Ahora que el calendario nos arrastra inclemente hacia la rutina, a la vida eternamente dirigida por el reloj, por las prisas y por las agendas, es el momento de hacer una parada. De tomarse un respiro. De mirar con perspectiva lo que nos rodea y en qué nos hemos convertido. Y llegar a ser, de veras, los protagonistas de nuestras decisiones y de nuestros recuerdos.
Miles son las formas y los métodos para crear memorias, cientos y cientos las alternativas. Unas requieren una gran inversión y mucho tiempo, para otras, basta con hacer un pequeño hueco. Una escapada fugaz, casi furtiva, de unas pocas horas. Sin grandes planificaciones ni complicados planes. Ésas son las que mejor sabor dejan. Por la inmediatez, la desconexión, la ruptura de la monotonía diaria.
Para complacer esos caprichos casi minimalistas, existe, a apenas a cinco kilómetros de Pamplona, un lugar especial, un enclave tranquilo y discreto, Pamplona El Toro Hotel&Spa. En medio de la naturaleza pero con todas las prestaciones de la ciudad, es el lugar idóneo para escapar de las prisas y generar recuerdos inolvidables con su Experiencia Gourmet. Una propuesta perfecta, que combina un menú especial de almuerzo o cena en el restaurante liderado por David Yárnoz y una hora de acceso al spa del hotel.
Es una magnífica oportunidad para darle un capricho al paladar y al cuerpo. Una conjunción perfecta de spa y gastronomía. Un dúo idílico. Más aun teniendo en cuenta que detrás de los sorprendentes y sabrosos platos de Pamplona El Toro Hotel&Spa está el cocinero David Yárnoz, quien ostenta una estrella Michelín. De sus manos y de su magia surgen sabores y combinaciones que trasladan al comensal a otros mundos y otras épocas, a vivir experiencias únicas a través del sentido del gusto, en las que juega con las texturas y sabores, aprovechando al máximo las cualidades y virtudes de los productos de la tierra, con propuestas innovadoras y sabrosas. “En sus recetas, juga con la tradición de la gastronomía navarra, pero reinventándola en platos novedosos y sorprendentes”, confiesa Jesús Berisa, propietario de Pamplona El Toro Hotel&Spa. Es, en definitiva, una forma cercana y tranquila de disfrutar con las creaciones de quien se formó con los mejores cocineros nacionales y en los mejores restaurantes, como Akelarre, Celler de Can Roca o Martín Berasategui.
DEL RESTAURANTE AL SPA O VICEVERSA
Lo atractivo de esta Experiencia Gourmet es la posibilidad de pasar, además, una hora en los relajantes espacios que el hotel ha habilitado como Spa, donde conseguir una desconexión total huyendo, como se suele decir, del mundanal ruido. “Nuestra zona wellness se puede dividir en tres espacios. Tenemos el área fitness, con un gimnasio completamente equipado. Además, contamos con una sala de bienestar, donde hay camas térmicas y dos saunas, una húmeda de cromoterapia y otra de sal, muy novedosa, con un ambiente salino de máxima pureza. Y, por último, el spa dispone de una piscina de hidromasaje con dos zonas de chorros y camas relajantes”, detalla Berisa.
Son sesenta minutos en los que nada hay que pueda molestar, en los que la mente fluye tranquila y el cuerpo recupera las energías perdidas durante las, a veces, extenuantes jornadas de trabajo. Una hora en la que el reloj se detiene.
“En un mundo tan materialista como el actual, estamos necesitados de detalles que nazcan del corazón”, recalca Berisa, quien reconoce que los regalos materiales “acaban siendo olvidados”. “En cambio, que te regalen una experiencia se valora mucho más. Es más original y el factor sorpresa es mucho más potente”. Por ello, Pamplona El Toro Hotel&Spa ha creado un gran abanico de ‘experiencias’, que combinan alojamiento, desayuno, tratamiento de bienestar y propuestas gastronómicas, con el fin de cada una de las personas que participen en ellas adquieran “una vivencia global” de las instalaciones y de sus servicios, “para que disfruten de nuestro hotel en la mayor medida y en función de sus intereses”. Además, no son únicamente para el disfrute personal sino que se pueden regalar, mediante bonos físicos, a aquellas personas que se merecen un capricho como éste.
De todas las propuestas, la Experiencia Gourmet es, sin duda, la propuesta más exitosa, principalmente, entre parejas, “que quieren pasar una velada romántica”, apunta Berisa. Pero no únicamente. Cada vez son más los amigos o incluso la combinación de madres e hijas, que quieren pasar un momento de complicidad. Cualquier excusa es perfecta y cualquier compañía es buena para darse un capricho.