El edificio de 32 apartamentos de Vivienda Protegida en régimen de alquiler, promovido por Nasuvinsa en el barrio pamplonés de Azpilagaña, fue distinguido con un accésit en los Premios AVS a las Buenas Prácticas de los Gestores Públicos de Vivienda y Suelo. Unos reconocimientos promovidos por la Asociación Española de Gestores Públicos de Vivienda y Suelo (AVS), la entidad que agrupa a las principales administraciones públicas, empresas municipales y organismos que gestionan vivienda social y urbanismo en España.
«El reconocimiento pone en valor la contribución social y medioambiental de este proyecto pionero, dirigido a personas mayores de 60 años y personas con discapacidad, que combina el acceso a una vivienda con espacios comunes orientados al bienestar, la autonomía y la convivencia. El edificio cuenta con zonas compartidas, así como con locales municipales situados en las plantas bajas que ofrecerán servicios al barrio, impulsando la interacción comunitaria y la vida vecinal activa», indicó Nasuvinsa.
El jurado de los Premios AVS valoró especialmente la capacidad del proyecto «para integrar criterios de sostenibilidad social y ambiental, además de la calidad arquitectónica y el enfoque centrado en la eficiencia energética». «Este accésit es un reconocimiento a una forma de hacer vivienda pública comprometida con las personas, el medio ambiente y la innovación social», destacó Javier Burón, director gerente de Nasuvinsa, quien subrayó también que «Azpilagaña 32 demuestra que se pueden combinar accesibilidad, integración social y eficiencia en un solo proyecto, aportando valor al conjunto del tejido urbano».
En línea con estas palabras, la consejera de Vivienda, Juventud y Políticas Migratorias del Gobierno de Navarra, Begoña Alfaro, recalcó que «este proyecto es ejemplo del modelo que impulsa el Gobierno foral: una vivienda pública que responde a los retos del presente y del futuro, pensada para ser asequible, sostenible, accesible y digna».
«El edificio es un modelo de consumo casi nulo, que dispone de sistemas de aerotermia y paneles solares fotovoltaicos e híbridos en cubierta, lo que permite un aprovechamiento energético eficiente utilizando solo energías renovables», agregó Maitane Zazu, responsable de la Sección de Proyectos y Estudios de Nasuvinsa. Además, «todo el sistema energético se gestiona a través de una plataforma inteligente desarrollada por la sociedad pública, que permite monitorizar en tiempo real temperatura, humedad y niveles de CO2».
EL EQUIPO
Otro aspecto destacable, según Nasuvinsa, es su proceso constructivo, «basado en componentes industrializados y el uso de materiales sostenibles, como la madera, lo que redujo tanto los plazos como el impacto ambiental». Zazu coordinó toda la fase de desarrollo y ejecución junto al arquitecto técnico Iñigo Sainz. El equipo de diseño arquitectónico lo componen Javier Oficialdegui y Germán Velázquez, con la colaboración del arquitecto técnico Jesús Arméndariz. En el cálculo estructural intervinieron Raúl Escrivá y Madergia, junto con MYA Ingeniería como ingeniería del proyecto. La obra fue ejecutada por Construcciones Garbayo Chivite, con participación de Viguetas Navarras y Madergia en la estructura.