Pamplona se convertirá, antes de final de año, en una nueva «Zona 30» como ya lo son varios distritos de Madrid, Barcelona o Sevilla; ciudades como Pontevedra, Irún, Vitoria-Gasteiz o San Sebastián o; volviendo a la Comunidad foral, municipios como Ansoáin y Berriozar, entre otros.
Pero, ¿sabemos exactamente en qué consiste esta medida y qué consecuencias tiene para la circulación y la seguridad vial en nuestras calles y plazas? Aquí, ofrecemos respuestas, aclaramos dudas y explicamos algunas de las ventajas que aporta este sistema.
- EL ORIGEN TEÓRICO
Todo nace de la teoría «Power Model» desarrollada en 2004 por Nilsson según la cual si se reduce la velocidad de media de los vehículos un 5%, las cifras de accidentes en los que existan heridos caerían una media del 10% mientras que los siniestros mortales se reducirían el doble, en un 20%.
- ¿QUÉ SON, POR TANTO, LAS ZONAS 30?
Bajo esta denominación se nombra al conjunto de calles en un municipio o ciudad donde se ha limitado la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora. Su objetivo, por tanto, es dar prioridad al uso del transporte comunitario y otro tipo de movilidad considerada «sostenible» (bicicletas, peatonal y similar) frente al vehículo a motor para reducir la siniestralidad en cascos urbanos transitados. Asimismo, se aducen razones medioambientales vinculadas a una reducción en el volumen de las emisiones contaminantes así como una optimización y mejora del consumo y los recursos energéticos.
- ¿PARA QUÉ SITUACIONES SE RECOMIENDA?
Fundamentalmente, vías urbanas de un solo sentido que presenten algunas de las siguientes características:
Intensidad de circulación de vehículos alta
– Zonas transitadas por menores o con colegios, escuelas y parques en las cercanías
– Zonas de mucho tránsito peatonal como hospitales, centros deportivos y urbanizaciones
– Vías transitadas por ciclistas
– Áreas destinadas al tránsito y el movimiento de vehículos pesados
– Ciudades en las que habitualmente llueve puesto que, con la calzada mojada, la distancia de frenada aumenta.
- ¿QUÉ CARACTERÍSTICAS IDENTIFICAN A LAS ZONAS 30?
En primer lugar, las señales (tanto horizontales como verticales) que indican que la velocidad máxima permitida está rebajada a los ya citados 30 kilómetros por hora. Esta primera medida se acompaña de otras como pueden ser, por ejemplo, pasos de cebra ligeramente sobreelevados, badenes y otros elementos similares con los que se pretende obligar al conductor a realizar un tránsito de acuerdo con la limitación establecida.
Como complemento de todo lo anterior, asimismo, se amplían las aceras para fomentar una mayor seguridad del peatón en su desplazamiento y, para el caso de tramos excesivamente largos, se pueden establecer sentidos de circulación recurrentes así como chicanes o cruces con las que evitar la prioridad del conductor y, de paso, reducir su velocidad de paso.
- ¿VENTAJAS DEL SISTEMA?
Como ya se ha mencionado anteriormente, las «Zonas 30» aportan múltiples beneficios del tipo
– Reducción del número de accidentes y, los que se producen, conllevan -generalmente- lesiones menores.
– Eliminación de la contaminación acústica o, al menos, caída de hasta 3 decibelios tras su implantación.
– Sostenibilidad: menor emisión de gases contaminantes
– Mayor fluidez en el tráfico
- ¿Y PAMPLONA?
La capital navarra presentó en noviembre de 2017 una nueva ‘Ordenanza de Movilidad’ en la que se establecía un «período de transición» de unos 6 meses para convertir a la capital navarra en una nueva «Ciudad 30». De acuerdo con la documentación que acompañaba a dicha propuesta de legislación municipal se destacaban estos dos aspectos. El primero, que según el Consistorio, la velocidad media actual en la capital navarra supera ligeramente los 27 kilómetros por hora para vehículos y es de casi 14 kilómetros por hora para el transporte urbano colectivo.
Asimismo, se indicaba que el objetivo final de este proyecto era extender las «Zonas 30» de una forma progresiva y que quedarían excluidas las grandes vías de tráfico intenso, las vías de aproximación a los barrios y, también, las calles residenciales donde se proponía, incluso, limitar aún más la velocidad hasta situarla en los 20 kilómetros por hora.Transcurrido ese «periodo de transición» que hemos mencionado, la realidad es que se han presentado alegaciones por lo que esta normativa todavía no ha entrado en vigor, indican desde la propia administración municipal. No obstante, esta misma semana, el concejal delegado del área de Ciudad Habitable y Vivienda de Pamplona, Joxe Abaurrea, confirmó que el propósito del Ayuntamiento es convertir la ciudad en «Zona 30» «antes de finalizar el año. En ese sentido, según comentó, «el trabajo encomendado en la ordenanza se está cumpliendo y cuando se apruebe se diseñará un mapa donde quedarán reflejadas las calles donde se aplicará esta limitación de 30 kilómetros por hora», sentenció. Veremos entonces.
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