Poco a poco se va superando la idea de que para crecer en el ámbito regional, la estrategia principal pasa por batir al vecino. Este tipo de competitividad se ha quedado caduca debido a la emergencia de dos nuevos conceptos: el desarrollo sostenible y la inteligencia territorial. Ambos tienen como misión el aprovechar los recursos de conocimiento e innovación de los territorios. El Consorcio EDER apuesta, pues, por ir más allá de la mera gestión de las ayudas procedentes de los fondos Leader europeos, que hasta unos meses capitalizaba gran parte de su labor.
Así lo entiende, Abel Casado, desde hace 4 meses encargado de gestionarlo: “los territorios no están aislados, tienen continuidad con su entorno, aunque no formen parte de la misma realidad administrativa, que muchas veces impone límites de actuación. Un ejemplo es el valle del Queiles, ubicado en Aragón y Navarra. Cualquier actuación sobre este espacio obliga, como mínimo, a compartir y cooperar como la mejor manera de que las acciones repercutan directamente y de forma positiva en los ciudadanos. En este sentido, hemos mantenido encuentros con representantes de las Comarcas del Campo de Borja y de Tarazona y el Moncayo. Este paisaje tiene un gran potencial para ser aprovechado, pero no menos importantes son sus infraestructuras, dado que muchos pueblos de la Ribera de Navarra beben y riegan con agua que baja del Moncayo”.
En cuanto a la cooperación, Casado pone como ejemplo la transformación en torno al mundo del vino llevada a cabo en la Comarca de Borja: “han realizado una gran puesta en valor. La colaboración entre cooperativas, viticultores, bodegueros, etcétera, nos puede permitir aprender y crecer”. Otros territorios de La Rioja, Soria, Aragón y otras comarcas de Navarra se encuentran en el horizonte del Consorcio EDER para buscar el encuentro de rendimientos.
“En el ADN del Consorcio está el buscar recursos para desarrollar el territorio; recursos que tienen que ir destinados prioritariamente a la dinamización de la actividad empresarial. Hay proyectos que los empresarios, a través de las organizaciones que los representan, pueden protagonizarlos”
TRANSNACIONAL
En la era de la globalización la distancia no es ningún freno para el intercambio de ideas y pensamientos. Los territorios también necesitan encontrarse en el espacio de las afinidades, de los “apegos”. Es aquí cuando la cooperación transnacional se hace necesaria. Para Casado, “más allá de la continuidad territorial, y gracias también a la nuevas tecnologías, podemos encontrar otros lugares con intereses comunes, en un ámbito de problemáticas o de proyectos, de cara a obtener resultados que aporten más eficacia a nuestros objetivos”.
En esta dirección, el Turismo, “uno de los grandes recursos de la Ribera aún sin articular, con reconocimiento pero que no está puesto en valor en el mercado”, se va beneficiar de una acción que se presentará el próximo 31 de marzo. Impulsada junto a diferentes organizaciones, públicas y privadas , del País Vasco y Aquitania (Francia), se trata de un proyecto europeo sobre actividades turísticas denominado Gastrotour. “Ambos territorios son complementarios al nuestro. La CAV tiene la gastronomía como segmento turístico específico. Tenemos mucho que aprender pero también que aportar, por ejemplo en ámbitos de interpretación, en eso que se denomina vivir la experiencia turística”, explica Abel Casado.
Precisamente, proyectos como el referido forman parte de la ampliación del servicio dirigido al asesoramiento de emprendedores. Hasta ahora se limitaba, fundamentalmente, al ámbito de la microempresa. La nueva función se dirige a proyectos de más envergadura. Para poder acceder a su materialización y consiguiente financiación europea, se valoran aspectos relativos a su capacidad estratégica para el desarrollo de la comarca y, además, deben intervenir los sectores público y privado.
“Junto a los sectores agroalimentario y turístico, en la Ribera sobresale el del las energías renovables; por el momento frustrado pero con mucho futuro. Tenemos agua, sol, viento y, en menor medida, geotermia”
ASOCIACIONISMO
La última crisis económica se ha cebado también sobre el asociacionismo ribero. Impulsarlo para favorecer la progresión de la Comarca es otro de los retos de Abel Casado: “la existencia de un grado de asociacionismo fuerte es fundamental para el cumplimiento de nuestros objetivos de desarrollo. Se trata de identificar a los actores que participan en el proceso de desarrollo económico y social para, después, buscar espacios de colaboración en torno a intereses comunes, sectoriales o sociales. Y en la medida en que podamos hacer realidad proyectos estratégicos, que puedan tener resultados inmediatos, estaremos favoreciendo la necesidad de asociarse”.