jueves, 28 marzo 2024

Para contribuir al desarrollo de un nuevo modelo de autogestión y evaluación clínica, responsables del Colegio de Médicos de Navarra han elaborado un informe en el que destaca que el paciente debe ser el centro del sistema de forma explícita“Los pacientes deben recibir una atención integral y coordinada que evite ingresos innecesarios y facilite los recursos fundamentales para mejorar su recuperación con una información clínica integrada en un único expediente, facilitando que los profesionales (médico de familia y distintos especialistas) puedan comunicarse entre ellos, aun estando ubicados en diferentes espacios, en tiempos no coincidentes o niveles de atención diferentes”, señalan los autores en el citado análisis.

Además, desde el Colegio consideran al profesional médico como un elemento clave en la autogestión clínica. Por eso, defienden que le corresponde liderar, en el ámbito del trabajo en equipo, la innovación en los enfoques de gestión. Así, en su opinión, resulta imprescindible “la conversión del modelo de gestión actual, caracterizado por estructuras aisladas, hacía otras fórmulas de sistemas organizativos en red, con una provisión de servicios sanitarios profesionalizados por funciones transversales y línea de procesos”.  laboratorio

Se plantea, por lo tanto, una organización de carácter autogestionado para lo que habría que afrontar estos puntos que indican los rectores del Colegio en su informe:

  • potenciar la implicación del médico en el diseño y construcción de la organización sanitaria;
  • planificar los modelos de autogestión, conjugando la integración de disciplinas médicas junto con la lógica poblacional según la estratificación del riesgo;
  • adecuar los recursos presupuestarios, valorando la conveniencia de disponer de presupuestos específicos para procesos transversales y compartidos entre distintas organizaciones, así como los necesarios para mantener eficaz la estructura clínica de soporte;
  • posibilitar que los clínicos (médicos y enfermeros) sean los responsables de los procesos transversales; y potenciar la innovación e investigación científica y de gestión, como eje vertebrador de la mejora continua en la atención del paciente.

MÉRITOS Y TRANSPARENCIA

Las direcciones de las Unidades de Gestión Clínica, UGC, continúa el análisis realizado por el Colegio de Médicos, “deberán ser asignadas por baremo de méritos, donde la formación, experiencia y la responsabilidad deben jugar un papel prioritario para buscar el mejor líder para impulsar la implementación del modelo”. Los redactores consideran, igualmente, que el equipo de dirección de la UGC debe ser evaluado cada cuatro años “mediante un sistema transparente, basado en el cumplimiento de resultados de salud, eficiencia en la gestión y satisfacción de pacientes y profesionales”, añadieron.

El Colegio de Médicos de Navarra considera el sistema sanitario como sector estratégico económico y social y, desde esta posición, subraya que “no debe verse únicamente como generador de gasto, sino también como un sector de actividad que ejerce efectos beneficiosos en el conjunto de la economía. Así, las inversiones destinadas a la mejora de la salud, además de una obligación moral o social, son también políticas eficientes desde un punto de vista social y económico”, afirman sus responsables.

Como herramienta de transparencia y buen gobierno, los autores del informe apuestan por un Contrato de Gestión entre Gerencia y Unidad de Gestión Clínica plurianual, “de manera que se facilitase la continuidad de los proyectos, sin perjuicio de ejercer evaluaciones anuales, con el fin de analizar y corregir, en su caso, posibles desviaciones, tanto de los resultados clínicos como financieros”. En este sentido, el Colegio subraya que “los sistemas de evaluación de la Unidad de Gestión Clínica en términos de resultados de salud, así como la evaluación en el rendimiento del médico, han de contener indicadores claros y estándares previamente fijados”. 

Si se produjese un ahorro en el ciclo presupuestario, éste debe ir desligado del modelo de incentivación y destinado exclusivamente a la reposición tecnológica, la mejora de las condiciones y seguridad en el trabajo y a la capacitación interna y externa del médico. El estudio del Colegio de Médicos añade, finalmente, que los programas de incentivación “nunca podrán ser arbitrarios. Tienen que ser objetivos, públicos y justificados. Será necesario, por tanto, un programa de incentivación conocido por los profesionales que sea capaz de recompensar el cumplimiento de los resultados globales y personales con criterios verificables”.

A continuación, para todos los interesados ofrecemos un resumen ejecutivo del informe que, sobre el modelo de gestión sanitario, ha sido remitido desde el Colegio de Médicos de Navarra a la consejería foral de Salud. 


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