miércoles, 11 diciembre 2024

EMPLEADOS DE FUNDACIÓN VARAZDIN

EMPLEADOS DE FUNDACIÓN VARAZDIN

En Fundación Varazdin creen en la inserción laboral. Se dedican a ello desde el año 2000 y, en todo ese proceso, han permitido a muchos hombres y mujeres, condenados a la exclusión, volver al mercado laboral. Un reto que su gerente, Carlos Zapata, reconoce que es cada vez más difícil, por culpa de la crisis económica.

En la actualidad, Fundación Varazdin cuenta con 40 empleados, de los cuales 20 personas están en itinerarios de inserción, por estar en riesgo de exclusión sociolaboral. Dentro de este colectivo, destacan las personas mayores de 50 años que llevan más de un año en paro o aquellas que vienen derivadas desde los Servicios Sociales. En este último grupo, se pueden encontrar los siguientes casos: personas que han sufrido violencia de género, personas que han pasado por problemas de consumo de drogas, antiguos presos, minorías étnicas, personas provenientes de familias desestructuradas, etc.

El objetivo fundamental de Fundación Varazdin es ofrecer a todos ellos la oportunidad de insertarse sociolaboralmente. El trabajo, afirma Zapata, “es un factor que dignifica la vida y es lo que hace que la sociedad sea más igualitaria”. Conscientes de ello, de la estabilidad económica y personal que ofrece un empleo y de que “el trabajo llama al trabajo”, esta entidad les ofrece un contrato de inserción para 3 años, no prorrogable.

En este tiempo, “se intenta que la persona se reenganche al mercado laboral”, sin descuidar otros aspectos como la familia, la vivienda o la economía. En Varazdin, afirma Zapata, se adaptan a las necesidades de estos colectivos, de tal forma que se facilitan los horarios y se ofrece orientación, a través del departamento social de la entidad, en caso de que, por ejemplo, el empleado quiera retornar los estudios o necesite encontrar un piso.

CRISIS

La situación es cada vez más dramática, porque la crisis económica se ha notado y mucho. Cada vez hay más personas en riesgo de exclusión social y, hoy en día, ya es posible encontrarse con “personas que en circunstancias normales nunca hubiesen entrado en estos círculos”. Puede ser “nuestro vecino o un familiar, al que la crisis le ha empujado a la exclusión”, aunque abundan los casos de desempleados que trabajaron en el sector de la construcción y se encuentran con dificultades en el acceso al mercado laboral por su falta de formación y su edad, mayores de 50 años.

La complicada situación laboral que se vive a nivel nacional dificulta mucho la labor de inserción de fundaciones como la de Varazdin. Una situación que Zapata lamenta, porque “estamos echando a perder a lo mejor de esta sociedad”, gente que ha llegado a la plenitud de su madurez y responsabilidad.

FUTURO

Desde Fundación Varazdin ven necesario establecer mecanismos que permiten dar continuidad a su labor y se logre, verdaderamente, la inserción sociolaboral de estas personas. Para ello, Zapata explica que buscarán establecer convenios con empresas para las que trabajan, de tal forma que si tienen alguna necesidad de personal, contraten a algún empleado de la Fundación.

Esta opción requeriría, no obstante, reconoce su gerente, la ayuda por parte de la administración, con medidas que incentiven este tipo de contrataciones. De esta forma, se lograría un compromiso y un fin que beneficiaría a todas las partes implicadas.

Al margen de este tipo de actuaciones, desde Varazdin han apostado por ofrecer un valor añadido a sus servicios. La crisis les ha obligado a realizar trabajos de todo tipo, desde mudanzas, hasta limpiezas, pasando por montaje de escenarios. Zapata anuncia, sin embargo, que la Fundación ha realizado una inversión de 100.000 euros para impulsar, con la compra de un túnel de lavado de embalajes reutilizables, esta actividad que entra dentro del concepto de economía verde.

De esta forma, esperan llegar a más empresas y tener más carga de trabajo con la que poder llegar a “conservar o contratar más gente”. Se trata de una visión contraria a la que impera en el mundo de los negocio, reconoce Zapata. Una apuesta que sólo lograrán “siendo competitivos en precio y plazos”.

Un concepto de economía verde que también mantiene esta entidad en el proyecto Lorenea. Se trata del Centro de Interpretación de la Jardinería y Horticultura ecológica que puso en marcha el Ayuntamiento de Noáin (Valle de Elorz). Fundación Varazdin se encarga no sólo de la gestión de la huerta urbana que está abierta al público y la cafetería ecológica, sino que organiza visitas guiadas al parque, organiza cursos relacionados con el medio ambiente y vende verdura de la huerta.

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