“Ahora pilotas tú”. Roberto Ocáriz, fotógrafo y meteorólogo, nunca había tenido el mando de una aeronave. Aún así, decidió estrenarse como piloto en pleno vuelo, en cuestión de segundos, y por la seguridad con la que el piloto Pedro Santurde le extendió la invitación. Asegura que nunca olvidará ese momento, ni la libertad que sintió al surcar el cielo: “Nadie ni nada te impide ir hacia donde quieras”. Es decir, puedes ir a aquellos lugares que están fuera del alcance humano como ciertas zonas de Itoiz, o comparar el azul del cielo con el del pantano de Yesa. En definitiva, dar un paseo por el cielo puede ser otra manera de descubrir las rutas más bonitas de Navarra.
El fotógrafo y Arnaitz Fernández, físico y divulgador científico, habían impartido dos charlas durante la ‘Cumbre del clima’ del Centro Internacional de Vuelo Pyrineum, el pasado 26 de septiembre, encuentro que tuvo como eje la afección del clima navarro en las condiciones de vuelo. Pyrineum, cabe recordar, es el primer aeródromo del País Vasco y Navarra fuera del entorno de un aeropuerto, y organiza este tipo de sesiones formativas para los alumnos de su ‘Escuela de Pilotos’, con base en Lumbier. Los meteorólogos ahora pueden atestiguar que volar sobre Navarra es hermoso. Y eso, que con una media de 30 jornadas tormentosas al año, la Comunidad foral, junto a Teruel y el Pirineo Aragonés y Catalán, es la región “más tormentosa” de España. Además, los episodios de niebla y tempestad ocasionan “la mayor parte del global de las afecciones” en la aeronáutica, ya sea “provocando cancelaciones o retrasos en los vuelos”. Pero excepto estas movidas jornadas, volar el resto de los 335 días supone una experiencia inolvidable.
DISFRUTAR CON LOS OJOS
Ocáriz, en su ponencia, se centró en aquellos factores que se deben tener en cuenta para poder fotografiar fenómenos meteorológicos adversos. Su charla, ‘Voltios y píxeles’, ya vaticinaba el germen de su exposición. El también cazador de tormentas menciona que las dificultades de tomar fotos en aeronave son varias, pero enfatiza una en particular: “Disfrutar con mis propios ojos, y no tanto a través de la cámara, lo que estoy viendo. Me apetecía degustarlo como una experiencia personal”.
Desde entonces, el fotógrafo está más que seguro de que repetirá la experiencia y recomienda ser ‘Piloto por un día’, uno de los servicios que ofrece Pyrineum. Su charla culminó con una pequeña introducción a los asistentes en los diferentes tipos de meteoros que pueden observarse en el cielo. Descubrirlos e identificarlos fácilmente les permitirá “orientarse mejor en pleno vuelo”.
LA TEORÍA EN CARNE PROPIA
El día en el que se montó en la aeronave de Pyrineum, Arnaitz Fernández experimentó en primera persona la importancia de la atmósfera en la aeronáutica. Todo controlado, era una jornada de sol y nubes rosadas. El experto, previamente, había analizado en su ponencia ‘Física, Meteorología y Aeronáutica’ las diferentes situaciones en las que los pilotos se enfrentan a la atmósfera, o se dejan ayudar por ella. Así, mencionó, por ejemplo, los procesos de formación de turbulencias, tormentas o el engelamiento, por citar algunos casos. Y aclaró cómo el cierzo en la Ribera y Zona Media, o los vientos en la Montaña, afectan “en gran medida a las maniobras de modelos deportivos”.
Ya en su vuelo, un momento que recuerda con claridad fue cuando, al anunciar el fin del paseo, el piloto Santurde giró con estilo: “Pedro quería que viera que la inclinación de la aeronave tampoco provocaba ningún problema. Fue bastante espectacular. No me lo esperaba, fue de repente y muy intenso”.
Como Ocáriz, Fernández también tuvo su turno a los mandos. Un exitoso vídeo (con más de 2.000 visitas) publicado en su cuenta de Twitter evidencia la paz con la que pilotaba: “Pedro me decía que lo estaba haciendo muy bien. Me transmitió mucha confianza y, como lleva tantos años pilotando, me animó a ejecutar un descenso. Y luego, en pleno vuelo, manejé yo solo la aeronave. Era sencillo y, al tener al lado a Pedro, me trasladó la confianza que necesitaba”. Un paseo por las nubes que ambos expertos nunca olvidarán.