miércoles, 2 abril 2025

La pamplonesa que potencia el crecimiento de las mayores farmacéuticas del mundo

Quería ser presidenta de España, pero la consultoría terminó guiando su camino. Después de trabajar como 'au pair' en Edimburgo, sintió la llamada de vivir en el extranjero. Así que, tras adquirir experiencia en Christian Salvesen, fichó por Kearney, donde trabaja desde hace catorce años. Hoy es responsable global de 'Healthcare and Life Science' en una firma que da servicio a ocho de las diez mayores farmacéuticas del mundo.


Pamplona - 28 noviembre, 2024 - 05:58

Bellostas es responsable global de 'Healthcare and Science' en la consultora británica Kearney. (Foto: cedida)

La villavesa la transportaba hasta la avenida de Sancho el Fuerte de Pamplona. Aterrizaba allí con una sonrisa de oreja a oreja, dispuesta a disfrutar de una tarde entrañable junto a sus primos y amigos. A unos metros de la parada de autobús, correteaban alegres por la calle. «¡Ya estoy aquí! ¿A qué jugamos hoy?», les saludaba Paula Bellostas. Un poco más allá, podía escucharse el murmullo de unas cuentas que nuestra protagonista conocía bien. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve… ¡Y diez! A toda prisa, se escondía donde podía, debajo de un banco o detrás de una pared. Cuando el escondite les aburría, era hora de saltar a la goma o de dejar volar la imaginación construyendo cabañas con palos y piedras. «Esas cosas pequeñas se me han quedado grabadas. Encontraba una felicidad extrema en la sencillez», reconoce a sus 44 años.

Aquella niña risueña tenía un ambicioso sueño: ser presidenta del país. No llegó a cumplirlo, pero tampoco le importó demasiado. Estaba segura de que el mundo le deparaba una infinidad de «cosas maravillosas». Y así fue.

Se le daban bien las ciencias, pero sentía devoción por el mundo de las letras. Ahí entró en juego el eterno dilema: ¿cabeza o corazón?, ¿razón o pasión? Siempre se ha creído que el ámbito de los números ofrece mayores oportunidades profesionales, así que, siguiendo los consejos de los adultos, se decantó por él. En su tiempo libre, sin embargo, volcaba su desbordante imaginación en poesías y relatos. Cuando el deseo de ser presidenta se quedó atrás, florecieron otras profesiones que también captaban su atención: medicina, arquitectura… «Al final, ganó la que no tenía que haber ganado: Ingeniería Industrial«, expresa entre carcajadas.

SALIR DE LA BURBUJA

Al aterrizar en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), su vida académica dio un giro. «Pasé de ser la listilla de la clase en el colegio a suspender todo el primer año de carrera. Tenía la sensación de ser una pésima ingeniera, pero estar en las trincheras me vino bien», asiente. De aquellos años recuerda con especial cariño las carpas universitarias. De hecho, en una ocasión se encargó de su organización y, durante el evento, el grupo navarro Tahúres Zurdos cantó Llueve, uno de sus hitos musicales: «Justo en ese momento empezó a chispear. Fue un momento mágico».

Mientras sacaba adelante la carrera, decidió marcharse al extranjero. Quería cambiar de aires. Así que viajó hasta Edimburgo, donde en paralelo trabajó como au pair cuidando de una niña de tres años. «Nunca había salido de casa ni me había separado de las faldas de mi madre. Mis padres se sorprendieron», rememora.

Aquel viaje lo cambió todo. Tanto es así que no duda en admitir cómo, a partir de ese momento, se reencontró consigo misma. «Salí de la burbuja de Pamplona. Me di cuenta de que quería viajar más y más», apunta para acto seguido remarcar que más tarde tuvo la suerte de disfrutar de un Erasmus en Estados Unidos.

IMPACTAR EN LA SALUD DE LAS PERSONAS

Su primer contacto con el mundo laboral tuvo lugar en Reino Unido. Fichó como Graduate Management trainee por la empresa Christian Salvesen, especializada en logística. Pronto adquirió experiencia en varias áreas: planificación de transporte, desarrollo de negocio… «Los ingleses son muy brutos, les da igual el título o la edad. Si ven que tienes la cabeza bien amueblada, te lanzan a la piscina enseguida», advierte tras recalcar que, durante unos meses, lideró la organización de un almacén con un centenar de personas a su cargo.

«Me asombró el hecho de que nuestro trabajo como consultores pudiera impactar en las personas»

Después de dos años, ocupó el puesto de Commercial Project manager en el Departamento de Estrategia. Fue ahí donde se percató de lo mucho que le atraía el mundo empresarial. Por eso, decidió ampliar su formación con un Master en Business Administration (MBA) por el Cranfield School of Management y, más tarde, se decantó por probar suerte en el ámbito de la consultoría.

La británica Kearney recibió a nuestra protagonista con los brazos abiertos. Han pasado catorce años y sigo aquí, en Londres, ejerciendo como consultora. Y me encanta», constata alegre. Aún guarda en la memoria el primer proyecto del que se encargó, que abordaba el ámbito farmacéutico y sanitario: «Me asombró el hecho de que nuestro trabajo como consultores pudiera impactar en las personas».

Paula colabora mano a mano con diferentes empresas de la industria farmacéutica para impulsar el crecimiento de estas. ¿En qué debe invertir un negocio? ¿Cómo se posiciona respecto a la competencia? ¿Cómo se puede conseguir que los pacientes tengan calidad de vida? ¿Cómo se puede incorporar la tecnología en la medicina? En todos estos interrogantes, la figura de nuestra protagonista es fundamental.

Más tarde, Kearney le brindó la oportunidad de ejercer como responsable del equipo de la firma en Europa, en el área de Healthcare and Life Science. Pero, desde el pasado mayo, sus responsabilidades aumentaron. «Oriente Medio, Estados Unidos… Ahora soy responsable a nivel global», suspira satisfecha al ver su rol en una firma que suma 400 profesionales, posee treinta socios y da servicio a ocho de las diez mayores farmacéuticas del mundo.

SENSACIÓN «DE COMUNIDAD»

Pero el «espíritu colaborativo» de Paula va más allá. De hecho, el pasado año creó una plataforma para ayudar a «rediseñar» la salud de las mujeres. «El sector se olvida de nosotras. La industria no invierte en tratamientos para enfermedades como los ovarios poliquísticos o la endometriosis. La inversión no está llegando a estas necesidades», declara antes de concretar que su iniciativa ya cuenta con el apoyo de 350 compañías.

Justo cuando conversamos sobre esta problemática, una pequeña cabecita se asoma al ordenador e irrumpe en la videollamada. «Hello!», exclama. Se llama Lucía y tiene seis años. Su madre, con ternura, la mira: «Intento recrear con mi hija esa infancia que he tenido y esa sensación de vivir en comunidad. La sociedad londinense es muy individualista».

Pero, además de extrañar a su familia y amigos, Paula echa de menos los famosos garroticos de Beatriz y, sobre todo, las tiendas de chuches. «¡Como puedes ver, me guío por el estómago!», concluye mientras arropa a su hija con un abrazo y, nostálgica, imagina su próxima visita a Pamplona.

Esta entrevista forma parte de la Estrategia NEXT del Gobierno de Navarra.

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