Un consorcio público-privado de empresas, entidades y centros tecnológicos aspira a convertirse en un referente para la gestión del tratamiento de aguas residuales. El grupo está presidido por el consejero de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno de Navarra, y también presidente de NILSA, José Javier Esparza, quien ha destacado que “el consorcio ha estudiado ya más de 25 proyectos a nivel nacional e internacional, que incluyen desde la comercialización y trabajos de consultoría territorial, jurídica, técnica y medioambiental, hasta el diseño, construcción y gestión de las instalaciones para el tratamiento de aguas residuales”.
El nuevo consorcio, integrado por el Ejecutivo foral, a través de la sociedad pública NILSA, y nueve empresas y entidades: Aqualia, Arian, EIN, Ingeniería Proyectos Navarra, Iniciativas Innovadoras, Kaizen-Eureka y Whitebiotech, así como los centros tecnológicos AIN y CNTA. Fundación Moderna gesionará el grupo.
FORMACIÓN DEL CONSORCIO
Este proceso se inició a finales del 2013, cuando se publicó un pliego de condiciones abierto para participar en la formación del consorcio, que recibió nueve candidaturas. Todas ellas cumplían las condiciones mínimas de solvencia, experiencia y capacidad para formar parte del proyecto.
El papel de NILSA es coordinar las competencias y experiencias de las empresas en el sector, así como facilitar las relaciones con otras entidades públicas e institucionales nacionales e internacionales.
En la actualidad, NILSA gestiona más de 85 instalaciones que dan servicio a localidades de más de 2.000 habitantes de toda Navarra, lo que ha hecho posible cumplir la directiva europea de aguas residuales 91/271, único caso en España. Cabe indicar que esta norma establece un marco comunitario para la depuración de las aguas residuales, y establece la obligación de depurar las aguas residuales procedentes de concentraciones urbanas mayores de 2.000 habitantes.