La actividad en Castejón es frenética. Trenasa (Trenes de Navarra S.A.) pertenece al grupo Construcciones y Auxiliar de Ferrocarril (CAF), “uno de los líderes internacionales en el diseño, fabricación, mantenimiento y suministro de equipos y componentes para sistemas ferroviarios”.
En funcionamiento desde 2007, los 150 empleados de la planta –llegaron a bajar a 47 por la crisis- se afanan por tener listos los últimos pedidos de trenes, vagones y autobuses. En este momento, los 18 trenes que compondrán la primera línea de metro de Quito, capital de Ecuador, 108 coches en total, se fabrican aquí. Una vez probados en la factoría navarra, serán enviados a este país de América del Sur en contenedores por transporte marítimo.
En una línea de montaje paralela, los coches de pasajeros denominados “Caledonian Sleeper“, que hacen la ruta Glasgow-Londres en horario nocturno, se inspeccionan antes de ser enviados a Escocia, donde serán ajustados.
FLEXIBILIDAD
La capacidad para adaptarse a las necesidades de los clientes les permiten llevar a cabo proyectos que tendrían difícil encaje en otras plantas del grupo de mayor tamaño.
Así, ser pequeños, lejos de ser un problema, se convierte en el mejor aliado cuando es preciso realizar de forma rápida un cambio de proyecto. “Esto le aporta valor añadido a CAF. Un proyecto tiene una adecuación de medios impresionantes. Si va a durar pocos meses, para las plantas grandes es complejo; hay que hacer una revolución para adecuarlo. Y casi molesta. Sin embargo, en plantas como ésta nos cuesta mucho menos reaccionar: de un mes para otro instalamos una nueva línea y empezamos a fabricar”, explica Luis Fernández, director general de la factoría.
“Si no crecemos más es porque no disponemos de gente cualificada para poder contratar”
Precisamente, esta particularidad contribuyó a mantener una parte de su producción cuando el “tusami” de la crisis los puso contra la espada y la pared. “La crisis económica más importante de los últimos 80 años afectó de manera especial a nuestro mercado. De repente, se dejaron de fabricar trenes. Nosotros, en concreto, veníamos de fabricar trenes de cercanías y de media distancia”, recuerda Fernández. Pero CAF, con presencia en los 5 continentes, es mucho más de una compañía que construye trenes. La inversión en negocios complementarios les hizo entrar, entonces, en el campo de los autobuses eléctricos.
En aquél momento crítico, a través de Vectia, filial de la firma ferroviaria, Trenasa halló un balón de oxigeno. “Los autobuses nos ayudaron a salir adelante. Además, diversificamos mucho: containerización de todo tipo de equipos industriales; diseño, calculo y construcción de bastidores metálicos y utillajes; fabricación de piezas de calderería media y pesada en acero, inoxidable y aluminio, montajes de armarios electrónicos de señalización, montajes auxiliares ferroviarios y un largo etcétera”, explica.
Los autobuses llegaron para quedarse: “Ahora tenemos una línea permanente de fabricación de chasis híbridos eléctricos. Mejorar la movilidad de las personas, la movilidad urbana, es un segmento que no para de crecer. Aumenta la conciencia municipal por lo sostenible, y por eso hay una permanente renovación de flotas, dentro de que los autobuses urbanos tienen una vida útil determinada. Ahora, con otro criterio, encargan autobuses híbridos y eléctricos”.
FUTURO Y FP
“La única manera de reactiva la producción en el futuro era contar con personal que conocía los procesos de producción de trenes”, responde Fernández a la pregunta sobre qué estrategia marcó su hoja de ruta para volver a estar en primera línea si se superaba la crisis.
Mantener este criterio en el adn del modelo de negocio, paradójicamente, es lo que a día de hoy puede ralentizar o, en el peor de los casos, frenar el crecimiento de Trenasa. ¿El motivo? La escasez de perfiles profesionales ajustados a la demanda del tejido empresarial. “Ahora mismo, si no crecemos más es porque no disponemos de gente cualificada para poder contratar”, asegura Fernández.
La industria 4.0 ha introducido en la factoría de Castejón técnicas avanzadas de producción y operaciones con tecnologías inteligentes
“En la Ribera, no contamos de todo el personal cualificado que seríamos capaces de absorber. No hay para todos. Llevamos muchos años solicitando una solución. En nuestro caso, los necesitamos para todos los sectores: soldadura, electricidad, mecánica, mecatrónica, diseño, ….”, lamenta.
Sobre las causas que han conducido al referido desabastecimiento, Fernández opina lo siguiente: “Primero, hay un desconocimiento entre los chavales a la hora decidir qué quieren estudiar. Y por ende, un desconocimiento sobre las empresas de la Ribera, de sus necesidades y de lo que hacemos”. Pero hay más. Considera que “también depende de las modas el que los chavales decidan estudiar bachiller y una carrera en vez de optar por una FP, que es muy necesaria, insisto. Además, los profesionales cualificados de todos los oficios, por lo menos en nuestra empresa, están muy, my bien considerados”.
En cuanto a la comunicación entre tejido empresarial y administración educativa al objeto de tender puentes que resuelvan el problema, Fernández afirma que “en mi caso, sí se produce. Llevo 12 años hablando con ellos. Escuchan, pero desconozco si luego hay algún problema a la hora de llevar a la práctica las demandas. La ETI de Tudela, por ejemplo, creo que tiene capacidad para más alumnos; es una oportunidad que debería aprovechar”, responde.
CAMPUS DE TUDELA
Y habla, seguidamente, de la formación universitaria en la Ribera. “Nosotros nos nutrimos de los ingenieros que salen del campus de la UPNA en Tudela. Los que están diseñando los trenes, en la oficina técnica, varios han salido de este centro”.
Echa de menos al anterior vicerrector, José Ramón Alfaro: “Había cercanía, hablamos de líneas de investigación, de gente que yo podía necesitar; estaba pendiente de nuestras necesidades. Y eso me ha servido mucho. Esa relación la he perdido. Ahora no existe. No conozco a la actual vicerrectora (Eloísa Ramírez)”.
FÁBRICA INTELIGENTE
Trenasa se encuentra en plena revolución industrial. La industria 4.0 ha permitido introducir “técnicas avanzadas de producción y operaciones con tecnologías inteligentes“.
Personas, activos y productos se integran en las nuevas habilidades: “Al principio, sin estrategia, desarrollamos varios proyectos y prototipos de prueba inconexos, de realidad virtual, de realidad aumentada. Y ahora, alineados con la compañía, ayudamos a la fabricación. Hablamos permanentemente con el sistema”.
“De un mes para otro instalamos una nueva línea y empezamos a fabricar: es nuestro valor añadido para CAF”
Esta revolución industrial es necesaria para “ser competitivos y reducir costes. Asimismo, se reducen problemas de calidad, vamos a reaccionar más rápido ante un problema, todo va a estar mucho más controlado”.
INTERCAMBIO MODAL
Trenasa se encuentra situada a escasos metros de la estación de tren de Castejón, un importante nudo ferroviario. El Corredor Mediterráneo del TAV, en obras en algunos puntos a su paso por Navarra, todavía está sin concretar en aspectos que podrían beneficiar a esta planta.
Su director entiende que “en Castejón se podría situar una zona logística de intercambio modal, entre el transporte por carretera y el ferroviario, creo que el Gobierno de Navarra ya está estudiando algo así”.
Considera que “es fundamental tener conexión con la red ferroviaria que nos une a Europa, no solo por poder enviar nuestros convoyes con el ancho estándar europeo, evitando costosos transportes por carretera y trasbordos hasta Hendaya, sino también por poder recibir toda la mercancía por ferrocarril”.
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