“Nuestro objetivo es adquirir conocimientos de primera mano sobre las últimas innovaciones y transferirlo a nuestros socios, contribuyendo así a mejorar su competitividad dentro del mercado”. Con estas palabras resume Olga Zurbano, responsable de Investigación y Nuevos Negocios, la labor del Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA). Y, con ese objetivo, acudió recientemente a una de las principales citas internacionales del sector agroalimentario, el Future Food Tech de San Francisco. “No se trata de un encuentro al uso, sino de un foro de discusión de tendencias y networking donde startups, inversores y grandes empresas ponen en común ideas sobre el futuro de la alimentación y la tecnología”, añade Zurbano.
Ideas que versaron sobre aspectos de gran actualidad, desde la trazabilidad del producto hasta la reducción del contenido de azúcar en los alimentos, pasando por el desarrollo de carnes con proteína vegetal. Y sobre las que multinacionales como Nestlé, Danone, PepsiCo o Ferrero debatieron de ‘tú a tú’ con startups que apuestan por nuevos desarrollos, como es el caso de Better Juice o Impossible Foods. Todas juntas, gracias al trabajo colaborativo, buscan dar respuesta a las nuevas necesidades y exigencias del mercado.
“En estos momentos, los principales motores de innovación en el sector están relacionados con la salud, la digitalización y la sostenibilidad”, confiesa la responsable de Investigación y Nuevos Negocios de CNTA. Haciendo un repaso a los contenidos tratados en el Future Food Tech, Zurbano reconoce que los últimos avances en digitalización y blockchain nos permitirán por ejemplo “saber con detalle y en tiempo real el origen de los alimentos que ingerimos” y que, para mejorar la sostenibilidad medioambiental, “en lugar de carne comeremos alternativas procedentes de proteína vegetal sin ni siquiera notar la diferencia de sabor o textura”.
CINCO AÑOS DE INVESTIGACIÓN
Precisamente encontrar proteínas alternativas es uno de los objetivos que tiene el sector agroalimentario y que da respuesta a las preocupaciones medioambientales de la sociedad actual. “La principal razón que todos los ponentes del congreso mencionaron para explicar por qué comenzaron la andadura en el camino de la proteína vegetal es la insostenibilidad del uso actual de los recursos naturales, así como la predicción de crecimiento de la población, que alcanzará los 10.000 millones de personas en 2050. No es posible que podamos alimentar a tantas personas si mantenemos el uso de los recursos naturales y las costumbres actuales”, confiesa Olga Zurbano.
De ahí que también CNTA haya querido aportar su granito de arena en la búsqueda de alternativas. El centro tecnológico, con sede en San Adrián, lleva ya más de un lustro desarrollando investigaciones encaminadas a buscar otro tipo de proteínas que poco a poco van dando sus frutos. “Tenemos en marcha varios proyectos relacionados con la producción de harinas procedentes de insectos y la elaboración de proteínas vegetales, pasando por el desarrollo de procesos para el cultivo eficiente de proteínas de origen marino, a través de proyectos como PROTEVEG o BIOSEA, donde buscamos proteínas procedentes de las algas”. También empresas y centros tecnológicos de otros países están haciendo lo propio, en una carrera por conseguir proteínas alternativas. Tal y como explica Zurbano, algunas de estas innovaciones ya han llegado al consumidor “de la mano de startups” como Impossible Foods o Beyond Meat “y comienzan a estar presentes tanto en importantes cadenas de restauración como en grandes superficies comerciales de Estados Unidos”.
OPEN INNOVATION
En cualquier caso, como ha quedado patente en el Future Food Tech, la clave para el desarrollo de grandes innovaciones está en la colaboración entre multinacionales y startups, que no tienen miedo a arriesgar por una idea. En ello se basa principalmente la ‘open innovation’ o ‘innovación abierta’, una forma distinta de entender la innovación, el intercambio de conocimiento y el aprendizaje. “Se trata de crear entornos de trabajo colaborativos y abiertos que ayuden a mejorar la competitividad y el valor del sector y sus empresas. Estos ecosistemas colaborativos proporcionan conocimiento y oportunidades que de manera individual se tardaría mucho más en conseguir”, explica Olga Zurbano.
CNTA sabe bien las ventajas de esa innovación abierta, ya que lidera el Food Start Tech, “una plataforma que tiene como objetivo unir las necesidades de la industria alimentaria con nuestras capacidades tecnológicas y las nuevas propuestas y oportunidades que ofrecen las startups”, añade. Todo ello, incide, servirá para desarrollar innovaciones de valor que resuelvan los retos tecnológicos de la industria.
Ese papel predominante en la innovación agroalimentaria, como centro tecnológico, ha hecho que CNTA apoye un año más la celebración del Congreso Alimenta Meeting Point, que tendrá lugar el próximo 9 de mayo en Pamplona en la que será su tercera edición. La cita, que aspira a convertirse en referente nacional en el ámbito agroalimentario, ahondará en esta ocasión en la necesaria transformación digital del sector.
Para acceder a más información relacionada con CNTA, LEER AQUÍ.