El Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra presentó este martes el programa Lurberri de relevo generacional en el sector primario, que incluye doce acciones concretas para favorecer la incorporación de personas jóvenes a las actividades agrícolas, ganaderas o agroalimentarias.
Ante más de medio centenar de representantes del sector procedentes de organizaciones agrarias, cooperativas, centros de formación, grupos de acción local o profesionales de figuras de calidad agroalimentaria, el consejero José María Aierdi, junto con el director general de Desarrollo Rural, Rubén Goñi, y la directora gerente de la sociedad pública INTIA, Natalia Bellostas, presentaron este programa en el centro de interpretación de las foces de Lumbier. Su objetivo es “facilitar nuevas incorporaciones al sector (especialmente personas jóvenes o profesionales a tiempo parcial), evitar el abandono de explotaciones agrarias, fijar población en el medio rural, hacer atractiva esta actividad y promover modelos sostenibles de producción alimentaria”.
Según informó el Ejecutivo foral, el nuevo programa estará dotado con 4,1 millones de euros en 2025 y una previsión total de 22,5 millones durante los próximos cinco años, hasta 2029, “sin contar otras aportaciones que puedan llegar desde la Unión Europea en distintas líneas de intervenciones de la Política Agrícola Común (PAC) para la modernización de explotaciones agrarias o el desarrollo de proyectos piloto”.
INCREMENTO DE AYUDAS
Entre las distintas acciones que recoge el plan se encuentran medidas de discriminación positiva en el acceso a las ayudas, el incremento de las subvenciones a la primera instalación de personas jóvenes y el establecimiento de nuevos pagos suplementarios de entre 40.000 y 100.000 euros “para primar determinados factores de producción familiar o sostenible”; programas de tutorización o acompañamiento técnico de INTIA “para intermediar entre profesionales del sector que estén próximos a su jubilación y personas jóvenes interesadas en tomar el relevo de estas explotaciones”; o la oferta de denominados ‘espacios test’, donde las personas aspirantes “puedan desarrollar una experiencia a escala real en una explotación para evaluar previamente la viabilidad de su proyecto agrario”.
Asimismo, el programa incluye otras iniciativas más puntuales como la creación de un banco de tierras e infraestructuras “que puedan quedar en desuso por falta de relevo para facilitar su recuperación y traspaso” o la puesta en marcha de una escuela de pastoreo en el Pirineo “para promover la ganadería extensiva”, entre otras.
INICIATIVA PÚBLICA PARA INVERTIR LA TENDENCIA RURAL
“La puesta en marcha de acciones que supongan un punto de inflexión y garanticen el relevo generacional en la actividad agraria es una prioridad de primer orden para el futuro del sector agroalimentario de Navarra y el mantenimiento de un mundo rural vivo y activo”, subrayó Aierdi.
El consejero apuntó que “si siempre haces lo mismo, no esperes resultados diferentes” para defender que la Administración debe adoptar iniciativas novedosas con el fin de “invertir la tendencia de envejecimiento en el sector primario”. En este contexto enmarcó la nueva Ley Foral de Desarrollo Rural, cuyo primer borrador se está actualmente sometiendo a debate entre los agentes agrarios y territoriales implicados, y el programa de relevo generacional en el sector primario que su departamento presentó este martes.
Además, se refirió a la necesidad de “activar herramientas reales que ofrezcan soluciones ante las principales barreras que encuentran las personas jóvenes para incorporarse al sector primario, como son las dificultades para acceder a la tierra y a los derechos agrarios o para obtener financiación en su primera instalación”.
COLABORACIÓN
El titular de Desarrollo Rural del Ejecutivo foral subrayó que el programa Lurberri “es un primer paso ya que su implementación exige, a partir de ahora, la implicación y participación de los agentes sectoriales implicados”. Así, varias de las acciones contempladas en el plan “requieren de la necesaria colaboración de sindicatos, asociaciones o cooperativas agrarias, grupos de acción local u otras entidades del sector”.
Después de la presentación, los asistentes se desplazaron hasta la localidad pirenaica de Navascués para visitar una granja de ganado ovino de carne regentada por los hermanos Redín-Ayechu, próximos a su jubilación y que, sin embargo, no cuentan con un relevo familiar: “Estarían interesados en ceder su explotación para darle continuidad a través de profesionales relevistas”.