La depresión, en sus diversas formas, constituye un terrible mal que va camino de convertirse en uno de los problemas de salud más importantes a nivel global, tanto por el sufrimiento que causa en las personas que la sufren y en sus allegados como por la discapacidad y los costes asociados, directos e indirectos, que ocasiona. Al hablar de la depresión, es habitual incidir en el proceso de diagnóstico, ya que reconocer los síntomas y buscar ayuda son pasos fundamentales para acceder a los distintos tratamientos eficaces existentes.
Sin embargo, no suele hacerse tanto hincapié en los factores de riesgo evitables, es decir, en qué podemos hacer para disminuir la probabilidad de padecer una depresión.
Hay al menos diez recomendaciones que podemos tener en cuenta, avaladas por un número relevante de estudios científicos:
1. Haga ejercicio. El ejercicio físico moderado y habitual contribuye a reducir el riesgo de padecer una depresión y a mejorarla si ya se padece. Ya se habla del eje “músculo-cerebro” como un aspecto relevante para la salud mental.
2. Cuide su alimentación. Una dieta equilibrada, incluyendo de forma adecuada todos los alimentos fundamentales, es una garantía de salud física y mental. En este caso, el eje “intestino-cerebro” es ya un clásico.
3. Combata la soledad. El ser humano es un ser social. Los demás son importantes en nuestras vidas. Por supuesto, hay grandes diferencias personales en el grado de sociabilidad. Pero cuente siempre con que nuestro bienestar pasa por los demás. Cuide los sentidos, como la vista o el oído, que posibilitan la comunicación.
4. Atienda su salud general. La salud es una, aunque nos empeñemos en parcelarla. Si cuidamos nuestro cuerpo, cuidaremos también nuestra mente. Particularmente, los problemas de tipo cardiovascular parecen influir notablemente sobre el estado de ánimo.
5. Evite los comportamientos adictivos. Tanto las adicciones a sustancias – por ejemplo, el alcohol – como las adicciones comportamentales – por ejemplo, el juego – alteran nuestro sistema de recompensa interno y aumentan el riesgo de depresión.
6. Duerma lo suficiente. Dedique el número suficiente de horas al sueño, en el ambiente adecuado. Debe despertarse descansado. No sacrifique horas de sueño a la actividad.
7. Mantenga la actividad. Realice actividades significativas que aporten valor a su vida. El trabajo puede ser un buen ejemplo, pero no es el único.
8. Guarde un equilibrio en sus dedicaciones. Tenga en cuenta todo lo que es valioso para dedicarle el tiempo oportuno, tanto en duración como en calidad.
9. Reflexione. Dedique periódicamente un tiempo a reflexionar sobre su vida, si se está desarrollando de la forma en que usted quería y si está satisfecho con ella. No demore la toma de decisiones.
10. Trascienda. No olvide la dimensión transcendental y espiritual de la vida humana. Puede ser a través de los demás, la familia, la belleza, la naturaleza, la divinidad… Que su vida no sea un círculo cerrado.