Hay múltiples razones para convertir un acuario en un auténtico espectáculo de la naturaleza. Bien porque queremos una mascota tranquila, que nos transmita paz; porque el mar es nuestra pasión y deseamos trasladar un pedacito de él a nuestra casa u oficina; porque buscamos compartir con nuestros niños el amor por la naturaleza…
Cualquiera que sea nuestra motivación, la realidad es que pueden crear una atmósfera muy diferente, según su diseño, y provocarnos un amplio abanico de sensaciones. En la actualidad, se ofertan ya infinidad de opciones, con diseños personalizados e innovadoras propuestas que marcan tendencia. Destacan los ideados por el reconocido artista nipón Hidetomo Kimura, que van desde los tradicionales acuarios japoneses del periodo Edo (1603-1868) hasta los de formas más futuristas, enfatizadas con juegos de luces de colores.
También tenemos acuarios de agua dulce; de agua marina; los llamados medusarios, que nos permiten disfrutar de la misteriosa belleza y de los movimientos pulsantes de las medusas, con efectos relajantes; los del canadiense Teddy Luong, planteados como un hotel modular para peces…
Y aquí llegamos a las últimas propuestas de 2019, donde nos encontramos con biOrb by OASE, que para esta temporada nos presenta su nueva gama de decoración para acuarios inspirada en las maravillosas islas Seychelles, con su colección diseñada por el reconocido artista Samuel Baker.
Esta nueva gama de decoración para acuarios recrea las playas, arrecifes de coral y reservas naturales que alberga este magnífico conjunto de islas. Esta colección, diseñada exclusivamente para biOrb, recoge la esencia de las islas Seychelles y recrea un mundo paradisíaco, lleno de colores, formas exóticas y texturas sorprendentes. Se trata de una de las últimas apuestas en el mundo de la decoración acuática.
Para Thorsten Muck, presidente del Consejo de Administración de OASE, es importante reafirmar el amor por el medio acuático: “Nos sentimos en deuda con la naturaleza. El agua es nuestra pasión. Agua viva, natural y saludable. En resumen, pasión por el agua”.
Con esta gama, que consta de cinco elementos decorativos, la firma pretende resaltar que cada detalle forma parte de una obra maestra de excelente calidad, pensada para dar color tanto a acuarios grandes como pequeños por sus diferentes opciones. Hay para elegir palmeras seychelles de 29 y 22 cm, corales rojos, coral plato y un set de cinco piedras de arena, cuya misión es enriquecer el mundo subacuático.
Desde la empresa, comentan las ventajas de la propuesta de Baker y aseguran que todos los elementos de la colección son muy fáciles de manejar, lo que proporciona una gran comodidad a la hora de realizar la limpieza o hacer un pequeño cambio en el diseño.
Además, apuestan por un concepto más creativo del acuario: “BiOrb se vale del diseño para ampliar el concepto de acuario. Aporta calma al lugar de trabajo o al hogar en lugares donde, por tamaño o aspecto, no podría colocarse un acuario tradicional”, afirman desde OASE.
Está claro que para poder tener nuestro propio acuario se requiere de un espacio adecuado. Y en muchas ocasiones, por su tamaño limitado, hemos de conformarnos con especies más pequeñas. Si nos quedamos con las ganas de observar peces más grandes, siempre podemos visitar el Aquarium de San Sebastián, el Oceanogràfic de Valencia o los acuarios de Barcelona, Getxo, Zaragoza o Gijón, y dejarnos cautivar por la inmensa belleza del fondo marino.
No obstante, un acuario siempre es una muy buena alternativa para convertirse en una especie de capitán Ahab o, en su caso, adentrarse en las profundidades del océano a bordo de aquel mítico submarino que recorría 20.000 leguas bajo el agua, en una expedición trazada por el imaginario del mítico Julio Verne. En todo caso, se trata de una magnífica oportunidad para recordar, una vez más, aquella reflexión que nos dejó el escritor Walt Whitman: “Para mí, el mar es un milagro continuo”.