Ya nos hemos acostumbrado a firmar en un dispositivo digital. Ha sido un cambio fácil que no ha provocado ningún rechazo en los usuarios, porque no se ha modificado su forma de firmar, simplemente se han sustituido los medios, cambiando el papel por la tableta digital y el bolígrafo, por el lápiz electrónico. Cómo nos gustan las cosas fáciles.
La firma manuscrita biométrica, o “firma en tableta” para el común de los mortales, es el ejemplo perfecto de cómo la evolución tecnológica en el ámbito de la gestión documental permite a las empresas mejorar y optimizar su gestión, sin alterar el proceso de cara al cliente. Sustituir el proceso de firma tradicional con todas las exigencias que ello requiere en cuanto a catalogación, archivo físico y envío del documento, por un proceso totalmente automatizado y desatendido resulta una solución redonda.
LAS EVIDENCIAS
Es importante contar con un sistema que garantice la validez legal del documento firmado.
La firma manuscrita biométrica o «firma en tableta» permite a las empresas mejorar y optimizar su gestión
Al firmar en una tableta digital, aparte de capturar la firma, es un requisito imprescindible capturar los datos biométricos del firmante. Mientras se escribe en la pantalla, el sensor tiene que ser capaz de detectar niveles de presión diferentes, capturando la información biométrica de la firma con un perfil exclusivo e individual de presión, ritmo y velocidad de escritura.
De esta manera, la firma capturada puede considerarse única para la persona firmante. La información biométrica obtenida hay que protegerla y que permanezca inaccesible. Mediante sistemas criptográficos se certifica que el documento firmado no será alterado. Así obtendremos un proceso con validez legal y garantías para el firmante y la empresa.
PARA CASI TODO…
Albaranes, contratos, pólizas, actas o informes son documentos habituales, que en casi todas las ocasiones requieren ser firmados.
Nuestra última implementación es en una importante cadena de distribución, donde se han desprendido de la firma y de la gestión manual de 15.000 albaranes al día
Un cambio lógico que responde a la normalidad tecnológica extendida en la sociedad y al avance de los sistemas de automatización de procesos documentales.
Seguimos avanzando en la era de la eficiencia.
Pedro Latasa López
Responsable de Proyectos de Firma Digital y Factura Electrónica en Atecna Gestión Documental