La economía española presenta un comportamiento «relativamente positivo en comparación con sus vecinos europeos» por la fortaleza de sus servicios. El turismo, en concreto, se ha situado como su principal motor de recuperación en el «complejo escenario» que se ha establecido tas la pandemia. Por ello, en la presentación este miércoles de sus ‘Perspectivas Económicas para 2025’, Laboral Kutxa revisó al alza sus previsiones de crecimiento del PIB nacional hasta el 3 % para este año y el 2,2 % para el que viene, frente al 2,8 % y el 2 % que estimó el pasado octubre. Mientras, para Navarra, mantuvo sus pronósticos del 2,5 % para 2024 y del 1,9 % en 2025 porque «el mayor peso del sector industrial en esta ocasión juega en contra de la economía de la Comunidad foral», explicó su director de Estudios, Joseba Madariaga.
Ante ese panorama «de claroscuros», el director de Desarrollo de Negocio de Laboral Kutxa, Ibon Urgoiti, demandó medidas que promuevan «la competitividad industrial en Europa». En su opinión, la transición energética, la digitalización y la innovación del sector manufacturero son retos que se deben abordar «con cautela, de manera conjunta y más eficiente dentro de un mercado global cada vez más exigente».
Joseba Madariaga: «Las tasas de crecimiento vendrán acompañadas de creación de empleo y una corrección de la tasa de paro»
También destacó el «enfoque más flexible» adoptado por el Banco Central Europeo (BCE) en su política de tipos de interés. En ese sentido, espera que estos desciendan del 3 % actual al 1,75 % en la primera mitad del próximo año, lo que además de aliviar las condiciones de financiación para empresas y consumidores, «podría favorecer una reactivación gradual de la inversión y el consumo».
Por su parte, Madariaga valoró de su análisis macro que el crecimiento «vendrá acompañado de creación de empleo y una corrección de la tasa de paro». Esta última, por ejemplo, caerá en Navarra del 7,9 % prevista para el cierre de este ejercicio al 7,5 % en 2025 gracias a que el número de puestos de trabajo aumentará un 2 % este año y un 1,5 el que viene. Algo similar ocurrirá en España, donde el paro, que se encuentra «en sus niveles más bajos de la última década», bajará al 10,8 % en 2025 del 11,4 % actual gracias al incremento del empleo del 2,1 % para este año y del 1,8 para el que viene. En cuanto a los precios, continuarán su senda descendente y pasarán en España del 2,7 % al 2,1 % y en Navarra del 2,6 % al 1,9 %.
ESTADOS UNIDOS Y EUROZONA
Las ‘Perspectivas Económicas para 2025’ de Laboral Kutxa presentadas este miércoles se completaron con un análisis de la situación por la que atraviesan Estados Unidos y la Eurozona, así como la previsión que pueden seguir en un futuro más o menos inmediato. En el primer caso, Madariaga apuntó «un crecimiento robusto impulsado por el consumo y la inversión». «Aunque el sector manufacturero muestra debilidad (PMI por debajo de 50), los servicios mantienen una clara expansión con un índice de 56,1 y un compuesto (industria y servicios) de 54,9», añadió.
Ibon Urgoiti: «La caída prevista de los tipos de interés podría favorecer una reactivación gradual de la inversión y el consumo»
Por otro lado, expuso que «la inflación subyacente sigue moderada pero firme, situando a la economía en un equilibrio delicado entre consumo sostenido y presiones inflacionarias». No obstante, el director de Estudios de Laboral Kutxa anticipó «una desaceleración del consumo y el crecimiento económico» que achacó, «en parte, a los aranceles propuestos por la administración entrante y la incertidumbre comercial. «El equipo de Donald Trump planea una política más agresiva para fortalecer la manufactura doméstica, lo que podría beneficiar a corto plazo a ciertos sectores, pero también supone riesgos para las relaciones comerciales internacionales y la estabilidad global», señaló.
En cuanto a la Eurozona, Madariaga opinó que su crecimiento «ha sido decepcionante, con tasas trimestrales muy bajas desde el primer trimestre de 2023″. Recordó, además, que los últimos datos del PMI reflejan una contracción en el indicador compuesto, así como en los sectores manufacturero y de servicios, lo que vendría a confirmar las dificultades que están atravesando varios países de la región, en clara referencia a Alemania y Francia. Y aunque la tasa de paro se mantuvo estable en octubre (6,3 %), «el crecimiento del empleo privado ha ido disminuyendo, especialmente en sectores intensivos en capital, aunque con dinámicas diferenciadas entre países».
ESPAÑA Y NAVARRA
Al contrario de lo que sucede en su entorno, la economía española muestra «un comportamiento sólido» tras encadenar varios trimestres de crecimiento positivo impulsada por la demanda nacional (+0,9 puntos) frente a una demanda externa en negativo (-0,1 puntos) por el aumento de las importaciones. En este contexto, la actuación de los diferentes sectores económicos ha sido dispar con una industria en proceso de desaceleración y una contribución casi nula (0,2 %) al PIB, así como una construcción en tasa negativa (-1,4 %). Unas cifras que, según Madariaga, «reflejan debilidad y falta de crecimiento sostenido». Todas estas carencias fueron resueltas en gran parte por unos servicios convertidos en «el principal motor de la economía nacional por el consumo público y privado».
De forma paralela, la afiliación en el mercado laboral «crece a tanas anuales superiores al 2 % hasta alcanzar máximos históricos» y el paro disminuye en un 5 % anual situándose en noviembre en los 2,6 millones y una tasa del 11,21 %. La actividad y la ocupación, por su parte, registran un 59,04 % y un 52,42 % respectivamente, por lo que la conclusión es «un crecimiento fuerte apoyado en los servicios y la demanda nacional con un descenso sostenido del desempleo y aumento de la filiación».
Finalmente, el PIB de Navarra creció un 0,6 % trimestral y un 3 % interanual en el tercer trimestre de 2024, de acuerdo con los datos de Nastat. Y aunque no se dispone aún de los datos desagregados para este trimestre, el director de Estudios de Laboral Kutxa analizó que «el avance continúa impulsado por la demanda interna, especialmente por el consumo privado, favorecido por el crecimiento del empleo y el aumento de los salarios, que mantienen el poder adquisitivo de los hogares».
Entrando en más en detalle y desde la perspectiva de la oferta, el crecimiento se apoya, bajo su punto de vista, «en la fortaleza del sector servicios y la recuperación de la industria». A este respecto, la producción manufacturera en la Comunidad foral ha aumentado un 1,5 % en lo que va de año, frente al 0,2 % del conjunto del Estado, «destacando el dinamismo en los bienes de consumo, inversión e intermedios, aunque con registros negativos en metalurgia y energía», afirmó.
El sector servicios, por su parte, muestra un crecimiento del 5,2 % anual, con tasas homogéneas en la mayoría de los subsectores, excepto actividades administrativas y servicios auxiliares. «Esta actividad positiva se refleja en el mercado laboral, donde la afiliación a la Seguridad Social crece un 2 % anual y la tasa de paro se sitúa en un 7,72 %», finalizó.
