Las empresas familiares de la Comunidad foral presentan una mayor rentabilidad y longevidad que las no familiares. Así se desprende del ‘Estudio de análisis del peso de la empresa familiar en la economía navarra’, impulsado por la Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar Navarra (ADEFAN) y realizado por Martín Larraza, Lucía Garcés y Beatriz Martínez, todos ellos profesores e investigadores del Instituto de Investigación INARBE de la Universidad Pública de Navarra (UPNA).
En concreto, el estudio señala que la rentabilidad económica media de las compañías familiares es del 4,53 %, frente al 3,98 % de las no familiares. Esta diferencia se acentúa todavía más en las de mayor tamaño, con un 7,15 % frente al 4,39 %.
El estudio señala que la rentabilidad económica media de las empresas familiares es del 4,53 %, frente al 3,98 % de las no familiares.
Este informe forma parte de las iniciativas impulsadas por la Cátedra de Empresa Familiar de la UPNA, creada a finales de 2019 e integrada por ADEFAN, el Instituto de la Empresa Familiar y Caja Rural de Navarra.
Los investigadores también concluyen que la empresa familiar es mayoritaria en la demografía de la Comunidad foral, representa el 79,46 % de todo el tejido empresarial y está presente en todas las actividades sectoriales, mayoritariamente en el sector primario. En cuanto a su peso económico, aportaron en 2017 más de 3.500 millones de euros al Valor Añadido Bruto (VAB), lo que supone un 58 % del total generado en Navarra, y emplearon a 66.556 personas.
Otro de los datos positivos destacados en el documento es la mayor longevidad de estas compañías, con una media que supera los dieciocho años de supervivencia frente a las no familiares, que no alcanzan los diecisiete. Además, presentan ratios de endeudamiento más bajos, con un 2,58 % de media frente al 2,87 %, haciendo “un menor uso de la financiación ajena”, precisó la UPNA. Esta tendencia a la autofinanciación viene explicada por dos razones: el interés por mantener el control libre de compromisos con externos y el mayor coste medio de la financiación ajena (3,29 % frente al 2,91 % de las no familiares).
Las compañías familiares de Navarra presentan una ratio de endeudamiento media del 2,58 %, frente al 2,87 % de las no familiares.
En el estudio se observan igualmente diferencias en cuanto a la eficiencia en el uso de recursos humanos y materiales. Por un lado, en la empresa familiar la productividad por empleado es menor, ya que cada trabajador genera de media al año 261.330 euros.
Este dato en las no familiares asciende hasta los 283.292 euros. Por otro lado, las compañías familiares son “más eficientes en la utilización de sus recursos materiales“, ya que por cada euro de activo son capaces de generar 1.538 euros en ventas, cantidad que en las no familiares es de 1.457 euros.
RECOMENDACIONES A EMPRESARIOS FAMILIARES
Además de los resultados obtenidos, el estudio incluye una serie de recomendaciones para los empresarios familiares. La principal es que “deben aumentar su tamaño si quieren ser más competitivas” en el mercado. “Cuanto mayor es su tamaño, mayor es su rentabilidad económica y menor su coste medio de la deuda”, añade la UPNA.
Los investigadores recomiendan a los empresarios familiares aumentar el tamaño de sus compañías para ser más competitivos en el mercado.
En cuanto a la trasmisión generacional, los análisis realizados demuestran que la rentabilidad económica de las empresas familiares de primera generación es mayor que la de las empresas de segunda. Esta pérdida de rentabilidad puede deberse, según apunta el estudio, a varios factores.
Por un lado, hay muchas compañías que no cuentan con sucesores de siguiente generación formados para liderarlas. Y esto “siempre genera ciertos problemas internos”. Por otro lado, puede también suceder lo contrario, que la dirección de la empresa se deje en manos de dos o más de los hijos “dando lugar, en ocasiones, a conflictos familiares, metas dispares o diferentes maneras de gestionar el negocio”. Ante tal situación, “es imprescindible preparar a los sucesores para el liderazgo, no solo desde el punto de vista de una formación reglada, sino también desde el punto de vista experiencial”. Para mantener la empresa familiar “viva de generación en generación”, la filosofía debe basarse “en el cambio constante y en una visión más global e internacional”.
OBJETIVOS DEL ESTUDIO
El fin último de este estudio es “dar una imagen objetiva” de la relevancia que la empresa familiar tiene en el conjunto de la economía navarra, a través de una comparativa con las empresas no familiares de la región. Para ello, se ha utilizado la base de datos SABI (Sistema de Análisis de Balances Ibéricos) de la cual, siguiendo la metodología propuesta por el Instituto de la Empresa Familiar, se han extraído los principales datos económico-financieros de las empresas navarras con al menos diez empleados o 2 millones de facturación, para el periodo 2008-2018.
La Cátedra de Empresa Familiar está dirigida por Beatriz Rodríguez, profesora titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social del Departamento de Derecho de la UPNA. Una iniciativa que “busca soluciones de mejora” a las distintas problemáticas que afectan a la empresa familiar y constituirse en un “foro de encuentro” entre académicos, empresarios y estudiantes que dé lugar al “intercambio de conocimientos, experiencias e inquietudes” en este ámbito.
PRESENTACIÓN
El análisis sobre el peso de la empresa familiar en la economía navarra se presentó en un encuentro celebrado en la UPNA este jueves por la tarde. En dicha cita, el presidente de ADEFAN, Francisco Esparza, destacó del estudio que “confirma la importancia del modelo y los principios que representa la empresa familiar“. Entre estos últimos mencionó la visión a largo plazo, la resiliencia o el fomento de un empleo estable y de calidad.
“Esta investigación nos explica perfectamente, así como los valores financieros, económicos y humanos que nos representan”, insistió. Esparza destacó, por ese motivo, la importancia de formarse como vía para que los futuros responsables de este tipo de compañías puedan asegurar la continuidad y el mantenimiento del legado recibido más allá de los aspectos mercantiles.
Siguiendo esa misma línea, y vistos los resultados obtenidos, el director de Relaciones Institucionales de Caja Rural de Navarra, Ricardo Goñi, comprometió el apoyo de su entidad financiera a un segundo informe que dé continuidad a este primer trabajo. Remarcó, además, el interés de su organización por estar cerca del tejido productivo de la Comunidad foral y, sobre todo, de la empresa familiar.
Finalmente, el consejero navarro de Universidad, Innovación y Transformación Digital, Juan Cruz Cigudosa, calificó como “relevante” que las empresas familiares aglutinen casi el 80 % del total de las compañías asentadas en nuestro territorio. Por eso, instó a sus gestores a afrontar como principales retos de futuro aspectos como el tamaño, la retención del talento o la formación.