Aunque todavía quedan algunas parcelas de Moscatel de Grano Menudo por recoger, la realidad es que la vendimia 2015 en la Denominación de Origen Navarra se puede dar ya por concluida, de acuerdo con los responsables de esta organización que aglutina al sector vitivinícola local.
En concreto, desde la DO se calcula que se han recogido un total de 84 millones de kilos de uva de los que 9 millones corresponden a las variedades “blancas“ como: la Chardonnay, Viura, Garnacha Blanca, Malvasía, Sauvignon Blanc y Moscatel de Grano Menudo. Por su parte, 75 millones de kilos son de uvas tintas de las variedades: Tempranillo, Garnacha, Merlot, Cabernet Sauvignon, Mazuelo, Graciano, Syrah y Pinot Noir. En total, los 84 millones recolectados suponen supone un aumento del diez por ciento respecto a la cosecha del año anterior.
Por zonas, en la Ribera Baja se han recogido 27 millones de kilos, en la Ribera Alta, 32 millones de kilos, en Valdizarbe, 6 millones de kilos, en la Baja Montaña, 12 millones de kilos y en Tierra Estella, 7 millones de kilos de uva. La vendimia se iniciaba con cierto adelanto, hace dos meses y ha transcurrido de manera escalonada, tal y como es tradicional en la DO Navarra.
En agosto daba el pistoletazo de salida la Ribera Baja. Por las características especiales de la Comunidad foral, provocadas por las diferencias climatológicas y orográficas de las distintas zonas que componen las 11.000 hectáreas del mapa vitivinícola navarro, la campaña se ha prolongado hasta estos días. “Se trata de una vendimia excepcional por las condiciones que se han dado que han facilitado en gran medida la labor maestra de los viticultores y técnicos de las bodegas navarras” apuntaron desde la DO. El verano en términos generales ha sido seco y caluroso. Así, el mes de septiembre ha sido muy propicio para la viña porque ha sido frío, con diferencia de temperatura entre los días y las noches, soleado y con escasas precipitaciones.
Estas características han resultado para que el final de la maduración de la uva fuera muy bueno. Desde la DO Navarra afirman que “la cosecha podría calificarse como histórica ya que además, no se han producido enfermedades en la viña“, ha habido ausencia de botrytis u oidio y ha presentado un estado sanitario perfecto.
Todas las variedades de uva, tanto las blancas como las tintas han mostrado una buena productividad. Por lo tanto, tras una campaña extraordinaria, se espera que la Denominación de Origen Navarra se encuentre ante una añada excelente de blancos, rosados y tintos que componen el abanico de vinos elaborados en nuestra región.