El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Ejecutivo foral, José María Aierdi, y la directora gerente de INTIA, Natalia Bellostas, se citaron este jueves con un centenar de profesionales del sector cerealista navarro para mostrar los más de 40 ensayos desarrollados por la sociedad pública en su finca experimental de Arazuri. Una labor investigadora que se lleva a cabo «con la finalidad de mejorar la productividad y la sostenibilidad de los cultivos extensivos».
«La investigación aplicada es una de las bases de nuestro modelo de apoyo al sector, ya que la gestión del conocimiento generado por el gran volumen de ensayos de INTIA permite reaccionar ante los actuales y futuros retos del sector, como pueden ser la selección de variedades que mejor responden ante el cambio climático o la transferencia de resultados aplicados a nuestras diferentes zonas agroclimáticas», señaló el consejero.
En total, la sociedad pública navarra realiza anualmente en torno a 250 ensayos a lo largo de toda la geografía navarra, de los cuales más de 150 se dedican a cultivos extensivos y se ubican en distintas zonas agroclimáticas de secanos de Navarra. Concretamente en Arazuri, en Ilundáin, Olite…
«En cada uno de esos ensayos se prueba alguna novedad, bien sea en el ámbito de las variedades, de la fertilización, de la gestión integrada de plagas, o de cualquier otra técnica de cultivo asociada a alguna de las especies cultivadas en Navarra», indicó el Ejecutivo foral. Así, los visitados en esta jornada se centran en comparar distintas variedades de guisante, trigo y cebada en cultivos extensivos; en analizar las estrategias de control de plagas y enfermedades; y en diferentes manejos de fertilización.
INTIA se encarga de analizar así el comportamiento de más de 300 variedades diferentes en trigo y otros cultivos extensivos como cebada, avena, oleaginosas o leguminosas. Algunas de estas pruebas se enmarcan en el proyecto LIFE NAdapta, que investiga las estrategias de adaptación al cambio climático: «Con los resultados del estudio de estas variedades, se trasladan al sector cerealista una serie de recomendaciones para la siguiente campaña».
ALTA PRODUCTIVIDAD
La campaña del cereal ha estado marcada por diversas circunstancias climáticas con distinta repercusión en función de las tres zonas: Sur, Media o Baja Montaña. El factor climatológico más reseñable ha sido la abundancia de precipitaciones durante los meses de invierno y primavera. «Previsiblemente, estamos ante otro buen año respecto a la productividad de los cereales y habrá que esperar cómo se posiciona respecto a la mejor campaña conocida, que fue la del año pasado», resaltó Jesús Goñi, coordinador de Experimentación agrícola de INTIA y que hizo un balance por áreas geográficas: «Todas las zonas están con una buena previsión de rendimiento, siendo más penalizadas las zonas o incluso las parcelas que peor drenaje tienen y pueden haber sufrido de exceso de humedad».