La Asociación navarra en favor de las personas con discapacidad intelectual o trastornos del desarrollo y sus familiares (ANFAS) informó este lunes de que ha retomado su programa de vacaciones para personas con discapacidad. Así, tras dos años en los que hubo que adaptarse a las circunstancias del Covid-19, un total de 33 personas con discapacidad intelectual y de desarrollo, doce voluntarias y dos profesionales de ANFAS iniciaron este nuevo período estival en Comarruga (Tarragona).
«El tiempo de ocio contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y, especialmente, su bienestar emocional», destacaron desde ANFAS.
Esta actividad, que se viene desarrollando desde 1973, permitirá a más de 220 personas con discapacidad intelectual disfrutar de unos días de descanso tras el curso escolar. La iniciativa de Anfas, sin embargo, precisa de personas voluntarias para poder llevarse a cabo. En estos momentos cuentan con 82 voluntarios apuntados cuando la realidad es que precisan de 110. Por ello, desde esta organización invitaron a los interesados a inscribirse en su Escuela de Voluntariado por la que han han pasado más de 80 participantes.
A este respecto, desde la citada asociación recordaron que, a pesar de ser un derecho universal, las personas con discapacidad intelectual se encuentran con muchos obstáculos para disfrutar de su tiempo de ocio. La información no accesible o el sobrecoste económico de las actividades son, en ese caso, algunos de los principales obstáculos. No obstante, ese tipo de desconexión «contribuye a mejorar su calidad de vida, especialmente su bienestar emocional, las relaciones interpersonales, la autodeterminación y su inclusión», recordaron desde esta organización.
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