La producción de vino rosado de la última añada de las bodegas de la Denominación de Origen Navarra asciende a 14 millones y medio de litros, que ya se encuentran en el mercado.
Navarra cuenta con una larga tradición en la producción del vino rosado, su fama y reconocimiento traspasa las fronteras del país ya que es líder en su comercialización en el mercado nacional. Un prestigio fundamentado en la calidad creciente de los vinos que se obtienen, en todas las ocasiones, por el tradicional método del sangrado de mostos ya que se hace con el primer jugo que se adquiere de las uvas, sin haberlas prensado, también llamado mosto flor.
Los vinos rosados D.O. Navarra se elaboran con uva tinta en exclusiva, en su mayoría a partir de uva Garnacha, pero en los últimos años las bodegas, en su apuesta decidida por la innovación y el desarrollo, incorporan nuevas variedades para conseguir otros matices en sus rosados. Por ejemplo, los vinos elaborados con Cabernet Sauvignon, Merlot o Tempranillo son claras referencias de la maestría navarra o bien, vinos criados sobre sus lías o en barrica, en la búsqueda de otros matices.
El rosado navarro se elabora siguiendo el tradicional método del sangrado de mostos, obtenido sin pensar las uvas.
La identidad del rosado Navarra reside en el complicado método de elaboración por el que se obtiene un llamativo color frambuesa y unos aromas característicos de fresas e incluso golosinas. “Uno de los buques insignia de nuestra Denominación de Origen es el vino rosado, que es líder en ventas en el país. Y es que la D.O. Navarra asegura una esmerada y deliciosa elaboración y una marcada identidad de la que podemos disfrutar con la nueva añada 2018”, comenta el presidente del Consejo regulador de la D.O. Navarra, David Palacios.
Se han elaborado 14 millones y medio de litros de vino rosado de la última añada que a partir de ahora buscarán su destino en el ámbito nacional y en los mercados internacionales para ser disfrutados en las mesas de los hogares o bien, en los establecimientos de hostelería. Los nuevos vinos presentan grandes cualidades para presagiar que se trate de una muy buena añada: alta intensidad aromática, acidez equilibrada que provoca una gran frescura y un atractivo color.
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