela. «Me encantaba lo que hacía… y me sigue encantando», recuerda con una sonrisa.
Al finalizar su formación, desarrolló su trayectoria profesional en Alstom Power, Ingeteam y una importante cooperativa agroalimentaria. «Fueron tiempos de muchas experiencias, muchos viajes… Durante aquellos años comprendí que la informática es una herramienta clave que hay que adaptar a cada empresa», defiende con firmeza.
PARAR PARA PENSAR
De repente, Vitori llegó a un importante punto de inflexión: «A veces hay que parar para pensar. Soy una firme defensora de la salud mental. Hay que coger aire, respirar y escucharte». Así, decidió «tomarse un respiro» y descansar en un «parón» que duró tres meses. Aquella pausa fue clave: no solo le sirvió como desconexión, sino también como reconexión.
Pronto encontró una respuesta contundente a las preguntas «¿qué quiero hacer realmente?, ¿dónde me veo?, ¿cuál sería mi empleo ideal?». «Entendí que era el momento de potenciar el espíritu emprendedor que había en mi interior. Y fundé mi propio negocio con una idea clara: hacer de la informática algo amable, que se adaptara a las empresas y que no obligase a entender cosas imposibles. Si entiendes lo que puede hacer la informática por ti, y no al revés, interiorizarla y asimilarla es muy fácil».
Bajo esa premisa nació Intrepit, una compañía especializada en soporte técnico personalizado, análisis de datos, ciberseguridad, marketing digital y cloud computing. «Integramos herramientas como Google Workspace o Microsoft 365, pero siempre desde una asesoría y un estudio individuales. Damos a cada cliente lo que necesita para ser y crecer», desgrana.

Intrepit recibió el año pasado el ‘Premio 2024 a la Pyme más Involucrada’ concedido por Women4Cyber Spain.
En esta nueva aventura (y también en el día a día), el apoyo de su familia está siendo «fundamental». De hecho, se reúne cada mañana con su padre y su hermano para tomar un café antes de comenzar su jornada laboral. «Ese cafecito juntos es sagrado», apostilla entre carcajadas antes de profundizar en sus inicios como emprendedora: «Tenía ideas, pero quería darles forma. Fui a cursos de emprendimiento y me dije a mí misma ‘o te lanzas o no aprendes’. Y me lancé. Conseguí un primer cliente que, nueve años después, sigue confiando en la empresa», constata antes de dar las gracias Congelados Ariza y a Distribuciones Topero por su apoyo.
UN TOTAL DE 200 CLIENTES
Su padre poseía un local vacío, así que reformó el espacio y habilitó allí su oficina. ¿El desafío? Hacer entender a sus clientes esa necesidad de disponer de una «informática amable». «Tenía la sensación de que, muchas veces, a las pymes les brindan servicios estándar. Lo lógico es buscar herramientas que se adapten a cada modelo de empresa. Si explicas bien qué puedes ofrecer, van a entenderlo. Por eso en Intrepit prescindimos de tecnicismos», explica Vitori.
«Nos montamos en el coche y nos ponemos el cinturón de forma automática. En términos de ciberseguridad, debemos pensar y actuar igual»
Tras nueve años de trayectoria, son 200 los clientes que hoy confían en la firma murchantina, la mayoría navarros. Con tres profesionales en plantilla, Intrepit elabora planes de continuidad de negocio, implementación de ciberseguridad, control de equipos y actualizaciones y chequeo de usuarios con acceso al sistema.
Precisamente, la ciberseguridad es uno de los puntos clave de Intrepit: «Solemos introducir datos en Internet. Pero, ¿sabemos realmente lo que estamos haciendo? Hay que ser conscientes de nuestras acciones. Todos nos montamos en el coche y nos ponemos enseguida el cinturón, casi de forma automática. En términos de ciberseguridad, debemos pensar y actuar igual. Es decir, debemos entender que es primordial para todas las empresas, grandes o pequeñas», agrega.
Vitori también es asesora de ciberseguridad en la comunidad de emprendedores Tetuan Valley. En este sentido, proporciona asesoramiento en materia de seguridad informática a las startups que forman parte del programa Incibeemprende. Pero eso no es todo. Además, ejerce como embajadora en Women4Cyber Spain en Navarra, La Rioja y Aragón, una asociación que «conecta e inspira» a las mujeres en el ámbito de la ciberseguridad con el apoyo de gigantes como Google, WatchGuard o SAS.
A modo de reconocimiento por su trayectoria, Intrepit recibió el ‘Premio 2024 a la Pyme más Involucrada’ que concede Women4Cyber Spain. El motivo: «ser un aliado en la misión de avanzar hacia un futuro digital más seguro». El galardón, que preside la entrada de la oficina, provoca una sonrisa de satisfacción en el equipo cada vez que lo contempla. Orgullosa, Vitori lo sostiene entre las manos para que podamos observarlo de cerca: «Nos hace muchísima ilusión. Al ser mujeres en un ámbito masculinizado, siempre emociona recibir un reconocimiento como este».
Y es que promover la presencia femenina en el sector tecnológico es una de las principales misiones de la compañía murchantina. «Intrepit es un fiel reflejo de lo que busco y de lo que soy. Creo en las mujeres dentro del mundo de la informática, creo en nuestra visión y concepto, creo que somos intrépidas y que es necesaria nuestra mirada en el sector. Intrepit, en el fondo, es el reflejo de esa mirada», concluye.