Kukuxumusu fue durante muchos años un negocio tan redondo y atípico que se estudiaba en las aulas de economía. Pero diversos problemas agravados por la crisis pusieron a la marca al borde de la desaparición en 2013.
Su creador, Mikel Urmeneta, buscó apoyo y lo encontró en Ricardo Bermejo, que también se movía en el mundo del diseño gráfico. La alianza duró poco tiempo, acabó en trifulca y los socios se citaron en los tribunales, que recientemente han determinado que Urmeneta no puede reproducir, distribuir ni transformar los dibujos que cedió mediante contrato a Kukuxumusu.
Era la sentencia que el nuevo propietario necesitaba para reflotar una empresa que había tocado fondo tras ver reducida su plantilla en 70 personas hasta quedarse con 30 mediante la aplicación de siete EREs y el cierre de su cadena de tiendas, de las que sólo han sobrevivido tres. Los problemas se extendían al área comercial, que según Bermejo estaba muy abandonada, e incluso a la creación, porque los dibujos habían dejado de actualizarse.
“La incertidumbre se ha terminado con la sentencia, que dice que podemos utilizar los dibujos del universo Kukuxumusu e impide que ellos puedan transformar ningún dibujo que haya sido cedido a la marca”, indica Bermejo en la primera entrevista que concede a un medio navarro.
Inmediatamente rectifica y precisa que “la verdad es que desde que yo estoy aquí hemos trabajado con normalidad en lo relativo a los clientes, a las licencias, al co-branding, que son los negocios recurrentes de Kukuxumusu”, y acota el periodo de incertidumbre “al año y medio que estuvo Mikel Urmeneta como director artístico porque no hacía lo que debía, no planteaba tendencias, ni daba ideas sobre los dibujos que había que hacer, no planteaba temas… prácticamente no dibujaba. Eso creaba un ambiente de intranquilidad en la empresa, porque además no le gustaba lo que nosotros le proponíamos, alguna idea artística que le presentamos nos dijo, literalmente, que era una mierda, y claro, la gente se quedaba deprimida porque tenía un jefe que no trabajaba y que tampoco dejaba trabajar”.
Uno de los objetivos inmediatos es recuperar la reputación de la marca, influenciada negativamente “por las falsedades de Mikel Urmeneta, que es muy mediático, pero estamos en una situación más estable y con la confianza que nos da la sentencia aquí, pero también a clientes y proveedores”.
El director de Kukuxumusu insiste en que el antiguo fundador cedió por contrato a la marca, cuando era el administrador de la empresa, los derechos de reproducción, de distribución, de comunicación pública y de transformación de sus dibujos, “y eso que le afecta como autor para nosotros es una gran garantía de futuro y nos da una base para seguir creciendo”.
FUTURO
La compañía ha emprendido un plan de mercado que definirá un plan estratégico, “ahí es posible que se defina alguna nueva línea de negocio, y también trabajamos en un plan de marketing”, anuncia Ricardo Bermejo. Pero mientras tanto “estamos fortaleciendo la parte comercial, la parte de licencias, la de co-branding y la tienda on line. Por eso los resultados no son los que nos gustarían, porque estamos invirtiendo más en estudios, en I+D, en ver qué cosas se pueden hacer para conseguir que la gente vuelva al mercado a buscar a Kukuxumusu, como ocurría antes”.
El responsable de la marca afirma que “tenemos que reinventarnos, pero a nivel de ideas y de gestión, porque vamos a seguir siendo fieles a la filosofía de la marca” aunque sí es verdad que “hemos dado un pequeño giro en cuanto a los dibujos, no hacemos tanto caca, culo, pedo, pis, porque la gente ya no está por eso, estamos acercándonos a otros temas que puedan interesarle más, el medio ambiente, la cultura, la actualidad, siempre desde ese punto de vista divertido, un poco gamberro, original, rebelde, pero inteligente y universal, que se entienda en todo el mundo sin que eso suponga renunciar a nuestra identidad de Pamplona, que es lo que ha definido a Kukuxumusu y lo vamos a mantener”.
Esa “evolución creativa” se plasma en unos dibujos nuevos, “muy chulos, ya no dibujamos solo animales, aunque el animalario Kukuxumusu sigue creciendo porque es una fuente de humor para reírnos de nosotros mismos. Hacemos situaciones e historias diferentes, cosas que a los millenians o a los de la generación X les digan algo. Intentamos reposicionar la marca en ese punto, se había quedado un poco antigua y queremos orientarla un poco más hacia los jóvenes”. “Eso no quiere decir que no hagamos cosas también para gente de más edad porque contamos historias para todos, tocamos temas de historia, de arte, de medio ambiente… Estamos ahí, recuperando ideas y dando a través de los dibujos cosas que ahora mismo le interesan a la gente” precisa Bermejo.
Pero no va a ser fácil porque “el mercado sigue estando triste”. Para animarlo Kukuxumusu va a ampliar la gama de productos que exhiben sus dibujos, en la que destacan los textiles, con la incorporación de cascos para motociclistas, una línea de las zapatillas Victoria y otra de chancletas Brasileiras.
LICENCIATARIOS Y MERCADO EXTERIOR
Ricardo Bermejo explica que “estamos creciendo en número de licencias, porque nosotros no producimos nada, somos una productora de contenidos que contamos historias a través del dibujo. Y quienes utilizan nuestros dibujos nos pagan unos royalties”.
Añade que desde su llegada “hemos hecho un acercamiento nuestros licenciatarios, por ejemplo si Marie Claire va a hacer pijamas, ropa interior o cualquier otro producto, tratamos de facilitarles el trabajo dándoles ideas para el diseño o el packaking, para que vendan mejor el producto. Además, nos preocupamos por saber a quién venden esos pijamas o la ropa interior para hacerles tanto el dibujo como el contenido del dibujo que vaya más con ese público. Antes no se hacía así, antes se decía tenemos estos diez dibujos para este año y se los ofrecemos a todos, con el riesgo de quedarte fuera de lo que busca el cliente”.
Kukuxumusu, a través de sus dibujos, es una marca conocida casi universalmente, y va a mantener esa vocación internacional a pesar de que se ha quedado casi sin tiendas, sólo conserva dos en Pamplona y una en San Sebastián-Donostia. Por el momento concentra sus esfuerzos en el refuerzo de la tienda on line “para que empiece a funcionar con energía y rentabilidad”.
“Además –añade Bermejo- tenemos una puerta abierta en México, con grandes expectativas con el crecimiento del país. Igualmente, contamos con agentes que han empezado a trabajar en Alemania y es posible que se concrete algo en países asiáticos, además estamos acudiendo a ferias… Vamos, que intentamos hacer realidad el proyecto que siempre ha tenido Kukuxumusu y que no había conseguido: expandirse internacionalmente”.