La empresa navarra FuVeX ha sido la ganadora del ‘Pitch contest’ del Blue Invest 2018, cuyos premios fueron entregados el pasado 17 de mayo en Bruselas, e Ikan Biotech, con sede en Noain, ha obtenido recientemente el sello de ‘Pyme innovadora’, emitido por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. En ambos casos se trata de reconocimientos institucionales a su apuesta por las nuevas tecnologías, la investigación y la innovación.
Javier Echarri, CEO de EBN (European Business and Innovation Centers Network, la asociación de Centros Europeos de Empresas e Innovación, CEEIs), que aglutina 140 CEEIs en toda Europa, entregó el premio a Carlos Matilla, director ejecutivo de FuVeX, por su modelo de dron híbrido, que despega y aterriza en vertical y vuela como un avión.
Roberto Díez, Iranzu Lamberto y Rubén Díaz, de Ikan Biotech, con el premio Tecnología Siglo XXI.
FuVeX ha diseñado hasta la fecha tres modelos: dos de propulsión eléctrica y otro híbrido (eléctrica y gasolina), que es el más avanzado pues, con 24 kilos de peso, puede llevar una carga de hasta 2,5 kilos y presenta una autonomía de vuelo de 320 kilómetros. Para comprender el avance de este último desarrollo basta con compararlo con los dos primeros prototipos, que podían volar entre 30 y 80 kilómetros.
Además, en el caso del último prototipo, se le ha dotado de una tecnología que le proporciona el doble de autonomía que los drones convencionales, lo que permite monitorizar superficies extensas, y ahorra de media un 50% de costes con respecto al resto de aeronaves de este tipo existentes en el mercado.
Entre las aplicaciones de este dron, se encuentran la teledetección agrícola, la inspección de grandes infraestructuras, la logística (transporte de paquetes) o la búsqueda y el rescate en alta mar, entre otras.
PROMOTORES
De las siete personas que integran la empresa FuVeX, firma respaldada por Sodena, seis de ellas están vinculadas a la Universidad Pública de Navarra. Es el caso de José Javier Astráin y Jesús Villadangos, profesores del departamento de Ingeniería Matemática e Informática; Carlos Castellano, promotor del Centro Jerónimo de Ayanz de la Universidad; y los egresados Ion Goizueta (Ingeniería Industrial), Tania Jorajuría (Ingeniería de Telecomunicación) y Mael Taleb (Ingeniería Informática). Junto a ellos, trabaja el primer ejecutivo de la firma, el ingeniero aeronáutico Carlos Matilla. 
La compañía, que se localiza en la Ciudad Agroalimentaria de Tudela y cuyo principal inversor es la sociedad pública Sodena, ha sido reconocida por la Comisión Europea como una de las más innovadoras de la Unión Europea, a través de Horizonte2020, el programa marco de investigación e innovación de la UE.
IKAN BIOTECH, PYME INNOVADORA
Por otra parte, Ikan Biotech, empresa participada por Sodena, ha obtenido recientemente el reconocimiento de ‘Pyme innovadora’ (Innovative SME), emitido por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (MINECO). Este sello valora a las pequeñas y medianas empresas por su actividad de Investigación y Desarrollo y, por lo tanto, confirma la contribución de Ikan Biotech a la industria a través de sus soluciones.
Desde la compañía señalan en un comunicado que “en Ikan Biotech nos orgullecemos de ser reconocidos oficialmente por este sello a nuestra actividad continua de I+D. Desde el comienzo de nuestro viaje de negocios, hace tres años, Ikan Biotech ha dedicado recursos para apoyar diferentes proyectos de I+D, ya que creemos que esta es la única forma de abrir la puerta a nuevas tecnologías y soluciones para nuestros clientes”. 
No es el primer reconocimiento para Ikan Biotech en su todavía joven trayectoria. En febrero recibió el premio EmprendedorXXI de Caixabank, y poco después fue galardonada con el Premio Tecnología Siglo XXI en la categoría Empresa del Año. Además, ha marcado un hito al firmar un acuerdo de desarrollo conjunto con la Universidad Rockefeller de New York, al ser la primera vez que una pyme española de Biotecnología llega a un acuerdo de coproducción de productos farmacéuticos (antimicrobianos) con esa entidad.
La firma fue creada en 2015 después de que Roberto Díez-Martínez, doctor en Biología Molecular, Bioquímica y Biomedicina, fuera el primero en reproducir una enfermedad infecciosa humana (una neumonía) en un pez cebra. Su director general se embarcó en este proyecto junto a Rubén Díez Punzano, titulado MBA y certificado European Financial Advisor por Afi, a quienes se sumó posteriormente Iranzu Lamberto Pérez, doctora en Biología Celular y Molecular, con el objetivo de reforzar el área de investigación contra el cáncer. Ikan Biotech está formado por un equipo de profesionales altamente cualificados de entre 26 y 35 años de edad.
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