Con el objetivo de recoger las aspiraciones profesionales de los niños con discapacidad, la Fundación Adecco ha realizado una encuesta a niños navarros entre 4 y 16 años, con diferentes discapacidades. El análisis de las respuestas ha reafirmado los valores que habitualmente definen a las personas con discapacidad: una fidelidad mayúscula al proyecto al que se vinculan, un fuerte arraigo familiar y una gran valoración de sus cualidades personales como competencias para el empleo.
FIDELIDAD
Los niños navarros con discapacidad imaginan su futuro profesional en un empleo estable, que les permita llevar una vida normalizada. Así lo reflejan sus respuestas: un 57% desea trabajar en la misma empresa durante toda su vida,frente a un 43% que preferiría probar en diferentes compañías. Delia Salinero, consultora de la Fundación Adecco, realiza la siguiente lectura del resultado: “Cada vez más,los niños con discapacidad son educados en la igualdad, siendo conscientes de que la educación y el empleo son las principales herramientas para tener una vida normalizada. Por ello,desarrollan una alta fidelidad, compromiso y escasa o nula intención de abandono”
Ante una eventual entrevista de trabajo, los niños con discapacidad no hacen referencia a sus competencias laborales o aptitudes profesionales, sino que ponen sobre la mesa cualidades relacionadas con su forma de ser, que consideran positivas para desempeñar un puesto de trabajo. Algunas de las respuestas más repetidas han sido “tengo buen corazón”, “soy alegre” o “soy amable”.
Según Delia Salinero: “huyendo del estereotipo, nuestra experiencia constata que las personas con discapacidad cuentan con valores personales que aportan mucho a las empresas, mejorando el clima laboral. En general, se sienten muy agradecidos de tener la oportunidad de trabajar y su actitud es muy positiva, viendo reforzado el compañerismo, la capacidad de trabajo en equipo o la empatía”.