Este año debe arbitrar en Segunda División, pero sigue sintiéndose un tipo afortunado dada la crisis económica que azota al mundo. Y como antiguo ingeniero de Siemens Gamesa, ve con preocupación el cierre de la planta de Aoiz, donde tenía algunos amigos. En este CapitalTest, el árbitro navarro Eduardo Prieto Iglesias confiesa que echa de menos al público en los estadios, aunque ahora no deba aguantar sus gritos y protestas cuando pita en contra el equipo local, y apunta que no deja de formarse como ingeniero.
1. ¿Qué es lo primero que pensó cuando se enteró de que iba arbitrar en Segunda División esta temporada?
Pensé que seguía siendo un afortunado, tal y como está la situación hoy en día. La verdad es que lo asumí con normalidad e ilusionado por hacer las cosas bien.
2. Un descenso de categoría que también conlleva un descenso de ingresos…
Afortunadamente, siempre he sido consciente de que había que ahorrar porque así me lo enseñaron de pequeño en mi casa y así lo he hecho. El cambio de categoría es un cambio en las condiciones económicas, pero nunca me he vuelto muy loco con el dinero.
3. ¿Está bien pagado el mundo del arbitraje?
Sí, creo que estamos muy bien pagados. Los árbitros españoles somos los mejor pagados del mundo.
4. ¿Entiende que a la gente le sorprendan las cifras que se mueven en el fútbol profesional, más aún con la crisis que estamos viviendo?
El fútbol profesional ha sido una especie de mundo aparte. Si lo comparas con cualquier otro sector, está muy fuera del mercado. Pero su propia indiosincrasia, por todo lo que mueve, hace que sea distinto. La pandemia obligará a los clubes a adaptarse a los nuevos tiempos.
5. Dígame que es lo que más le molesta de las críticas periodísticas.
Lo que más me molesta es que haya críticas basadas en el desconocimiento. Entiendo la crítica porque tomo decisiones que son públicas e impactan en un club, un jugador o una afición. Pero a veces se nota que el periodista no sabe las reglas de juego y eso da lugar a una crítica gratuita y sin fundamento.
6. ¿Ha pasado miedo en algún estadio?
Realmente, en veinticuatro años como árbitro jamás he tenido un problema. Siempre he tenido una buena acogida en los campos, más allá de algún caso puntual, y nunca he temido por mi integridad.
7. ¿El fútbol sin público es el paraíso para un árbitro?
Se echa muchísimo de menos a la afición, el ruido, los cánticos de un estadio, los aplausos, los silbidos… Lejos de lo que pueda parecer, se hace más difícil en un estadio sin público que con público porque te exige un plus más de concentración.
8. ¿Está el árbitro más tranquilo sabiendo que existe el VAR y que se pueden revisar las jugadas?
Está muchísimo más tranquilo. Si hace años nos hubieran dicho que íbamos a tener una especie de máquina del tiempo, con la cual un árbitro podría revisar una jugada sobre la que ya ha tomado una decisión, todos lo habríamos firmado. El VAR es nuestra red de seguridad y nos da la posibilidad de hacer un mundo más justo.
9. ¿Simulan menos los jugadores desde que está el VAR?
Sin duda. Las tarjetas por protestar han disminuido y las tarjetas por simular prácticamente ya no existen. Los jugadores entienden que no solo están los ojos del árbitro, sino que hay muchos otros como los de las cámaras de televisión, que son más certeros.
10. ¿Sigue acordándose de las jugadas polémicas cuando termina el partido?
Siempre doy vueltas a las jugadas cuando me he equivocado. Sobre todo, analizo qué ha ocurrido para que yo me equivoque y cómo puedo hacer para que, en un escenario similar, no vuelva a cometer el error que tuve en ese partido. Ese trabajo es fundamental para un árbitro. También es cierto que, desde que está el VAR, todos dormimos mucho mejor.
11. ¿Cuántas horas dedica a la semana a la preparación física?
Unas catorce horas a la semana, en siete sesiones.
12. ¿Qué ha aprendido del exárbitro navarro Alberto Undiano Mallenco?
He tenido el mejor maestro posible. En el campo me ha enseñado a gestionar los encuentros, escuchar, estar tranquilo en las jugadas, cuidar a mi equipo… En definitiva, a disfrutar del arbitraje. Fuera del campo, Alberto y yo tenemos una grandísima amistad personal y me sigue ayudando muchísimo, a pesar de no estar en activo.
13. ¿Qué le parece que excompañeros suyos del arbitraje se dediquen a ser comentaristas en televisión?
Me parece bien. Entiendo que un medio de comunicación tiene que contratar a alguien para que de un punto de vista arbitral. Yo también contrataría a antiguos árbitros porque son los que realmente saben y pueden hacer una labor didáctica. Nunca se puede decir de este agua no beberé, pero hoy por hoy no me veo en ese mundo.
14. Usted es ingeniero técnico mecánico e ingeniero Industrial. ¿Por qué se decidió por ese camino?
Siempre he sido muy curioso a la hora de saber por qué funcionan las cosas. De pequeño me encantaban los legos y siempre se me ha dado muy bien estudiar, sobre todo las matemáticas. Mi padre trabajaba en Volkswagen y lo que me contaba de su trabajo me gustaba. Cuando descubrí el mundo de la organización de las empresas, fui tirando más por ahí.
15. Trabajó hasta hace siete años en Siemens Gamesa.
Guardo un recuerdo muy bueno. Trabajar allí le quitaba peso al mundo del fútbol durante la semana y, luego, aparcaba el estrés de la empresa durante el fin de semana. Mentalmente, se trataba de compensar esos dos escenarios. Fue una época muy intensa, pero muy enriquecedora durante ocho años.
16. ¿Cómo vivió el anuncio del cierre de la planta de Aoiz?
Con pena porque me tocó estar por la planta de Aoiz haciendo algún proyecto y tengo amigos allí. Lo he seguido con incertidumbre por todo el impacto que eso conlleva no solo para la empresa, sino también para el tejido industrial de Aoiz y, por consiguiente, de Navarra. Perder capacidad industrial para la sociedad siempre es una mala noticia.
17. ¿Sigue formándose en el área empresarial?
Sí, no he dejado de hacerlo. Tengo un MBA, un Máster de Experto en Habilidades Directivas y estoy con el proyecto final del Máster en Ingeniería Industrial. He invertido en formación y estoy contento por haberlo hecho.
18. ¿El coaching empresarial se puede aplicar al arbitraje?
Está totalmente conectado. El trabajo más importante del árbitro es la gestión de personas y la toma de decisiones. Lo relevante es el impacto emocional que generan esas decisiones en jugadores y aficionados. Saber gestionar esas situaciones es igual en el terreno de juego que en una empresa con su cuenta de resultados.
19. ¿Cómo ve la situación política actual de nuestro país?
Complicada. Estamos en una situación que nadie se esperaba y gestionar una crisis como esta es difícil. Pero también creo que ha habido decisiones improvisadas, que han generado incertidumbre en la sociedad. En el arbitraje pasa igual, la forma en la que tomas las decisiones es superimportante para que generes confianza.
20. ¿Cuáles son sus aspiraciones profesionales?
Me gustaría hacer las mejores temporadas que me quedan. Por edad, me quedarán dos campañas y espero que veamos la mejor versión de Eduardo Prieto Iglesias, árbitro. Que el Comité confíe en mí, como lo está haciendo, y yo lo refrende con buenas actuaciones. Después, me encantaría seguir trabajando en algo relacionado a la toma decisiones y la interacción entre personas.
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