Más grande, un diseño impecable, el más avanzado equipamiento tecnológico. Son algunas de las virtudes del nuevo Seat Ibiza, que vienen a complementar y mejorar las que lo han convertido en un superventas: unas sobresalientes cualidades ruteras y una agilidad urbana que hacen que sea el modelo polivalente por excelencia.
La quinta generación del Ibiza es el primer Seat que se monta sobre la plataforma modular Volkswagen MQB A0 que utilizarán en el futuro todos los utilitarios del consorcio alemán, incluido el Polo que se fabricará en Landaben. Eso hace que gane espacio interior, sobre todo anchura, pasando a ser uno de los más amplios de su categoría. Por tanto, una asignatura pendiente resuelta.
Es el primer Seat que utiliza la plataforma modular de VW que montará el nuevo Polo
Por otra parte, el diseño de familia de los Seat, aunque poseía personalidad, estaba alejado de las líneas que imperaban en el mercado, lo que retraía algunas ventas sobre todo en el extranjero. Ahora se beneficia del estilo de su hermano mayor, el León, y ofrece una imagen que lo sitúa en la vanguardia. Otra asignatura aprobada.
Además, la pertenencia el grupo VW hace que se beneficie de los últimos avances tecnológicos, tanto en lo que se refiere a la mecánica (motor, suspensiones y transmisión reciben mejoras) como a la electrónica y el equipamiento, donde la lista es interminable: programador de velocidad activo, servofreno de emergencia con detección de obstáculos, encendido del motor manos libres, cámara de visión trasera o una superficie de carga inalámbrica. El sistema multimedia, con opciones de pantalla de 5 y 8 pulgadas, puede incorporar un paquete de compatibilidad para Android Auto, Apple CarPlay y MirrorLink; e ir asociado a un sistema de navegación.
El Seat Ibiza, al contrario de lo que ocurría en versiones anteriores, solo está disponible con carrocería de 5 puertas. Las plazas traseras son así más accesibles, lo que unido a su mayor amplitud y a unos asientos bien pensados hacen de la nueva versión un vehículo más cómodo que los anteriores Ibiza. Además dispone del maletero con más capacidad de todo su segmento, lo que denota su vocación viajera. Todo en el interior está pensado para facilitar la conducción, con mandos sencillos, prácticos y ergonómicamente situados. Transmite sensaciones de consistencia, con buenos ajustes y detalles que le sitúan en un escalón superior al de otros utilitarios.
De momento se puede elegir con motores de gasolina, de 75, 95 y 115 CV. Después de verano llegarán los Diesel (de 80, 95 y 115 CV), más una versión de gasolina de 150 CV (1.5 TSI EVO; motor que también lleva el Volkswagen Golf 2017) y otra que puede funcionar con gasolina y gas natural (TGI) de 90 caballos de potencia. La caja de cambios puede ser manual de cinco o seis velocidades según el motor y, para algunos de ellos, se puede pedir una caja de cambios automática de doble embrague y siete relaciones. A pesar del brío de los motores más potentes, el consumo es muy ajustado, sobre todo en los equipados con el cambio de seis y siete velocidades.
El Ibiza es, sin duda, el modelo de más éxito de entre los fabricados en España. Su evolución desde las primeras generaciones ha sido impresionante, y ahora, al llegar a la quinta, se recarga de argumentos para seguir en cabeza.