Entre 2019 y 2023, el ecosistema emprendedor tecnológico de Navarra captó una inversión acumulada de 67 millones de euros procedentes de capital riesgo, según el informe The Spanish tech ecosystem 2024 publicado por ENISA. Así, el aumento registrado entre el primer y último año de este período se situó en el 378 %. Sin embargo, la región ocupó el sexto puesto a nivel nacional en porcentaje de crecimiento por detrás de Murcia, Cantabria, Asturias, Castilla y León y Comunidad Valenciana. Además, se sitúa actualmente en la octava posición en número de empresas de este tipo con 125 firmas tecnológicas, de las cuales 56 son startups, doce scaleups y 57 pymes.
Con el objetivo de potenciar este ecosistema y sus sinergias con el tejido productivo, el Consejo Social de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) organizó este viernes una nueva sesión para su CEO Club y su Club de Emprendedores con el fin de explorar dos temas clave en este sentido: las tecnologías que marcarán el futuro de la empresa cuando se consoliden y los nuevos modelos de financiación que favorecerán el crecimiento de esta. La jornada, a la que acudieron alrededor de treinta profesionales, contó con la colaboración de CEIN, así como con la participación de Stellum Capital y Clave Capital.
El presidente del Consejo Social de la UPNA, Javier Vidorreta, fue el encargado de abrir el acto con unas palabras de bienvenida. “Nuestra misión es fomentar estos espacios de colaboración y encuentro entre el mundo académico y la sociedad, en especial empresarios y empresarias. De aquí salen conversaciones, proyectos y cátedras”, subrayó.
Acto seguido intervino Ignacio Matías, catedrático de Tecnología Electrónica en la UPNA, quien presentó las principales conclusiones de los informes tecnológicos más punteros de la actualidad como la tabla de tecnologías futuras, elaborada por el US Army; la tabla de tecnologías disruptivas del Imperial College London; o el radar tecnológico de la consultora Gartner. Sin embargo, Matías advirtió de que el número de publicaciones disruptivas “se ha desplomado” en los últimos cincuenta años.
“Lo que está ocurriendo es que se prioriza el cortoplacismo, los resultados rápidos. Las personas ya no pasan años investigando algo, sino que parten de algo existente y se dejan llevar con principios de velocidad. Hay que cambiar esa filosofía e intentar que se centren en la disrupción. Y, para ello, es muy necesario que ordenemos el sistema complejo en el que se ha convertido la investigación científica con el objetivo de alcanzar una perspectiva del todo y no solo de la parte”, valoró.
De esta forma, pasó a enumerar catorce líneas de investigación que, a su juicio, pueden propiciar grandes transformaciones en el futuro:
- El ARN mensajero, que permitiría la producción de medicamentos dentro de las propias células del paciente.
- La búsqueda de sustitutos del silicio como la computación de ADN, los sensores biodegradables y los transistores de carbono.
- Los nanochips o chiplets, a los que recurren los fabricantes por su tamaño para dar forma a una nueva generación de sensores o tecnologías de almacenamiento de datos.
- La computación cuántica, que habilitaría las comunicaciones en el espacio, la seguridad infranqueable o descifrar códigos de seguridad.
- Los ordenadores a exoescala, cuya rapidez permite que los científicos amplíen sus posibilidades de simulación computacional.
- La Inteligencia Artificial, sobre todo la Inteligencia Artificial General (AGI, por su siglas en inglés).
- Las células solares supereficientes, que podrían elevar la eficiencia de los paneles solares a nuevas cotas.
- El hidrógeno verde.
- La realidad mixta, con un amplio rango de aplicación en la vida diaria.
- Las tecnologías de convergencia entre el mundo real y el digital, con aplicaciones como la autenticación para acceso a plataformas o pago, el análisis inmersivo o el control de exoesqueletos.
- Las redes satelitales, que abren la oportunidad de contar con internet planetario.
- La geotermia mejorada, una fuente de energía abundante y libre de CO2.
- Los exoúteros, que podrían mejorar el tratamiento de la fertilidad o posibilitar nuevos horizontes de exploración espacial.
- La edición genética, ejemplificada en la técnica CRISPR para solucionar enfermedades.
LA FINANCIACIÓN
A continuación, tuvo lugar un diálogo sobre tendencias actuales en los modelos de financiación empresarial entre Pablo Baroja, socio de Stellum Growth, y Santiago Lozano, director de Fondos en Clave Capital. Moderó la mesa redonda Jon Benito, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales en la UPNA.
Ambos expertos coincidieron en que aún hay espacio para nuevos agentes financieros en Navarra. “La Fundación Artizarra fue creada en 2022 para favorecer la inversión en el norte de España, y particularmente en la Comunidad foral, con la vocación de acompañar a las empresas de todos los tamaños en su crecimiento. Pero necesitamos que existan más empresas como la nuestra para que las compañías puedan elegir y desarrollarse”, remarcó Baroja.
Por su parte, Lozano señaló que, tras veinte años de andadura, Clave Capital siempre ha operado desde la premisa de que “cualquier proyecto debe mirar al exterior” para crecer: “España no es un país muy capitalizado, ni con respecto al resto del mundo ni con respecto a Europa. En la actualidad, han empezado a surgir fondos de entre 200 y 300 millones y otro tipo de entidades. Pero sigue siendo más sencillo apoyar a una startup en Alemania o Francia que aquí”.
En esa línea, el socio de Stellum Growth resaltó que las empresas navarras necesitan tener “un mayor tamaño”, sobre todo para desarrollar proyectos que al mismo tiempo “atraigan a talento joven”. Eso sí, Lozano agregó que la región “está en una mejor posición que su entorno” y defendió que, bajo su punto de vista, no debe trabajarse tanto en la línea de generar grandes fondos, sino en estimular la colaboración con sociedades de fuera de Navarra.
Además, volvió a incidir en que hace falta una “mayor ambición” de la empresa a la hora de optar a financiación exterior, aunque también más programas de las administraciones públicas con agentes europeos: “Hay pocas iniciativas que reciben ayudas de programas como Eurostars o el EIC Accelerator, a pesar de que poseen oportunidades muy interesantes. En paralelo, tenemos que abrir nuevas ventanas de oportunidad para atraer capital a nuestra región”.
A modo de cierre, el Consejo Social de la UPNA organizó una dinámica de entrevistas exprés entre miembros de los dos clubes y directivos de empresas de CEIN. Así, durante media hora fueron rotando para conocer sus proyectos de innovación, así como a posibles partners industriales o financieros para su escalado.