Las personas directivas de cualquier sector y empresa tienen una prioridad en sus agendas: alcanzar el nivel de personalización y eficiencia operativa necesarios para competir en un entorno digital cada vez más acelerado. A estas alturas, nadie duda de que la Inteligencia Artificial (IA) es una herramienta fundamental para lograr estos objetivos. Precisamente, un informe publicado en 2024 por la consultora IDC augura que el cambio en el gasto en tecnologías informáticas hacia la IA será «rápido y drástico». De cara a 2025, las 2.000 compañías más grandes del mundo destinarán «más del 40%» de su presupuesto para desarrollos digitales a proyectos de implantación de esta tecnología, lo que provocará «un aumento de dos dígitos en el ritmo de innovación de productos y procesos».
La IA está transformando la forma de trabajar, y las labores financieras no son una excepción. Por eso, el Consejo Social de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) organizó este viernes una sesión para su Club Financiero que, bajo el título de ‘Inteligencia Artificial y Dirección Financiera’, permitió a sus miembros conocer en profundidad distintos casos de éxito y compartir inquietudes acerca de su implantación.
La jornada fue inaugurada por la directora del Club Financiero, la consultora Yolanda Plaza. «Desde la gestión de documentos hasta las previsiones de la demanda, la IA está llamada a acompañar el crecimiento de las empresas gracias a la optimización de sus procesos financieros. Por eso, es un lujo contar hoy con profesionales que son punta de lanza en dicha tecnología», incidió. De esta forma, Plaza dio paso a Óscar Martín, director del Instituto de Investigación Avanzada en Empresa y Economía (Inarbe) de la UPNA, quien ejerció como moderador en una jornada a la que también acudió el presidente del Consejo Social, Javier Vidorreta.

Los asistentes de la sesión recibieron recomendaciones por parte de expertos de la consultora Solver IA y la multinacional SAP.
La primera intervención corrió a cargo de Jordi Mansanet, chief Financial officer (CFO) en Solver IA, una consultora y spinf-off de la Universidad Politécnica de Valencia especializada en soluciones de IA para empresas. En primer lugar, este experto aclaró la principal diferencia existente entre el análisis de negocio tradicional, centrado en extraer una imagen estática del negocio según su historial, y la analítica basada en IA, que pretende anticiparse al futuro. Sentadas estas bases, Mansanet enumeró una serie de recomendaciones para abordar un proyecto de implantación de IA en la empresa.
«Además de tener una buena cultura del dato, es importante que el impulso de implantar la tecnología en una empresa venga desde la Dirección General y no solo desde el Área de IT, así como involucrar a todo el equipo. Precisamente, uno de los primeros pasos debe ser siempre realizar sesiones de trabajo para identificar los retos de cada área y decidir con la ayuda de un experto si tiene sentido resolverlos con IA. En esta línea, una buena estrategia es definir quick wins, una serie de problemas que puedan solucionarse en un corto periodo de tiempo a través de la IA, para testar la eficiencia de esta herramienta», reflexionó.
PROYECTOS PERSONALIZADOS DE IA
A continuación, Victoria Corral, Strategic Growth leader en Solver IA, ahondó en las principales demandas de las áreas financieras: «Los proyectos de IA ad hoc para las empresas tienen tres vertientes posibles: crear simuladores y herramientas predictivas, desarrollar plataformas de recomendaciones o implantar gestores de conocimiento. En ese sentido, se están llevando a cabo iniciativas enmarcadas en las distintas funciones financieras como estrategia, planificación, riesgos, reporte e inversores. Y es que existen muchas oportunidades, sobre todo en la planificación financiera, dentro de la cual la IA puede automatizar procesos contables, prever cashflows y flujos de divisas o estimar con precisión los precios de un producto o servicio».
Posteriormente, Corral desgranó varios casos prácticos desarrollados por la consultora valenciana, entre los que figura un proyecto impulsado hace tres años por Meliá Hotels International. En concreto, la cadena buscaba incorporar las capacidades de la IA para optimizar la gestión centralizada de todos los hoteles del grupo y tener un control del negocio que anticipase desvíos, identificase anomalías en la imputación de documentos contables y crear una herramienta que le permitiese ofrecer promociones personalizadas basadas en el comportamiento de las personas consumidoras.
GESTIÓN INTELIGENTE DEL DÍA A DÍA
Pero, más allá de los grandes proyectos, también existen herramientas disponibles en el mercado que permiten dar pequeños pasos. Sobre ello habló Jorge Cárdaba, experto en Soluciones Financieras de SAP, una multinacional alemana de productos informáticos para la gestión empresarial. En su intervención, aludió en primer lugar a la dicotomía actual entre la elevada inversión proyectada en IA para los siguientes años y la «baja madurez» de esta tecnología. «Según un informe elaborado en 2024 por BCG y McKinsey, el 87 % de las empresas utiliza de forma muy puntual y poco estratégica estas herramientas», apostilló.
De ahí que SAP se centre desde hace una década en aumentar los escenarios de herramientas de IA embebidas en sus plataformas (hoy cuentan con «más de cien»), integrar en ellas «más de 360» soluciones ya desarrolladas por otras firmas del ecosistema y establecer colaboraciones con socios tecnológicos como Microsoft para integrar espacios de trabajo. «Un gran avance en este camino es el desarrollo de nuestro copiloto, Joule, que permite relacionarse con la plataforma de SAP de forma más intuitiva para extraer información, navegar en las aplicaciones, ejecutar transacciones o elaborar informes», desglosó.
EL ECOSISTEMA EN NAVARRA
El segundo bloque de la jornada sirvió para mostrar a las personas directivas los apoyos con los que cuentan en la Comunidad foral a la hora de implantar la IA en sus procesos. Así, la directora científica del Navarra Artificial Intelligence Research Center (NAIR Center), Marisol Gómez, explicó la labor de esta entidad de referencia creada en 2023, así como tres proyectos en los que se encuentra sumergida: IA Speak, para desarrollar un dispositivo de ayuda a personas con dificultades en el habla; UPNA Green, para crear algoritmos que optimicen la calefacción del campus; y mHealth, dirigido al estudio del comportamiento de las personas consumidores cuando adoptan y utilizan aplicaciones de salud.
Por su parte, el secretario de la Cátedra Tracasa de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, Daniel Paternain, presentó esta iniciativa puesta en marcha por la UPNA y Tracasa Instrumental con el fin de fomentar el conocimiento de este ámbito tecnológico en la sociedad: «Como el mayor contratador en esta área de Navarra, Tracasa pretende captar talento para un sector boyante, que posteriormente pueda trabajar en el impulso de la tecnología desde la Comunidad foral».

La sesión finalizó con una ronda de preguntas a los expertos, con los que posteriormente pudieron tratar en un aperitivo.
Por último, Martín dio paso a un breve turno de preguntas. Entre otros temas, surgió la preocupación por el retorno de la inversión en proyectos de implantación de IA. «En los proyectos llave en mano, dependerá de lo que se logre. Pero las consultoras ofrecemos siempre un análisis del retorno en cada iniciativa que planteamos. Es importante señalar que el tique medio en un proyecto ad hoc puede rondar entre los 30.000 y los 60.000 euros, de modo que se trata de un esfuerzo nada desdeñable. Y algunas iniciativas pueden tardar años en implantarse», atestiguó Corral.
Desde la perspectiva de las herramientas comerciales de IA, Cárdaba hizo hincapié en que, más que el proyecto en sí, el presupuesto total depende mucho de la estructuración de los datos: «El costo de una iniciativa de este tipo está supeditado también a la cultura del dato que tenga una empresa. Porque habrá más o menos trabajo dependiendo de cuántos sistemas de recogida de datos haya que integrar. Precisamente, este es el punto que provoca esa gran disparidad en los precios».