jueves, 12 diciembre 2024

Caremploy, ANEL, Pamplona, Miguel Laparra

El encuentro internacional celebrado en estas últimas horas en Pamplona marca la recta final del Proyecto CAREMPLOY, que tras dos años de duración finaliza el próximo mes de agosto. Se trata de una iniciativa por el que el programa Prepárate de ANEL de formación para mujeres en el sector socio-sanitario “ha sido transferido y adaptado a las necesidades concretas de Italia, Rumanía, Francia y Lituania”, como explicó Eva Jimeno de la Asociación de Empresas de Economía Social de Navarra, ANEL.

Jimeno destacó que el programa Prepárate, impartido por la citada asociación en seis ediciones, ha tenido como objetivo promover la inserción laboral de mujeres en el sector de ‘empleos blancos’ y les ha permitido conocer el modelo de Economía Social. En el mismo han participado 107 alumnas con un nivel de empleo que supera el 75%, muchas de ellas paradas de larga duración.

Como explicó Itziar Flandes de Iniciativas Innovadoras, que ha liderado el proyecto en colaboración con ANEL, han participado entidades de cuatro países miembro de la Unión Europea (Italia, Rumanía, Francia y Lituania), con perfiles especializados en formación en el ámbito social y con orientación a la promoción del empleo de colectivos desfavorecidos, así como con experiencia en el ámbito de la economía social y la innovación en nuevos métodos de formación.

Caremploy, ANEL, Pamplona,

Así explicaron su experiencia de colaboración internacional Andreea Micu investigadora del Center for Promoting Lifelong Learning de Rumania; Sofia Jobbagy de FormAzione Co&So Network de la Toscana (Italia), Justina Kiudyte del centro de innovación social VšĮ Socialinių inovacijų centras de Lituana y Anne-Elisabeth Lenl de ORT, una red de centros para la investigación y formación.

Por su parte, Gabriel Brie, presidente de la Residencia de Jóvenes Trabajadores de Pau y miembro del Pôle Territorial de Cooperation Economique, abordó las transformaciones que las prestaciones sociales están viviendo en Francia. Existe “un cambio de paradigma en un entorno de envejecimiento de la población”, de ahí la importancia de reafirmar los valores basados en la Economía Social y Solidaria de quienes trabajan en el sector. Se trataría de crear un nuevo modelo que desarrolle el emprendimiento social, siempre pensando en el usuario final.

CO-HOUSING
En un entorno cada vez más participativo, es importante, como indicó José Mari Tabar, presidente de la Asociación Mendiko Artea para Personas Mayores, “empezar a soñar imposibles” y ser capaces “de pararnos a pensar cómo queremos envejecer”.

Caremploy, ANEL, Pamplona, De ahí que en una localidad como Bidaurreta en Navarra se haya planteado un proyecto envejecimiento activo y de co-housing o viviendas comunitarias. A través del contacto de José Mari Tabar con Maite Sánchez, especialista en innovación social, en un encuentro organizado por ANEL está localidad se ha convertido en pionera en Navarra en este tipo de proyectos.

Así se han unido para diseñar su futuro de forma conjunta, realizar actividades para facilitar la convivencia y la participación social, y a medio plazo, impulsar de manera participativa y autogestionada un modelo de vivienda comunitaria sin ánimo de lucro.

COOPERATIVIMOS E INNOVACIÓN
Grupo Servicios Sociales Integrados S. Coop. es una cooperativa que integra empresas de iniciativa social y de utilidad pública, compuesta por personas profesionales y gestoras, para dar respuesta de forma integral a las necesidades sociales de personas con vulnerabilidad social y dependencia en Euskadi. Actualmente trabajan en 16 municipios, atienden a 2.200 personas, dan trabajo a un 98% mujeres, con 201 socias y más de 400 empleos.

Como explicó la presidenta de la cooperativa, Mertxe Arribas, esta organización forma parte de la red vasca de I+D porque también en este sector la innovación es fundamental. De ahí que decidieran crear su propio centro de formación con un Living Lab donde investigar las condiciones óptimas para que una persona pueda vivir.  “Los mayores quieren envejecer en el domicilio” pero con condiciones de seguridad y con la mejor calidad posible.

LAPARRA

El encuentro fue clausurado por el vicepresidente navarro de Derechos Sociales, Miguel Laparra, quien calculó que el sector de atención a la dependencia podría generar 2.000 nuevos empleos en nuestro territorio durante los próximos años debido al envejecimiento de la población, especialmente por el incremento del número de personas que viven más allá de los 85 años.

Ante ese futuro horizonte, Laparra manifestó la intención del Gobierno de Navarra de que sean más las personas que opten por servicios profesionalizados de atención a la dependencia en vez de por ayudas a familiares que ejercen de cuidadores y cuidadoras. De este modo, aseveró, “se generará más empleo y se mejorará en la profesionalidad de la atención que reciben las personas con dependencia”. Igualmente, expresó su deseo de que sean empresas de iniciativa social y cooperativas quienes atiendan esta demanda de servicios profesionales y que empleen a personas con especiales dificultades de inserción laboral o en situación de exclusión social.

Caremploy, ANEL, Pamplona, Miguel LaparraPor su parte, otro de los retos de futuro expuestos por el vicepresidente en su intervención fue mejorar las condiciones laborales del personal que se dedica a la atención sociosanitaria a través de la creación de puestos de trabajo que coticen en el régimen general de la Seguridad Social y tengan derecho a la prestación por desempleo. Finalmente, un tercer factor que quedaría pendiente, en opinión del máximo responsable de las políticas sociales en nuestro territorio, sería garantizar la “sostenibilidad” del servicio en el sentido de que pudiera presentar unos costes “asumibles para la Administración”.  

Cabe destacar que Navarra cuenta en el momento presente con 13.615 personas con dependencia reconocida. De ellas, 5.130 presentan una dependencia moderada; 5.211, severa; y 3.274, gran dependencia. El 76 por ciento de estas personas disponen de una prestación. La mayor parte, 6.319 personas, tienen una ayuda económica para cuidados en el entorno familiar.

Otras 3.661 residen en centros especializados en la atención de personas mayores o con discapacidad, y 406 son atendidas en centros de díaAdemás, 4.298 personas se beneficiaron el pasado año del Servicio de Atención a Domicilio, si bien esta cifra incluye también a personas mayores que no tienen una dependencia reconocida.


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