Los pamploneses Pablo Colín y David Ustárroz, de 38 y 28 años respectivamente, ultiman la apertura de un centro deportivo en Mutilva bajo el nombre de Ark Training Club. Ya cuenta con sesenta personas inscritas, y su inauguración está prevista para el 3 de febrero, aunque se celebrarán dos jornadas de puertas abiertas este viernes y sábado. Se trata de un centro de entrenamiento que cuenta con una superficie total de 700 metros cuadrados y una zona exterior de 300 metros cuadrados, que proyectan utilizar para actividades complementarias.
Además, la nave posee una planta superior que estará orientada al entrenamiento de grupos reducidos. «Máximo de cuatro personas. En la Comarca de Pamplona es un servicio poco extendido, pero es muy útil para personas que buscan una actividad más exclusiva, con mayor atención por parte del entrenador y lejos de la incomodidad que puede generar un box para los principiantes», detalla Ustárroz para destacar acto seguido la importancia de dejarse asesorar por un experto. «El gimnasio convencional es el deporte que la gente más practica pensando que no necesita una guía porque ha visto vídeos en redes sociales. Somos unos firmes defensores del entrenamiento funcional porque siempre lo hemos practicado. Sin embargo, no queremos atarnos a ninguna modalidad concreta», afirma Colín.
De hecho, ambos dirigirán sesiones diarias de Metcon (Metabolic Conditioning) y entrenamiento híbrido. «Este último fusiona ejercicios de fuerza con cardiovasculares para mejorar la resistencia», apunta el más joven de los dos.
El centro está equipado con todo tipo de mancuernas, kettlebells, racks para movimientos gimnásticos, barras, rampas, cajones y bicicletas y esquís estáticos. El horario de apertura será desde las seis y media de la mañana hasta las nueve y media de la noche.
FORMACIÓN Y EXPERIENCIA
Entre otros títulos, ambos emprendedores poseen un grado superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas (TAFAD) por la Universidad Alfonso X el Sabio, aunque Ustárroz se graduó antes. «Hace dos años me fui a Marbella para ser entrenador personal por mi cuenta y como autónomo», explica. Por el poder adquisitivo de sus potenciales clientes, Madrid y la ciudad malagueña eran las principales opciones. «Me iba bien, pero Pablo me llamó con la idea de montar un centro juntos y me ilusioné mucho», agrega.
Aunque de pequeño jugó al fútbol, Ustárroz destacó en su infancia y adolescencia como jugador de baloncesto en Ursulinas, aunque también defendió los colores de Jesuitas y de la Universidad de Navarra. «A los veinte años, empecé a compaginar el básquet con el entrenamiento funcional. Pero este requiere mucho tiempo y dedicación, por lo que te queda poca energía para practicar otras disciplinas», matiza.
Por su parte, Colín empezó a impartir clases de entrenamiento funcional hace ya una década, y fue uno de los fundadores de CrossFit Runa hasta que se desvinculó hace un año. De hecho, ambos se conocieron en sus instalaciones de Cordovilla. «Solíamos hablar sobre la posibilidad de montar algo por nuestra cuenta porque nos apetecía tomar nuestras propias decisiones», admite Ustárroz mientras su socio reconoce que ninguno de los dos contaba inicialmente con un gran espíritu emprendedor. «Yo nunca lo había tenido. Pero, a veces, las cosas en la vida vienen dadas así…», asume este último entre risas.
Aunque durante los últimos tres meses se han centrado en las obras, también han sacado algo de tiempo para entrenar. «Toda mi vida he sido jugador de hockey sobre patines en Lagunak. Me desvinculé durante unas temporadas para formarme en el entrenamiento funcional, pero hoy vuelvo a tener ficha», celebra Colín.
Ambos trabajan a destajo estos días para que el centro esté en perfectas condiciones el próximo 3 de febrero. «Primero, la gente tiene que saber qué ofrecemos, y por eso hemos organizado las sesiones de puertas abiertas», incide Ustárroz. Aunque todavía quedan unos días para la apertura del centro, ya han creado una comunidad en redes sociales. De hecho, cuentan con más de quinientos seguidores en Instagram, donde han publicado contenido de alta calidad gracias a la ayuda de sus amigos Julian Grochowicz y María Pastor.