Esta entrevista fue organizada en un par de minutos. Prácticamente asaltamos al nuevo presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) aprovechando su reciente visita a Pamplona para protagonizar uno de los desayunos empresariales que organiza NavarraCapital.es, plagada de citas y encuentros, y se prestó rápidamente a atendernos. Gerardo Cuerva nació en Granada el 22 de marzo de 1971, y se le nota que es andaluz, no tanto por el acento como por su carácter abierto y cordial. Pero cuando le pedimos que se defina traza un poco condescendiente autorretrato: “Intento ser una persona normal que trata de aplicar en todo lo que hace el sentido común, que creo que es lo más importante, pero catalogarme yo… tendrían que hacerlo mis amigos y mis enemigos, intento no tenerlos pero seguro que hay. Prefiero que sea un tercero quien diga qué virtudes o defectos tengo, que seguro que son muchos más los defectos que las virtudes, si es que tengo alguna”.
Añade que está “felizmente casado con una mujer impresionantemente adorable” con la que tiene tres hijos, dos varones y una chica. Su biografía dice que estudió Ingeniería industrial, “pero si alguien me pregunta por mi profesión realmente no me salen esas palabras, ingeniero industrial, aunque me siento muy orgulloso de serlo, sino que me sale la palabra empresario, me gusta serlo y me identifico con el mundo de la empresa, soy un enamorado de la actividad empresarial”.
Quizás por eso, cuando le preguntamos por el Grupo Cuerva se le ilumina la cara y responde que “tengo el privilegio de participar, como accionista y como consejero delegado solidario, con mi hermano, en un grupo de empresas familiares con más de 70 años de antigüedad y relacionadas con el sector energético. Somos la tercera generación familiar al frente del Grupo, y la cuarta está formándose en diversos estudios para poder potenciar la empresa”. Las actividades que abarca son variadas: producción, distribución y comercialización de energía eléctrica o sistemas industriales de control y mantenimiento.
“Hay valores como el esfuerzo, la constancia… que desgraciadamente puede ser que estén pasando a un segundo plano”.
Si nos quedásemos con eso podríamos pensar que se trata de un convencional grupo empresarial en un sector digamos que tradicional. Pero nos estaríamos engañando porque Gerardo Cuerva revela que “ahora hemos creado otra división relacionada con el mundo de la tecnología, una compañía que se llama Turning Tables”. Se trata de una startup cuya sede está en San Francisco (California) y que nace con el objetivo de “crear unas nuevas reglas en el mundo de la energía potenciando la eficiencia y sostenibilidad, y con la que intentamos explorar que es lo que ocurrirá, entre otras cosas, con nuestro sector, el energético”. Como resulta un planteamiento un tanto etéreo, lo expone de una forma más didáctica: “Si la disrupción ha llegado a todos los sectores o a muchos de ellos, ha llegado al vuestro, al de la prensa, al de la movilidad con Uber o Cabify o al de los hoteles con la fórmula b&b, pues en ese que es cierto que es bastante tradicional en el que estamos nosotros seguro que las nuevas tecnologías van a transformarlo. Bueno, ya lo están haciendo”. Y los Cuerva no quieren que esos cambios les sorprendan, por el contrario quieren “ser actores” de las innovaciones.
SU GRANADA, NUESTRO OSASUNA
Al presidente de Cepyme le encanta el deporte, “soy un fervoroso aficionado del equipo de mi ciudad, el Granada Club de Fútbol, afortunadamente hemos ascendido a Primera División junto a vosotros, junto a Osasuna, y por lo tanto será una visita obligada la de venir a Pamplona para ver a mi Granada”. Nos felicitamos mutuamente y entre risas alardeamos de nuestros respectivos clubes, sin prescindir en ningún momento del fair play, por supuesto.
No sólo es espectador, también practica diversos deportes, juega al fútbol y al tenis, esquía, hace golf… “pero tengo una rodilla un poco delicada, herencia de mi época de futbolista”. Además le gusta estar con sus amigos de siempre “alrededor de una chimenea, como decimos allá, en el sur, preparar una buena comida con ellos y estar un buen rato de charla con ellos es mi mayor entretenimiento. Se ríen cuando se lo digo, pero es la verdad”.
“Será una visita obligada la de venir a Pamplona para ver a mi Granada jugar contra vuestro Osasuna”.
Busca en ellos valores como la honradez, la honestidad o la lealtad, que “para mí son fundamentales en cualquier persona, y profesionalmente, bueno, y en la vida, hay otros igual de importantes: el esfuerzo, la constancia… que desgraciadamente puede ser que estén pasando a un segundo plano en una sociedad que nunca debería perder esos cánones como valores de referencia”. También lamenta la negativa imagen que la ciudadanía tiene de los empresarios, después de unos años en los que dice que su figura se dignificó y fue reconocida su labor de “benefactores de la sociedad. Igual suena muy fuerte pero benefactor es el que busca el bien de una colectividad, y lo creo de verdad, a través de su actividad eso es lo que busca el empresario, una sociedad más justa y mejor. Pero es cierto que de un tiempo para acá volvemos a estar demonizados, nos pintan como unos señores que engañan y tratan mal a todo el mundo mientras nos fumamos un puro. Pues no es justo, me rebelo contra esa visión, nada más alejado de la realidad”.
Apuntamos que quizás se estén viendo perjudicados por los implicados en casos de corrupción, o los que se aprovechan de la situación para hacer contratos basura. Gerardo Cuerva hace un gesto con la mano, como para espantar ese comentario como si fuera una mosca. “Esos dicen ser empresarios pero son unos delincuentes… y gente así hay en cualquier sector”, y de paso defiende a uno de los suyos, recientemente envuelto en una polémica con tintes políticos: “Yo agradezco que una persona como Amancio Ortega, un hombre hecho a sí mismo, haya sido capaz de darle tanto a la sociedad”. Tras unos segundos de reflexión agrega que “el empresario no está solo, trabaja con un equipo. Es bueno que exista un líder, alguien que tenga la iniciativa, pero si no se rodea de un buen equipo es realmente difícil que llegue lejos”.
“Agradezco que una persona como Amancio Ortega, un hombre hecho a sí mismo, haya sido capaz de darle tanto a la sociedad”.
Esa convicción en el trabajo en equipo le lleva a ser un firme defensor del asociacionismo, en el que participa muy activamente desde hace doce años. Desde enero de 2019 preside CEPYME, y también es presidente de la Confederación de Empresarios y de la Cámara de Comercio de Granada. “Es que creo que unidos se comparten los problemas y se abordan mucho mejor las soluciones, porque es tan importante una cosa como la otra y es lo que intento promover en esas organizaciones. Yo lanzo un mensaje a quienes no creen en el asociacionismo o hacen movimientos extraños en torno a las agrupaciones empresariales: las patadas se tienen que dar dentro del kiosco. No vale eso de si no estoy de acuerdo con la organización salgo fuera y la bombardeo, no, hay que trabajar dentro para que cambien aquéllas cosas que no nos gustan. Estar organizados, hoy más que nunca, es muy importante para la defensa de los intereses de los empresarios”.