“El campo de la salud mental ha avanzado mucho en el diagnóstico y en los tratamientos personalizados gracias a la Inteligencia Artificial (IA). Esta herramienta también nos permite poder acceder a zonas de difícil cobertura, donde la falta de profesionales de psiquiatría es más acuciante”. Así lo destacó Miryam Zabalza, directora gerente de Hermanas Hospitalarias Navarra, durante la X Jornada sobre Seguridad y Gestión del Riesgo en Salud Mental organizada por su entidad. Un acto que coincide con el Día Mundial de la Salud Mental, celebrado este jueves.
Zabalza resaltó la importancia de crear espacios de diálogo y reflexión sobre la integración de nuevas tecnologías en la atención sanitaria. “La salud mental necesita innovación y herramientas que nos ayuden a ofrecer un servicio más humano y efectivo”, enfatizó. Por su parte, Olga Sala, subdirectora de Valoración y Servicios de la Agencia Navarra para la Autonomía y Desarrollo de Personas, destacó los beneficios de la Inteligencia Artificial en el sector médico: “Es fundamental utilizar esta tecnología en nuestra investigación y nuestra práctica clínica para mejorar la salud mental de los pacientes. Eso sí, siempre desde un enfoque ético y responsable”.
La seguridad del paciente con enfermedad mental es un pilar fundamental en la gestión de los servicios de salud, y su relevancia se intensifica en un entorno sanitario cada vez más complejo. Con este trasfondo, el encuentro, que se celebró en el Colegio Oficial de Médicos de Navarra, quiso poner el foco en los avances de la Inteligencia Artificial y su impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes.
El programa incluyó una serie de ponencias y mesas redondas que abordaron temas cruciales sobre el uso de la Inteligencia Artificial en este campo. Uno de los momentos más destacados de la jornada fue la presentación de Raymond Salvador, representante de la Fundación para la Investigación de Hermanas Hospitalarias, quien ofreció un análisis profundo sobre los usos potenciales de la IA.
Salvador argumentó que estas tecnologías no solo pueden mejorar la calidad de la atención de los pacientes, “sino que también pueden facilitar el acceso a servicios médicos en regiones del mundo históricamente desatendidas”. “La Inteligencia Artificial abre puertas a nuevas formas de atención que antes eran impensables y debemos aprovechar este potencial”, señaló.
La jornada también dio espacio a una reflexión crítica sobre la IA con la intervención de Rafael Amo, director de la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia Comillas. Amo subrayó la necesidad de que la Inteligencia Artificial esté al servicio de la bioética: “No debe ser considerada como una inteligencia humana, pero sí debería promover el bienestar y la dignidad de las personas, así como el interés público”. Su perspectiva invita a un debate necesario sobre las implicaciones éticas del uso de la tecnología en el cuidado de la salud mental.
MESA REDONDA
La mesa redonda, moderada por Uxua Lazkanotegi, directora Asistencial de Hermanas Hospitalarias de Navarra, reunió a destacados profesionales del sector, que compartieron sus experiencias y reflexiones sobre la digitalización y su impacto en la atención en salud mental. Francisco Ferre, jefe del Servicio de Psiquiatría de Adultos en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, expuso las ventajas que estas herramientas pueden ofrecer para mejorar la atención a los pacientes. “La implementación de estas tecnologías puede ser un cambio transformador en la forma en que cuidamos a nuestros pacientes. Nos permite ofrecer un tratamiento más personalizado y efectivo”, destacó Ferre.
María Beunza, CEO de Human AI Tech, se centró en las potencialidades del análisis de la personalidad a través de la Inteligencia Artificial. “Este tipo de análisis no solo ayuda en la evaluación diagnóstica, sino que también puede guiar el tratamiento médico, adaptándolo a las necesidades específicas de cada individuo”, defendió.
Antonio Rosa, profesor de Documentación y Tecnologías de la Información y Comunicación en la Facultad de Enfermería de la Universitat de Barcelona, presentó un análisis exhaustivo de las aplicaciones prácticas y los desafíos a los que se enfrenta la Inteligencia Artificial en el ámbito de la salud mental e hizo hincapié en “la importancia de una formación adecuada para los profesionales de la salud”. Rosa quiso tener un guiño divertido con la Inteligencia Artificial y se conectó en directo a la aplicación ChatGPT para que le sugiriera un cierre de su intervención. Esta recogió el guante, provocando las sonrisas y aplausos de los asistentes.
El encuentro concluyó con la clausura a cargo de Sara Chivite, gerente de Salud Mental en el Servicio Navarro de Salud – Osasunbidea. Chivite quiso expresar su agradecimiento a todos los ponentes por sus valiosas contribuciones y destacó “la relevancia de continuar investigando y debatiendo sobre el futuro de la atención en salud mental en el contexto de las tecnologías emergentes”. Así, finalizó su intervención afirmando que “es imperativo seguir trabajando juntos para garantizar que la Inteligencia Artificial sea una herramienta que beneficie a los pacientes y mejore su calidad de vida”.