Un estudio realizado por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, en el que se analizaron 469 casos, concluye que los daños mentales derivados del estrés laboral, principalmente trastornos de ansiedad y adaptativos, afectan al doble de mujeres que de hombres. La organización del trabajo y las relaciones interpersonales son los más comunes factores de estrés laboral.
El 80 por ciento de los casos conllevaron incapacidad temporal, con una mediana de 137 días de duración, y los sectores de actividad más afectados son Administración Pública y Seguridad, con 160 casos por 100.000 habitantes, y Hostelería (121 casos por 100.000 habitantes); los que presentan cifras menores son la construcción, industrias manufactureras y comunicación (aproximadamente 33 casos por 100.000 habitantes).
JORNADA ESTRÉS LABORAL
Estos son algunos de los datos expuestos en la jornada técnica “Gestión del estrés y de otros riesgos psicosociales”, organizada por el Instituto de Salud Pública y Laboral (ISPLN), dentro de la Semana Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, con el objetivo de abordar diferentes aspectos sobre la gestión y prevención de esta patología laboral que ocasiona entre el 50 y el 60 por ciento de las jornadas de trabajo perdidas en Europa. Han participado en ella alrededor de 150 técnicos de prevención de empresas, trabajadores, representantes sindicales, entidades de prevención, y agentes relacionados, entre otros.
El estrés relacionado con el trabajo se produce cuando las exigencias laborales superan la capacidad del trabajador para hacerles frente, principalmente por los denominados riesgos psicosociales: cuestiones relacionadas con la organización del trabajo y por problemas en las relaciones interpersonales. Además de daños físicos (hipertensión, taquicardias, incluso infartos), puede provocar importantes daños mentales.
El estudio forma parte del programa centinela del ISPLN para la detección en Atención Primaria de patologías mentales de origen laboral, mediante el que se creó un registro de casos de trastornos afectivos comunicados tanto por los médicos de Atención Primaria como por los de Inspección Médica. Esta herramienta permite una valoración individualizada de cada caso, y la introducción de las correspondientes medidas preventivas y la emisión de informes que garanticen los derechos preventivos o laborales de los trabajadores.