El ingeniero de Telecomunicación e investigador de la Universidad Pública de Navarra, UPNA, Mikel Ariz ha diseñado un método ‘low cost’ totalmente novedoso para que una persona pueda controlar con los ojos dispositivos móviles como ordenadores portátiles, teléfonos inteligentes o tabletas. Se trata de un primer paso del que pueden resultar muy beneficiadas personas con gran discapacidad como las tetrapléjicas.
Porque, hasta ahora, los ordenadores que existen que se pueden controlar con la mirada y que están en el mercado suelen ser productos con un coste muy elevado y de acceso, por lo tanto, limitado. Ahora, con esta propuesta, las personas con gran discapacidad podrían hacer uso de unas técnicas similares pero a un precio mucho más ajustado.
Además del ahorro, otra ventaja es la facilitad de uso y su precisión
Al margen del ahorro, la otra gran aportación de este trabajo tiene que ver con la tecnología usada.
De esta forma, si hasta ahora su usaban cámaras de alta resolución para realizar un seguimiento de los ojos, Mikel Ariz ha desarrollado un método de visión por ordenador basado en la posición y orientación de la cabeza respecto a la cámara para facilitar el posterior movimiento.
“La idea ha sido proponer la estimación de la posición de la cabeza en tres dimensiones, de manera que se indique la rotación y la traslación. Este es un paso muy importante, porque utilizando la información del posicionamiento de la cabeza es más sencillo saber dónde está mirando la persona, que sería el paso siguiente que habría que dar para concluir el proyecto”, señala el promotor de esta nueva tecnología.
MÁS OPORTUNIDADES
En ese sentido, aunque esta nueva metodología no ofrece la misma definición que la de las cámaras de alta resolución, se ha obtenido más precisión y mejores resultados que en similares trabajos anteriores. “Se trata de un proyecto muy ambicioso y, lo más importante: accesible para todas las personas, tanto por su coste como por su sencillez. Tan solo sería necesario un ordenador portátil con cámara web. Además, también se podría utilizar como aplicación móvil en teléfonos inteligentes o en tabletas, algo en lo que se trabaja mucho actualmente”, comenta.
No necesita de un entrenamiento previo y se puede aplicar a cualquier objeto
Asimismo, otra de las ventajas de la investigación de Mikel Ariz reside en que no precisa un entrenamiento previo por parte del usuario, “un proceso complejo y muy costoso en tiempo que, además, necesita amplias bases de datos anotadas”. “Esta metodología, en cambio, no lo necesita, lo que supone un importante valor añadido”, apunta.
Finalmente, la metodología desarrollada en esta investigación es generalizable a cualquier objeto. “Se ha aplicado a caras y a personas, pero se puede probar con cualquier objeto al que se quiera hacer un seguimiento con la cámara en el espacio. Tan solo se necesita un modelo tridimensional aproximado de ese objeto. Por ejemplo, se podría reconstruir un edificio turístico en tres dimensiones a partir de fotografías”, sentencia el investigador.