El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, José María Aierdi, subrayó este jueves que el sector del vino «se enfrenta a una situación complicada», pues a su «crisis específica» se añaden en este momento los aranceles anunciados por Estados Unidos, que «afectan seriamente a una situación ya dañada».
Durante el pleno parlamentario de control, Aierdi precisó no obstante que «todavía es pronto para hacer un análisis más detallado ante los vaivenes» de la política arancelaria del país norteamericano. «No sería prudente adelantar una postura catastrofista en este momento. Debemos estar atentos para ver cómo afectan los movimientos al sector del vino, uno de cuyos principales clientes es el mercado norteamericano», apuntó.
A su juicio, debería producirse «una respuesta unitaria y contundente» del conjunto de la UE. «Y yo creo que es en los términos en los que se está planteando», incidió el consejero, quien recordó que «el problema del vino no ha nacido con los aranceles de Trump», sino que estos «agravan su situación».
«Estamos hablando de una producción no importante por el volumen sino, realmente, por ser un producto diferenciado, de altísima calidad, que debemos cuidar y que debemos potenciar. Es cierto que el viñedo ha ido perdiendo peso en nuestra comunidad. De las 26.000 hectáreas en 2005 hemos pasado a las actuales 16.000, pero mantenemos un tejido productivo muy importante: más de 2.830 personas viticultoras, tanto físicas como jurídicas, demuestran el potencial y la fuerza de este sector», defendió.
En este sentido, hizo hincapié en que el sector se ha visto impactado «por sucesivas crisis»: «la pandemia, la geopolítica, el cambio climático y la sequía, los aranceles ahora…». Así, agregó que «aliviar una crisis puntual o coyuntural de sobreproducción es importante», pero que lo fundamental es «hacer una reflexión sobre la situación estructural», qué medidas «se pueden afrontar» y dónde se va a «poner el acento».
«Esas medidas estructurales tienen que ver con abordar medidas de gestión de la producción, del potencial de producción de nuestro sector, volumen de producción por hectárea, programas que equilibren el potencial productivo, refuerzo de la promoción y búsqueda de nuevos mercados, etiquetado electrónico que facilite también la internacionalización de las pequeñas bodegas en este campo… Por eso, en el año 2025 estamos combinando medidas coyunturales con medidas estructurales», indicó.
Según el consejero, las medidas no deben enfocarse solo a ajustar la producción «para evitar desequilibrios puntuales», sino que deben incidir también «en la calidad de la oferta; en actuar sobre la demanda; y en acciones de promoción, comercialización, certificación y control de la calidad, incrementando también la participación a través de Reyno Gourmet en ferias y eventos».
LOS GRUPOS
Javier Ollo, de Geroa Bai, recordó que, en 2024 «el vino representó el 8,3 % de las exportaciones de los productos agroalimentarios», alcanzando los 158,65 millones de euros, un 0,6 % más que en 2023. De esta cifra, las ventas a EEUU supusieron 11,16 millones. «Estados Unidos es, sin duda, uno de los principales destinos de las exportaciones de vino de Navarra», remarcó.
Por su parte, Miguel Bujanda (UPN) se mostró muy criticó con el consejero: «Pensaba que íbamos a escuchar alguna medida de verdad, pero ha sido un bonito acto de autobombo más propio de un photocall que de un Parlamento serio. Mientras ustedes se han repartido aplausos, la realidad vitivinícola de Navarra, la Rioja y el País Vasco es diferente. Mientras allí han movilizado dinero propio para crisis de mercado anteriores, el Gobierno de María Chivite ni un solo euro», denunció.
En el lado opuesto, Carlos Mena (PSN) defendió que el Gobierno de Navarra ha actuado «con responsabilidad, con diálogo y con medidas concretas». Sin embargo, «hay amenazas más allá de nuestras fronteras», ya que Estados Unidos «plantea aranceles del 200 % al vino europeo y, de aplicarse, dejaría fuera del mercado estadounidense a muchos de nuestros vinos».
Al mismo tiempo, Adolfo Araiz (EH Bildu) compartió con el consejero que es «pronto» para evaluar «los vaivenes» de la política arancelaria de Trump y que «no se sabe cómo va a terminar», por lo que «hay que ser prudentes». Sin embargo, matizó que la situación del sector «no está provocada por lo que está ahora pasando», sino que viene derivada de factores como la reducción del consumo y la sobreproducción, «que hay que atajar y a la que hay que buscar soluciones no coyunturales, sino estructurales».
Irene Royo (PPN), por su parte, afirmó que «la situación más grave y de gran incertidumbre en estos momentos viene de la mano de los aranceles de Trump», de modo que es ahí donde hace falta «empezar a tomar decisiones». «Ni que decir tiene la importancia de las exportaciones a Estados Unidos de nuestro vino, ya que es nuestro cuarto mercado y difícilmente sustituible».
Además, Carlos Guzmán (Contigo-Zurekin) puso el foco en que el sector «lleva ya unos cuantos años sufriendo una crisis continuada» debido al «descenso del consumo, la reducción de hectáreas, cierta sobreproducción en algunos sectores y, en estos momentos», la «guerra arancelaria» de Trump. «Ante esta crisis, que no es nueva, que es continuada a lo largo de los últimos años, el Gobierno de Navarra y este departamento vienen actuando y acompañando a nuestros productores», enfatizó.
Por último, Emilio Jiménez (Grupo Mixto) criticó que «antes sacaban a pasear a Franco» y «ahora sacan a pasear a Trump». «La culpa es del dios Baco, que está de huelga y, por lo visto, nunca nosotros nos miramos y asumimos cierta responsabilidad», ironizó. A su juicio, «lo que está pasando viene de lejos» y deriva de «las políticas de los burócratas de Bruselas».