lunes, 28 abril 2025

Y la oscuridad llegó a las empresas e industrias de Navarra

Tras el apagón de este lunes en toda la Península, la mayoría de las empresas e industrias de Navarra que no tenían generadores se vieron obligadas a detener su actividad o a reducirla a labores auxiliares de limpieza, ensamblaje de maquinaria, etc. Los responsables de una veintena de ellas compartieron su preocupación con Navarra Capital a raíz de este inquietante suceso, cuyas causas aún no se han confirmado oficialmente.


Pamplona - 28 abril, 2025 - 15:44

Los mercados de Pamplona también cerraron tras el apagón. (Fotos: Eduardo Sanz / Irene Guerrero / Víctor Ruiz)

En tiempos oscuros, hay que evitar el alarmismo. Pero hasta los más escépticos empiezan a encontrar motivos para dudar. La pandemia; las guerras en Ucrania y Palestina; Donald Trump y su política arancelaria; el rearme de la Unión Europea; y, este lunes, un apagón masivo en Portugal y España, que también afectó a otros países de Europa en mayor o menor medida.

En torno a las doce del mediodía, la Penísula entera entró en modo off… literalmente. Los comercios y supermercados cerraron en pocos minutos, los trabajadores de las oficinas se agolpaban en las calles pensando en un primer momento que sus edificios se habían quedado sin luz, los trenes detuvieron la marcha de manera inmediata, las industrias (salvo las que tienen generadores) cesaron su actividad de manera repentina, las gasolineras bajaron la persiana, los semáforos se apagaron… Pero, al menos, la ciudadanía mantuvo una cierta calma y los hospitales y aeropuertos pudieron prestar sus servicios básicos gracias a generadores.

Parte de la Comarca de Pamplona empezó a recuperar la electricidad pasadas las 14:40. Y, a eso de las 17:00 horas, algunos barrios como Ripagaina también reportaban la llegada de la luz, aunque otros continuaban sin servicio. Pero lo que aún no llega es información oficial clara sobre lo ocurrido por parte del Gobierno central o Red Eléctrica.

Según El País, el CNI baraja la hipótesis de un ciberataque como posible causa, aunque el Ejecutivo español no ha confirmado este dato por ahora. De ahí que este medio quiera ser muy prudente al respecto. «Sin descartar nada, tampoco vamos a dar tanto pábulo a noticias que generan inquietud y preocupación sin que tal vez estén basadas en algo concreto. Así que prudencia, paciencia y, como digo, mucho cuidado», declaró en torno a las 17:00 horas la vicepresidenta ejecutiva para una Transición Limpia, Justa y Competitiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera.

«Todavía no tenemos información concluyente sobre los motivos de este corte (…). Es mejor no especular, pero no descartamos ninguna hipótesis», prosiguió en la misma línea el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a las 18:00.  Acto seguido, Sánchez confirmó que tanto el tráfico aéreo como portuario funcionaba «sin incidencias», aunque el primero «se ha reducido un 20 %»; que el ferroviario «está detenido»; y que los cajeros de «muchos bancos» se han visto afectados». «Somos conscientes de las pérdidas económicas en negocios, en empresas, en industrias… y de la angustia generada en muchos hogares. Ahora la prioridad es trabajar para recuperar cuanto antes la normalidad», concluyó.

EL PARÓN DE LA INDUSTRIA

Y, en medio de toda esa incertidumbre, las industrias navarras que no contaban con generadores también tuvieron que detener su actividad. «A la una del mediodía, nos hemos ido a casa. No podíamos operar y hemos visto que el asunto era algo serio. Después, a las 16:20, se ha recuperado la luz y hemos conectado en remoto. Nuestra idea es bajar a lo largo de la tarde para poner en marcha todos los servicios, servidores y demás con el fin de recuperar la normalidad desde las 7:00», subrayó Óscar Huarte, director general de Lizarte.

«Hemos mandado a los trabajadores a casa, sobre todo en Madrid, Barcelona, nuestras delegaciones de Portugal y otras ciudades grandes donde estamos. Porque los traslados a casa van a durar mucho al estar los trenes y metros bastante colapsados», explicaba aún incrédulo Rafael Baranda, CEO de Balat, a Navarra Capital.

«Durante el corte, la producción se ha detenido por completo, pero hemos aprovechado para realizar tareas auxiliares con la incertidumbre de no saber por cuánto tiempo. Afortunadamente, nos hemos puesto después en marcha sin ningún tipo de incidencias, a pesar de que reiniciar la actividad tras un apagón tiene su riesgo», afirmó Raquel Balda, directora de Producción en KWD.

Pedro Luis Antón (Conservas Pedro Luis): «Estábamos produciendo alcachofa y espárrago y, aunque intentaremos salvar todo lo que se pueda, el género que estábamos escaldando se tiene que tirar»

Las palabras de otros responsables como Javier Antúnez, gerente de Perfinasa, fueron más contundentes: «Nuestra situación es muy simple. Parón total, así que aprovechando para ordenar y limpiar, que siempre viene bien». Parecida era la coyuntura en Anka, según señaló su gerente, Eki González: «Estamos aprovechando para revisar inventario, ordenar y montar un par de máquinas nuevas que nos habían llegado. Como trabajamos hasta las tres, de esta forma hemos resuelto el día».

En las industrias agroalimentarias que trabajan con cámaras frigoríficas, las pérdidas de género están siendo inevitables. «Hemos parado unas cinco horas. Y si una cámara de frío pasa todo ese tiempo sin funcionar, pierde bastante temperatura. Hoy estábamos produciendo alcachofa y espárrago y, aunque intentaremos salvar todo lo que se pueda, el género que estábamos escaldando se tiene que tirar. Terminaremos de esterilizar todo el producto que teníamos envasado y mañana será otro día. Esperemos que no vuelva a suceder», asentía Pedro Luis Antón, gerente de Conservas Pedro Luis.

Y no solo eso. Durante esas horas, el equipo no pudo organizar pedidos ni albaranes y las líneas de producción permanecieron detenidas. «Es un caos. Ni siquiera funcionaban las cerraduras de la fábrica, que van con huella digital. A las 16:40, nos ha vuelto la luz y hemos empezado a recuperar los sistemas poco a poco. Pero es complicado calcular el impacto económico en estos momentos. Ni siquiera sabemos si podremos sacar adelante los pedidos de hoy (lunes) que debemos entregar mañana (martes)».

Momentos difíciles vivieron también en Cárnicas Iruña, donde la planta central y las fábricas de pienso dejaron de operar. «En las granjas hemos dado de comer por la mañana. Pero este martes no podremos dar de comer a las cerdas si no vuelve la luz, ni hacer piensos ni despiezar las canales», resaltó Isidoro Pérez, director de Desarrollo de Negocio en la compañía.

Desde Servihielo, capearon los problemas con relativa normalidad. A pesar de que detuvo la producción, la conservación de producto no se vio alterada «porque los congeladores, aunque no generen frío, pueden aguantar varios días por la propia temperatura del producto».

«Operamos sobre todo con la hostelería. Y hemos visto dos extremos: algunos clientes han trabajado más y hemos tenido avalancha de pedidos porque mucha gente que no podía trabajar prefirió irse a los bares. Otros, en cambio, no han recibido el pedido que hicieron porque sus congeladores no funcionaban», apostilló su gerente, María Suescun.

DE BRAZOS CRUZADOS EN SERVICIOS

En el sector servicios, el impacto fue inmediato. «La gente de oficinas se ha tenido que ir a casa. La web sigue funcionando porque está en Cloud y con sistemas de Alemania e Irlanda. Pero claro, ha habido un bajón de accesos», ilustraba Pablo Macaya, socio de Rock The Sport, para evidenciar el impacto económico de lo sucedido.

«Los portátiles se han quedado sin batería, así que no podemos trabajar. Solo tenemos margen para avanzar en taller, montajes y ensamblajes de máquinas. Tampoco podemos conectarnos por internet a nuestros clientes, aunque todas sus líneas de producción se han detenido. Y hemos cancelado algún viaje que teníamos previsto por España hasta tener una mayor certeza de lo que pasará en las próximas horas», valoró el CEO de la tudelana VisionQuality, Alfredo Ferrer.

Comercios y farmacias con la persiana echada poco después del mediodía en Mendebaldea.

Comercios y farmacias con la persiana echada poco después del mediodía en Mendebaldea.

En Muxunav, la dependencia de la electricidad también es total. De ahí que la afectación a su actividad fuera total. «Los sistemas que utilizamos están conectados a datáfonos. Sin electricidad no funcionan, de modo que estamos un poco resignados. Esperemos que se solucione pronto», comentó Gorka Azpíroz, su director gerente.

Pero, en medio del caos, también hubo quienes optaron por continuar como buenamente pudieron. Por ejemplo, Ignacio Unceta, de Floristería Torrens, recordó que el frío en su negocio «no es necesario», de modo que el equipo tenía capacidad «para aguantar unas horas». «Eso sí, esto nos está trastocando las ventas, ya que ahora mismo el sistema está parado. Y nuestro repartidor tampoco puede entregar pedidos porque los timbres no funcionan», lamentaba.

Francisco Esparza (Grupo Unsain): «Esto ha sido un caos, que nos ha hecho percatarnos de nuestras vulnerabilidades. Cuando se ha producido el apagón, no podíamos ni cerrar las puertas»

Algunos bares como el Aintzane de Mendebaldea no quisieron cerrar, aunque trabajaban bajo mínimos. «Pensamos que era cosa nuestra al principio y luego se fue corriendo la voz de que era nacional. Tenemos los clientes de todos los días, pero estamos dando solo bebidas, no comidas. De momento tiraremos así…», indicó Jon Maiza.

Asimismo, establecimientos como ISPA en Iturrama o La Borona en Yamaguchi mantuvieron sus puertas abiertas a los clientes. «Al principio ha sido una situación muy angustiosa y estábamos muy alterados. Hacia las 14:30 horas hemos retomado la actividad con normalidad en ambos locales. Sí es cierto que en Yamaguchi, al estar más alejado, se ha notado más, no ha acudido apenas gente y, a pesar del buen tiempo y de tener una amplia terraza, lo hemos notado mucho económicamente», reconoció el gerente, Felipe Lozares.

Sin embargo, ISPA fue de gran ayuda para muchas personas mayores del barrio que no pudieron subir a sus casas debido al colapso de los ascensores: «En cuanto hemos abierto, se ha llenado. Hemos atendido a seis mesas en una hora, que para nuestro restaurante es bastante». En esta línea, ambos locales habían recibido el género por la mañana. «Ha sido muy estresante, pero hemos podido retomar la actividad normal, recolocar en las cámaras y beneficiarnos de no tener demasiados alimentos congelados. Hemos tenido suerte al ser los primeros en recuperar la luz. Si no, podría haber sido mucho peor», remarcaba Lozares.

Por el contrario, el director general de Grupo Unsain, Francisco Esparza, se mostraba preocupado. «Esto ha sido un caos, que nos ha hecho percatarnos de nuestras vulnerabilidades. Cuando se ha producido el apagón, el taller se ha quedado paralizado porque no podíamos hacer nada. Así que, como otros, hemos hecho tareas de limpieza y mantenimiento. En ese momento, no podíamos ni cerrar las puertas. Afortunadamente, luego ha vuelto la luz en nuestro concesionario de Pamplona y estamos operativos, no así en Tudela ni Estella. Esperamos recuperar la normalidad poco a poco», explicó.

CAJEROS APAGADOS

Eduardo Elizalde, director de Zona en Laboral Kutxa, compartió con este medio la situación de su entidad financiera, cuyos cajeros del paseo Sarasate se encontraban apagados a media tarde. «Hemos decidido cerrar las oficinas, paralizar la actividad y cuadrar el dinero porque no teníamos línea y no podíamos trabajar. No obstante, hemos pedido a nuestro personal que se quedara para explicar la situación a quienes se acercaban a nuestras sucursales. Poco a poco, con la llegada de la luz, hemos cerrado sin mayor novedad. Así que, aunque nos hemos visto afectados, hemos buscado atender en la medida de nuestras posibilidades a nuestros clientes. Confiamos en que mañana podamos ofrecer nuestro servicio sin mayor problema», atestiguó.

EL SECTOR DE LA CIBERSEGURIDAD

José Castellanos, director general de Tigloo, firma especializada precisamente en ciberseguridad, transformación digital y outsourcing, desglosó el procedimiento seguido por su firma con los clientes tras el incidente. «Tenemos un SAI (sistema de alimentación interrumpida), que nos ha permitido hacer un primer apoyo a clientes, aunque la clave estaba más en la infraestructura de estos. Y, ahí, obviamente había situaciones distintas. Algunos tenían grupos, pero la mayoría estaban con un SAI que les ha ayudado a hacer cierres ordenados», relató.

José Castellanos (Tigloo): «Tenemos un sistema de alimentación interrumpida, que nos ha permitido hacer un primer apoyo a clientes, aunque la clave estaba más en la infraestructura de estos. Había situaciones distintas»

En una primera etapa, el equipo analizó si los sistemas de soporte funcionaban de forma adecuada. «Esto es clave primero para no interrumpir procesos críticos y, segundo, para que el cierre ordenado de los sistemas se haga de tal forma que no se dañen datos ni aplicaciones y posteriormente se permita un arranque ordenado de las infraestructuras. Como conclusión de esta primera, fase podemos decir que, salvo excepciones, los sistemas en nuestros clientes han funcionado de forma muy satisfactoria».

En un segundo momento, cuando los sistemas «estaban parados», la plantilla tuvo que trabajar de forma anticipada en las necesidades del arranque que aparecerían justo cuando volviera el suministro de electricidad: «Ciertamente, aun contando con diferentes certificaciones y protocolos internos, una caída generalizada como la que ha sucedido ha requerido un esfuerzo extra del comité de crisis para poder definir acciones y priorizar».

La tercera fase, en la que la compañía se encontraba inmersa pasadas las 15:30, se basaba en «acompañar de forma proactiva a los clientes en la recuperación de sus sistemas», partiendo de los críticos. «En este momento, es clave abordar dicha recuperación de forma ordenada y con la premisa de la seguridad como elemento fundamental. Llegados a este punto, decir que está siendo mucho más sencillo acompañar a aquellos clientes para los que gestionamos y operamos sus infraestructuras desde el propio equipo de Tigloo. Está resultando clave el mantener la calma y una aproximación proactiva. Ciertamente, estoy contento de cómo estamos reaccionando», remató Castellanos.

Crónica en elaboración, que se irá actualizando en tiempo real


To Top

Has decidido rechazar las cookies

Al aceptar las cookies no solo acepta publicidad personalizada, sino que también está apoyando un servicio de información de calidad, basado principalmente en contenidos periodísticos de elaboración propia. Por tanto, favorece que Navarra Capital pueda seguir ofreciéndole, sin necesidad de pagos ni suscripciones, toda la actualidad del tejido empresarial de la Comunidad foral.

Si lo desea, puede aceptarlas pulsando el botón inferior. Además, siempre podrá volver a rechazarlas en el apartado 'Configuración' en la página de política de cookies.