Los 22.339 expedientes sobre el impuesto de sucesiones y donaciones tramitados supusieron unos ingresos de 49,5 millones para la Hacienda Tributaria de Navarra en 2017, según se pone de manifiesto en un informe de la Cámara de Comptos, que indica que la gestión del tributo se ajusta a la normativa y es “razonable teniendo en cuenta los medios personales e informáticos disponibles”. La recaudación se ha mantenido alrededor de los 50 millones en los últimos años, con la excepción de 2013 en el que se superaron los 90 millones por tres expedientes poco habituales de gran volumen económico. De lo recaudado este año, 44 millones corresponden a sucesiones.
El impuesto de sucesiones y donaciones es un tributo de naturaleza directa que grava los incrementos patrimoniales obtenidos por personas físicas, relacionados con las sucesiones mortis causa o donaciones inter vivos. En ambos casos se grava la adquisición de bienes y derechos, así como contratos de seguro sobre la vida. La diferencia es que en el primer caso los bienes provienen de una persona fallecida y en el segundo la donación se realiza en vida.
GESTIÓN ADECUADA
El órgano fiscalizador señala que “los tipos de gravamen, deducciones, bonificaciones y exenciones varían significativamente entre comunidades autónomas, por lo que las cuotas tributarias también son muy diferentes”. Pone como ejemplo el de una persona soltera que hereda bienes de su padre por valor de 800.000 euros. En ese caso, quienes tributan en Aragón pagarían 155.000 euros por el impuesto de sucesiones, mientras que en Andalucía no tributarían nada al estar exentas de pago las sucesiones por valor inferior al millón de euros. Navarra se sitúa en el sexto lugar de la clasificación, con una cuota de 17.000 euros.
Respecto al impuesto de donaciones, el ejemplo plantea que una persona soltera reciba de uno de sus progenitores 800.000 euros en dinero efectivo. En este caso, quienes tributen en Andalucía pagarían 208.000 euros y en Canarias solo tendrían una cuota de 200 euros. Navarra se sitúa en los lugares bajos de la tabla, con una cuota de 16.000 euros.
Los tipos de gravamen deducciones, bonificaciones y exenciones del impuesto varían significativamente entre comunidades autónomas, por lo que las cuotas tributarias también son muy diferentes
En su informe, la Cámara de Comptos afirma que la gestión del impuesto de sucesiones y donaciones es “adecuada a la normativa aplicable y razonable teniendo en cuenta los medios personales e informáticos disponibles”.
Por otro lado, propone reforzar el control de determinados aspectos como: la interconexión de las aplicaciones informáticas en la gestión de impuestos; automatizar las autoliquidaciones del impuesto para facilitar la presentación de la documentación necesaria; comprobar si todos los bienes han sido incluidos en las declaraciones y si sus valoraciones son adecuadas; y transmitir la información del impuesto de sucesiones y donaciones a los responsables e otros impuestos de la Hacienda Tributaria Foral y de otras comunidades.
En cuanto a las actuaciones de control tributario realizadas, fundamentalmente sobre el importe declarado por los contribuyentes, la Cámara de Comptos ha constatado que entre 2013 y 2017 generaron unos ingresos presupuestarios de 7,4 millones. De esa cantidad reclamada por la Hacienda Tributaria, hasta ahora se ha cobrado el 94%.
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