La cuarta edición de Food (Tech)2 Challengers, que se inició el pasado 13 de junio, llegó a su fin. Las siete startups participantes en el programa de impulso tecnológico liderado por CNTA (Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria) y financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) «han superado sus retos tecnológicos iniciales y, además, han podido mejorar en su aproximación al consumidor y al mercado gracias a las novedades introducidas este año».
Tras seis meses de trabajo de la mano de CNTA, todas las startups han obtenido resultados que adelantaron en el Demo Day del pasado 20 de noviembre y que «han terminado de cristalizar en los últimos días». En concreto, con Enzicas se ha desarrollado un ingrediente proteico mediante la fermentación en sólido de hongos a partir del subproducto del bagazo, habitual en la industria cervecera. Un ingrediente que, además, se ha incorporado en productos de panadería, mostrándose con potencial para mejorar la vida útil del pan.
Tras seis meses de trabajo, las startups mostraron sus resultados en el Demo Day del pasado 20 de noviembre
En el caso de Bioferric, se validó el potencial descontaminante de su tecnología de microesferas, aplicada a aguas de lavado de vegetales de IV gama. Esta tecnología es capaz de reducir un 10 % el contenido de cloratos y un 90 % el de Trihalometanos (THM). Por su parte, Libre Foods escaló con éxito su proceso productivo de micoproteína, pasando de una producción de 5 litros en laboratorio a 150 litros en nuestra planta piloto.
Así mismo, Néboda Farms valorizó las raíces de sus cultivos verticales de albahaca, que habitualmente desechaban, y obtuvo a partir de ellas ácido rosmarínico. Este compuesto tiene una potencial aplicación en la industria cosmética gracias a sus beneficios antioxidantes, anticancerígenos y antibacterianos. Y, en el caso de Novameat, se desarrollaron prototipos de análogo vegano de pastrami de ternera. En este caso, CNTA aplicó sus capacidades de formulación a escala preindustrial, partiendo del ingrediente base con el que ya contaba la startup.
Al mismo tiempo, Powmix superó su reto inicial al obtener una reducción de la percepción del dulzor en sus geles deportivos, a la vez que se mantenían intactos sus beneficios nutritivos y energéticos. Y por último, Greenfoods Network consiguió sus primeros prototipos de hamburguesa de inspiración atlántica, rica en DHA y con perfil completo de aminoácidos. Para lograrlo, se innovó con un nuevo ingrediente a base de proteína texturizada de arroz y de guisante que se incluyó en la formulación de la hamburguesa junto al extracto de algas y permitió obtener las características organolépticas y nutricionales que buscaba la startup.
NOVEDADES EN EL APOYO A ‘STARTUPS’
Además de estos logros que han permitido a las siete startups llegar al siguiente nivel en lo que se refiere al impulso tecnológico, otro de los beneficios que han obtenido ha sido el aprendizaje de diferentes claves para conectar mejor sus desarrollos con el consumidor. En concreto, han participado en varios wokshops y mentorías dirigidas por la consultora Punto de Fuga, en las que trabajaron la búsqueda de una propuesta de valor alineada con necesidades reales o de insights relevantes para el consumidor final.
Por otro lado, no solo las startups participantes, sino todas las que se inscribieron al proceso inicial de selección, accedieron a Food (Tech)2 Challengers Club, otra de las novedades de este año. Esta herramienta ha dado a las firmas la oportunidad de acceder a varias iniciativas de venture client a través de diferentes convocatorias. El objetivo del club es acelerar la llegada al mercado de las startups, ofreciéndoles participar en iniciativas con clientes reales y que les aporten visibilidad y feedback sobre su producto o desarrollo. En 2024, ya se han lanzado dos convocatorias y se espera tener continuidad en el futuro.