Pese a constituir uno de sus “grandes intereses” y pese a sus orígenes (es hijo de Peio Irujo, histórico dirigente nacionalista en Navarra y sobrino-nieto de Manuel de Irujo, ministro de Justicia durante la II República), la actividad política desarrollada por Mikel Irujo Amezaga (Caracas, 1972) apenas abarca un paréntesis de cuatro años.
Así que, en 2009, tras dejar sus actividades en el Parlamento Europeo, Irujo retomó una trayectoria profesional con un nuevo encargo. Desde la firma navarra Thomson Reuters Aranzadi le reclamaron para la puesta en marcha de una nueva línea de actividad vinculada con la Legislación comunitaria (programas, licitaciones). Y ahí estaba nuestro protagonista. A punto de cumplir sus primeras dos décadas de trayectoria profesional en la empresa privada y cuando se aprestaba a que este año 2016 fuera el definitivo para presentar y defender su tesis doctoral es cuando el destino le volvió a ofrecer una segunda oportunidad. En este caso, fue el pasado verano y la propuesta era la de convertirse en delegado de Navarra en Bruselas y, tal y como él mismo reconoce, “no lo pude rechazar”.
Pregunta (P): ¿Cuáles son las funciones de una delegación como la que tiene Navarra en la capital europea?
Respuesta (R): Simplificando mucho, cumplimos tres objetivos fundamentalmente. Uno, desempeñar una labor de representación institucional tal y como sucede con todas y cada una las 260 regiones que forman la Unión Europea. En segundo lugar, prestar apoyo en la captación de fondos e impulsar la participación de nuestros representantes en los programas y licitaciones europeos. Finalmente, aunque no sea una labor exclusiva de la delegación, también respaldamos la promoción exterior de Navarra.
(P): ¿Y con qué medios cuentan para poder afrontar esas tareas?
(R): La delegación de Navarra está formada por un administrativo que ocupa ese puesto desde 2002 y yo. Es el equipo con el que contamos. Sin duda somos una estructura pequeña y con medios muy limitados si lo comparamos con delegaciones monstruosas como la de Escocia, formada por 40 personas o, incluso, Baviera que se le puede considerar por sí misma como una representación permanente. Sin embargo, en atención a nuestro tamaño, yo creo que Navarra no debiera entrar ahí ni ser una de sus prioridades…
Navarra necesita tener un instrumento que le permita coordinarse internamente, disponer de un protocolo de actuación y, sobre todo, articular una respuesta adecuada a unos asuntos que serán cada vez más complejos y transversales.
(P): Entonces, ¿por dónde ha empezado? ¿Cuáles han sido sus primeras decisiones y qué ruta pretende seguir?
(R): El objetivo para este año es la aprobación de un borrador de Plan de Acción Europea para Navarra que sirva de base para coordinar la acción de nuestro gobierno en política exterior. Es decir, algo que no ha existido nunca y en el que se detalle una estrategia, unos objetivos, unas acciones y unos baremos para medir el nivel de cumplimiento. Es verdad, que Navarra sí ha tenido planes de acción exterior pero muy centrados en el ámbito empresarial por lo que siempre ha estado muy limitado a las consejerías vinculadas con la actividad económica.
Sin embargo, eso ya no sirve porque una de las prioridades para los próximos años que mantiene la Comisión es, por ejemplo, el impulso de la llamada “economía circular” entendida desde diversos ámbitos. El económico, por supuesto pero, también, el industrial (gestión de plásticos, ecodiseño); legal (se anuncia un ambicioso paquete de reformas y nuevas normativas) y, hasta formativo (concienciación, educación). A todas estas actividades, la Comisión destinará los próximos dos años parte del presupuesto reservado para el programa Horizonte2020.
Esa cantidad, que se cifra en unos 615 millones de euros, se prevé completar más adelante con futuros créditos que podrían alcanzar los 5.000 millones para unas actividades que afectarán a distintas áreas y departamentos tan diferentes como el de medio ambiente, la administración local, la industria o la educación… Entonces, disponer de un plan vinculado únicamente al ámbito empresarial o económico nos limita y nos impide poder afrontar todo el proceso en su conjunto.
Además, la “economía circular” es una de las prioridades marcadas por la Comisión Europea pero luego está toda la actividad que también se va a desarrollar en materia de redes, o con los centros tecnológicos. He querido poner este ejemplo para que se entienda que existen muchas prioridades, que el Gobierno de Navarra no puede pretende cubrir todas y que necesita tener un instrumento que le permita coordinarse internamente, disponer de un protocolo de actuación y, sobre todo, articular una respuesta adecuada a unos asuntos que serán cada vez más complejos y transversales.
Si las empresas han sido las primeras que han visto, desde hace ya muchos años, que es en el mercado exterior donde se juegan su futuro, a nivel de gobiernos es exactamente lo mismo. De hecho, debiera ser un camino que ambos (sector público y sector privado) debieran recorrer en paralelo.
(P): Todo un año para la elaboración de un borrador, puede que alguno no esté del todo de acuerdo..
(R): Me gustaría ser más ambicioso, pero de momento me parece muy prematuro porque, además, es mejor hacer bien el trabajo y que tenga cierta vocación de permanencia y que no haya un cambio de gobierno y haya que volver a empezar desde cero. Lo que sí está claro es que hay cinco regiones que todo el mundo considera que son “punteras” en Europa y no son, precisamente, las alemanas, que va a otro ritmo.
Hablamos de Escocia, Flandes, Lombardía, País Vasco y hay quien discute si ese quinto puesto lo disputan Cataluña, Valonia o algunas regiones finlandesas. El orden es lo de menos, lo que importa es que todas ellas cuentan con un plan de acción exterior y, en esa misma idea, también están otras regiones que funcionan igual de bien pero tienen un tamaño más pequeño. Estamos hablando de modelos que hay que analizar y trasladar a la realidad de Navarra.
PARA-DIPLOMACIA
(P): Por sus palabras pudiera interpretarse que Navarra ha trabajado como si fuera una especie de “isla”
(R) Yo creo que tiene que ver más con un tema de prioridades. Si las empresas han sido las primeras que han visto, desde hace ya muchos años, que es en el mercado exterior donde se juegan su futuro, a nivel de gobiernos es exactamente lo mismo. De hecho, debiera ser un camino que ambos (sector público y sector privado) debieran recorrer en paralelo.
En el caso de la Unión Europea, además, existen un sinfín de mecanismos que otras regiones utilizan desde hace muchos años y que Navarra prácticamente no ha desempeñado nunca. No solo hablo de temas fronterizos o transfronterizos como puede ser el acuerdo para trabajar conjuntamente dentro de la Eurorregión Atlántica con Aquitania y el País Vasco. También se dan alianzas entres dos o tres regiones alejadas para la creación de un cluster o para el desarrollo de un proyecto concreto de innovación, la puesta en marcha de foros empresariales de intercambio… Es decir, se trata de una especie que yo defino como “para diplomacia” porque no está reconocida como tal pero que se ha hecho durante muchos años y que, sin embargo, Navarra nunca ha realizado.
Mi anterior predecesor, Ignacio Baleztena hizo una labor muy proactiva e introdujo a Navarra en la red VANGUARD, muy exclusiva, donde solo están 27 territorios de la Unión, los más tecnológicos y los más comprometidos efectivamente con la I+D
(P): ¿Es Navarra, por lo tanto, una ‘gran desconocida’ en la Unión Europea?
(R): Todo lo que he dicho hasta ahora no me impide decir que la anterior delegación hizo una labor muy proactiva. Por ejemplo, introdujo a Navarra en varias redes entre las que destaca nuestra presencia en VANGUARD, una red que aglutina a las regiones más tecnológicas. Ahí solo están 27 territorios y, uno de ellos, es la Comunidad foral por la labor del anterior delegado, Ignacio Baleztena y, sobre todo, porque cumplimos una serie de requisitos muy exclusivos como, por ejemplo, un compromiso presupuestario de apoyo efectivo a la I+D.
DISPONIBILIDAD Y SERVICIOS
(P): ¿Cuál es la imagen que se traslada Navarra fuera de sus fronteras?
(R): Somos una región pequeña, de apenas 650.000 habitantes, pero tremendamente activa y con enormes potencialidades. Por ejemplo, creo que les ha pasado también a mis antecesores Ignacio Baleztena y María Lozano, cuando comentas el número de centros tecnológicos que tenemos, resulta bastante sorprendente para nuestros interlocutores. Por eso mismo, es una pena que, pese a nuestra buena imagen, no tenemos un Plan de Acción que nos ayude a coordinar, explotar y fijar prioridades.
No podemos seguir encerrados en nosotros mismos creyendo que otros van a hacer nuestro papel exterior. Igual que cualquier empresa tiene claro que su futuro pasa por internacionalizarse, el Gobierno debe tener esa misma óptica. Navarra tiene que ir a Bruselas y ser capaz de aprovechar su presencia para traer más retorno y para ofrecer más oportunidades a sus empresas.
Somos una región pequeña, de apenas 650.000 habitantes, pero tremendamente activa y con enormes potencialidades. Por ejemplo, cuando comentas el número de centros tecnológicos que tenemos, resulta bastante sorprendente para nuestros interlocutores.
(P): Precisamente, como última cuestión, ¿qué podrán encontrar las empresas de Navarra que acudan a nuestra delegación en la capital europea?
(R): El mercado europeo se mantiene como el principal destinatario de nuestros productos. Por eso, vamos a lanzar, confío que a finales de enero, un punto de información en el que, además de incluir las convocatorias para facilitar la gestión de las agendas, esperamos ofrecer un compendio de aquellos temas (redes de contacto, licitaciones…) que puedan resultar más interesantes para las empresas que forman nuestro tejido empresarial.
Al mismo tiempo, nuestra intención no solo es compartir la información. También nos pondremos a disposición de las empresas de tal modo que, en la medida de nuestras posibilidades, trataremos de acudir y representarlas o, al menos solicitaremos en su nombre más información en todas aquellas actividades o convocatorias que puedan ser de su interés.
Por ejemplo, dentro de poco va a salir la segunda convocatoria de un programa llamado ELAM, destinado a fomentar la cooperación y el conocimiento entre empresas europeas y de Sudamérica, donde se celebrarán diversos foros temáticos que, aunque suene muy lejanos, pueden resultar muy accesibles e interesantes, también para nuestras pequeñas y medianas empresas. Hay muchos temas ahí, posibilidades e información y nosotros, sin duda, estamos dispuestos a poder facilitarla.
