Fueron su tío y su padre quienes comenzaron la actividad de Construcciones Hermanos Garbayo Chivite de Cintruénigo en el año 1976. De entonces a hoy, han pasado 38 años en los que la firma cirbonera ha cambiado y mucho. Yolanda Garbayo, de 49 años, está casada y es madre de dos hijas. Cogió las riendas de la empresa hace 7 años, pero lleva trabajando en esta empresa familiar desde hace 25. La Asociación de Empresarios de la Ribera le otorga este año la distinción honorífica al Relevo Generacional, galardón que entrega por primera vez esta organización.
Actualmente, la empresa se dedica a la construcción y a la promoción inmobiliaria, tanto en el ámbito público como privado, y cuenta con una plantilla de catorce trabajadores.
TRASPASO PAULATINO
Hace 12 años, uno de los fundadores se jubiló. “Poco a poco, la empresa se ha ido adaptando a los tiempos. El traspaso se ha ido realizando de una manera paulatina al mismo tiempo que la empresa se ha ido modernizando con los tiempos. Las distintas funciones se han ido distribuyendo en diferentes departamentos con sus respectivas responsabilidades. Parte de ellas, como gerente, han ido recayendo en mí”, señala Yolanda Garbayo, gerente de Construcciones Hermanos Garbayo Chivite. De este modo, poco a poco, se ha ido rejuveneciendo la plantilla, implantando nuevos equipos y adaptándose a la nueva legislación. “Toda empresa debe saber adaptarse a los tiempos. Antes era el ordeno y mando. Ahora esto no es así”, señala Garbayo.
UN GRAN RETO
La crisis ha golpeado especialmente con fuerza al sector de la construcción, y sobrevivir a ella ha sido posible con mucho trabajo y sacrificio de todas las personas que forman la empresa, entre los que se encuentran sus hermanos. “Ha habido momentos difíciles, pero también otros muy gratificantes, la mayoría. Recuerdo, por ejemplo, un proyecto que supuso un gran reto para nosotros. Se nos propuso la construcción del Instituto de Enseñanza Secundaria. Eran 7.000 metros cuadrados a realizar en 6 meses. Y lo conseguimos. Fue un gran reto para nosotros con un resultad muy gratificante”, apunta Garbayo y, añade, “todo esto no lo consigue una persona sola”.
“Quiero que todas las personas que forman parte de la empresa se sientan premiadas. Desde los fundadores, trabajadores y clientes. Porque yo sólo soy la cabeza visible pero hay mucha gente a mi lado que hace que la empresa funcione con el trabajo, esfuerzo y sacrificio diario”, destaca.
CAMBIO DE MENTALIDAD
En cuanto a la situación actual del sector de la construcción, subraya que hasta el momento de la crisis se tenía la mentalidad de “voy a hacer que ya vendrán a comprar”. “Ahora, hay que cambiar esta idea. Ahora, hay que hacer lo que el mercado pide y demanda”, explica. Así mismo, señala que aún siendo la construcción un sector originariamente masculino,”cada vez más nos encontramos mujeres ocupando todo tipo de puestos”.
Por otro lado, Garbayo asegura que estar al frente de una empresa y compatibilizarlo con su faceta de madre no ha sido fácil, pero ha contado con “el apoyo incondicional de su marido e hijas además del de familiares, compañeros y colaboradores de trabajo que me han facilitado la labor en determinados momentos en que lo he necesitado”.