Atrás quedaron los días de la caña rápida en vaso de toda la vida. En muchos bares ahora te la traen servida en una copa de vino. Redonda. De cristal fino. Y tú la miras. Ella te mira a ti. Y ambos os preguntáis qué está pasando.
De pronto ahí estás, sujetando la copa con dos dedos como si fueras a brindar en una entrega de premios. Intentas darle un sorbo con dignidad, pero sientes como si estuvieras traicionando a todas esas jarras congeladas que te acompañaron durante años. Quizá pienses (o tal vez no) que la situación es similar a vestirse con esmoquin para comerte un bocata de calamares. ¿Postureo cervecero? ¿Una moda más? ¿Otra manera de complicar lo sencillo?
Desde Vanity Capital hemos preguntado a establecimientos de aquí y de allá para recopilar información sobre esta tendencia. Y todos ellos están de acuerdo en algo: esta moda (guste más o guste menos) ya existía antes, pero comenzó a coger fama hace poco más de un año.
ELEGANCIA Y SOFISTICACIÓN
«Hay clientes que aseguran que la cerveza sabe mejor en copa. En nuestro local, poca gente la bebe en vaso», apunta Maira Apesteguía, camarera en Chelsy GastroBar, ubicado en el barrio pamplonés de Iturrama. Al igual que otros compañeros del sector, expresa que «a la vista se percibe más bonito y más elegante».
Por el contrario, Fermín Iriarte, de la hamburguesería Gastro Okei Errialde de Villava, subraya que en su establecimiento son pocas las personas que piden cerveza en copa de vino. «Creo que la idea es, tal vez, que parezca una bebida algo más sofisticada. Pero hay quien prefiere la jarra de toda la vida», sostiene.
En la calle Aoiz de Pamplona se ubica La Barra del Goloso, especializado en platos y tapas de cocina mediterránea. Bernardo Pérez, responsable del local, defiende que «eso de beber cerveza en copa empezó hace más de una década», aunque es cierto que, desde hace algo más de un año, cada vez hay más gente que se une a esta tendencia. «Es un formato más elegante. El cristal es más fino y la cerveza sabe diferente. Pero sigue habiendo quien prefiere el vaso de toda la vida. Es algo que funciona por gustos», puntualiza para acto seguido remarcar que, últimamente, la copita de vino blanco con hielo también está «muy de moda».
¿Copa? ¿Jarra? ¿Vaso de plástico en una fiesta? Bueno, qué más da. Todo es puro decorado. Porque tú y yo sabemos que, al final, lo importante no es el recipiente. Es, simplemente, que la cerveza esté fría.