Empezó a estudiar Educación Física en su Argentina natal, pero el instinto que siempre le ha acompañado pronto le hizo ver que su vida necesitaba otro rumbo. De ahí que, con veinte años, Yesica Silva dejó la carrera para mudarse a Barcelona. Allí vivió ocho años hasta que se trasladó a la localidad navarra de Izcue. Y fue precisamente en la Comunidad foral donde descubrió su pasión por el yoga y hoy se siente feliz y en armonía, rodeada de naturaleza.
«El yoga te hace tener autoconciencia de tus emociones e impulsos. Siempre me ha llamado la atención el misticismo que desprende, me permite conectar conmigo misma y equilibrar mi ego»
Su primer contacto con la disciplina fue como alumna a los 29 años, momento en el que necesitaba un cambio radical: «Fue mi ancla, el motor de un estilo de vida basado en el autocuidado físico y mental. El yoga te hace tener autoconciencia de tus emociones e impulsos. Siempre me ha llamado la atención el misticismo que desprende, me permite conectar conmigo misma, equilibrar mi ego y tener conciencia corporal. Poco a poco me fui enganchando y ya no pude parar».
Y no solo eso. El yoga también le ayudó a canalizar su posterior embarazo. «Cuando eres madre, el cerebro te cambia y ves la vida totalmente distinta. Ahí sentí que había llegado mi momento», sostiene la argentina, actualmente de 39 años.
Dicho y hecho. En 2019 se formó en Hatha Yoga, una rama que combina ejercicios físicos (asanas) con ejercicios de respiración (pranayama). Fueron seis meses intensos «y muy gratificantes a nivel personal». Fue así como, tras prepararse, empezó a impartir clases a mujeres embarazadas. «El yoga es muy recomendable durante este periodo, el cuerpo es más flexible, por lo que necesita fuerza y también mucha calma. Ayuda a paliar los dolores de espalda y fomenta la confianza en una misma, que siempre es buena para afrontar los miedos al parto», reflexiona.
Poco a poco siguió formándose, estudiando la disciplina desde la salud y la biomecánica (formación de cadenas musculares y sus desalineaciones, lesiones y patologías). «Es un ámbito muy interesante y precioso, ya que enfoca el yoga como una unión entre la osteopatía y la fisioterapia. Esto te permite saber, según qué desalineación tengas en el cuerpo, cómo poder mejorarla y evitar así lesiones», detalla Silva. Asimismo, en 2022 realizó una formación de acondicionamiento físico con soporte musical, razón por la que también fue monitora de GAP o entrenamiento funcional.
Gracias a su experiencia como profesora en diversos centros pamploneses como Idaki, Larraona o el complejo deportivo de Ripagaina, detectó lesiones derivadas del trabajo en gran parte de sus alumnos, revelación que le impulsó a investigar hasta descubrir que empresas de Japón o China ya estaban fomentando la práctica de esta disciplina en sus plantillas: «Si la persona está bien de salud, también responderá de manera óptima en el trabajo. A nivel europeo también se tomaron medidas, como la declaración de Luxemburgo, que aboga por la buena gestión de la salud de las plantillas con la concesión del título de ‘empresa saludable'».
SU NUEVO PROYECTO
Junto con el «maravilloso» apoyo del programa Pamplona Emprende, Yesica ha dado forma a su soñado proyecto, enfocado en ofrecer clases de 45 minutos in situ a las empresas. El proceso es sencillo. Tras un primer contacto, Silva realiza una evaluación de la plantilla para detectar lesiones comunes, hábitos, tipos de movimientos requeridos en los puestos de trabajo u horas que permanecen sentados para, a continuación, elaborar un plan de entrenamiento ajustado a las necesidades de los profesionales.
«A nivel empresarial, este servicio ayudará a que los trabajadores no tengan dolores crónicos y evitaremos lesiones, por lo que habrá menos bajas. El cuerpo está unido con nuestra mente y nuestras emociones. Sin dolor, los empleados podrán realizar sus actividades con mayor creatividad y disposición. Además, querrán permanecer en una empresa que se preocupa por su bienestar», defiende.
A su vez, también ofrece estudios biomecánicos individualizados para quien esté interesado en identificar el origen de sus dolencias y contar con un seguimiento. «Por medio de fotos y un test psicocomportamental, puedo detectar tendencias a cambiar, como una mala postura o un desviamiento. Yo no puedo diagnosticar a alguien, pero sí detectar el origen del problema y derivar a un especialista», desgrana.
De cara al futuro, Yesica pretende seguir formándose, ya que para ella «nunca es suficiente». Además, espera abrir pronto su propio local, así como asentar su proyecto de yoga terapéutico para las empresas navarras. A largo plazo, sueña con convertirse en mentora y poder transmitir a otros apasionados su amor por esta disciplina.