CNTA (Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria) celebró el pasado viernes, en formato virtual, su Asamblea de Socios, en la que este año se procedió a renovar el Consejo Rector. Durante el acto, Rafael Pérez, presidente de CNTA, y Héctor Barbarin, director general de CNTA, expusieron los principales datos del pasado ejercicio y presentaron el presupuesto para el actual. Posteriormente, tras una breve sesión con las startups vinculadas a CNTA, Nucaps y Nulab, se celebró la tradicional Mesa de Debate, que este año tuvo como lema ‘Liderar con ambición en tiempos de crisis’.
En ella participaron tres socios de CNTA: Enric Batlle, director general de Nomen Foods; Félix Moracho, CEO de Huercasa; y Jordi Morral, CEO de Europastry, quienes mostraron su visión sobre cómo liderar con ambición en este escenario de incertidumbre en el que nos encontramos.
El primero en intervenir fue Enric Batlle, de Nomen Foods, cooperativa con más de 150 años de historia y propietaria de las marcas Nomen, Bayo y Segadors del Delta. Inició su exposición destacando “el alto nivel de compromiso demostrado por el sector
durante esta crisis, que ha agilizado procesos y que, además, ha sido muy solidario”.
En la Mesa de Debate participaron Enric Batlle, de Nomen Foods; Félix Moracho, de Huercasa; y Jordi Morral, de Europastry
En el caso de su compañía, comercializadora de arroz, el crecimiento de negocio ha sido notable, gracias en gran medida al alza que han tenido en las exportaciones.
A futuro, Batlle resaltó que Nomen “apostará por la sostenibilidad, tanto social como ambiental, como ejes de crecimiento. Nuestros proyectos están alineados con la idea de ayudar a que se produzcan cambios sociales. El EBITDA, de alguna manera, ha pasado a segundo plano. Nosotros buscamos el crecimiento, pero no a cualquier precio”.
En cuanto a claves para las empresas, comentó que en su compañía están trabajando el ready to eat, apostando por la producción orgánica o por el desarrollo de nuevos productos sostenibles o con menos materias primas.
SOSTENIBILIDAD COMO EJE
El segundo turno correspondió a Félix Moracho, de Huercasa, empresa con 40 años de historia y especializada en vegetales de quinta gama, fundamentalmente maíz. Su exposición comenzó con la reflexión de que “las crisis muestran lo que eres capaz de hacer como empresa, con tus clientes, con tus proveedores y con tus trabajadores. En ese momento hay que responder. Para nosotros, que hemos salido fortalecidos de ella, ha sido clave estar cerca de la gente en los momentos más críticos”.
En cuanto a los aprendizajes obtenidos de esta situación inesperada, remarcó que “la sostenibilidad ha pasado de ser un tema reputacional a un factor absolutamente estratégico. Ese aspecto lo refrenda la estrategia europea ‘De la granja a la mesa’, que marcará el futuro de la industria agroalimentaria en nuestro continente para los próximos años. En España estamos a la cabeza en calidad y seguridad alimentaria. Ahora nos queda serlo en sostenibilidad”.
Como claves para lograr crecimiento en el futuro, Moracho consideró fundamental “trabajar tecnologías que permitan avanzar en sostenibilidad y digitalización, la cual redundará mucho en la mejora de procesos. Eso sí, debemos ser muy prudentes porque aún hay mucha incertidumbre”.
HACER LAS COSAS BIEN Y CON CALIDAD
Terminó las intervenciones individuales Jordi Morral, CEO de Europastry, empresa líder en Europa en masas congeladas de panadería y propietaria de las marcas Frida, Fripán, Friart, Yaya María y Dots: “Tenemos 23 fábricas repartidas por todo el mundo y casi 4.700 trabajadores. Pese a ello, somos una empresa muy cercana, lo que nos ha permitido tomar decisiones rápidas durante esta crisis. En cuanto al sector en general, considero que generalmente crecemos menos en épocas de bonanza, pero cuando vienen mal dadas logramos mantenernos mejor que otros”.
Además, Morral identifica tres aprendizajes claros: “la importancia de la liquidez y de las inversiones controladas; la apuesta por la
digitalización para ganar en eficacia; y la necesidad de anticipación, sobre todo en lo referente a la innovación”. Por último, cerró su intervención considerando la seguridad alimentaria y el binomio packaging-sostenibilidad como aspectos claves en la industria para los próximos años.
INNOVACIÓN Y OPTIMISMO PRUDENTE
Durante el tiempo de debate, los tres ponentes trataron de acercar al resto de socios su visión sobre tendencias o prácticas que esta crisis nos está dejando. Todos coincidieron en que el consumo en el hogar seguirá creciendo y que, en consecuencia, el delivery y el e-commerce han venido para quedarse. Reconocieron la necesidad de crear planes propios para adaptarse a estos canales porque, de lo contrario, otros ocuparán este espacio.
Rafael Pérez: “Para los socios, CNTA es un seguro tecnológico, siempre está listo para aportar soluciones de vanguardia a las empresas”.
Al mismo tiempo, vislumbraron cierta incertidumbre en el Canal Horeca. En cuanto a retos que tiene el sector para afrontar esta nueva etapa, un ingrediente común: la innovación. Pero innovación en un concepto amplio, que afecte a la digitalización, a la automatización, a la sostenibilidad, a los cultivos, a los procesos internos, a la gestión empresarial, a la adaptación a los ritmos de vida del consumidor… Y unido a todo ello, tres necesidades para cualquier empresa que quiera ser competitiva: sostenibilidad, preocupación por la salud (nuevos ingredientes, materias primas…) y seguridad alimentaria.
LA ASAMBLEA
La Mesa de Debate estuvo precedida de la Asamblea anual de Socios. Durante sus intervenciones, tanto Rafael Pérez, presidente de CNTA, como Héctor Barbarin, director General, remarcaron cómo la organización sigue consolidándose como un centro de referencia gracias a su apuesta por el conocimiento, la tecnología y el talento. “Para los socios, CNTA es un seguro tecnológico, siempre está listo para aportar soluciones de vanguardia a las empresas”, aseguró Pérez.
Barbarin añadió que, pese a estar en un momento de incertidumbre, “el sector es estable, y nuestro centro también. Somos una organización instrumental, una herramienta para el sector, y aspiramos a seguir avanzando para mejorar la competitividad de la industria alimentaria”.
En su repaso por los hechos más relevantes del año pasado, Barbarin destacó el aumento de socios (terminó el año con 302 asociados) y la creación y lanzamiento de Nulab, una startup cuyo fin principal es el desarrollo de tecnología y dispositivos para la medición in situ de parámetros de Calidad y Seguridad Alimentaria.
En el aspecto económico, CNTA obtuvo el pasado año unos ingresos superiores a 9,2 millones de euros, mientras que en términos de actividad destaca la realización de 115 proyectos de I+D, 75 retos para empresas resueltos, 73.762 informes de
servicios tecnológicos realizados, 71 acciones formativas llevadas a cabo para 1.365 alumnos y 125 ensayos acreditados por el centro. Todas estas actividades se llevaron a cabo para un total de 905 empresas.
En 2019, CNTA incorporó a 28 nuevos profesionales para conformar una plantilla de 146 personas.
Con el fin de avanzar en la implantación de la estrategia del centro, CNTA invirtió en 2019 algo más de 1,2 millones de euros, cantidad destinada al desarrollo de sus líneas estratégicas tecnológicas (calidad y seguridad alimentaria 4.0, sensorial objetivo, tecnología analítica, microbiología industrial y nuevas estrategias y tecnologías de conservación) y organizativas (vanguardia y explotación de resultados).
De manera concreta, en 2019 reforzó su equipamiento en tecnologías de caracterización sensorial y en microbiología, al tiempo que ha seguido desarrollando su plataforma de vigilancia e inteligencia interactiva, cuyos usuarios rondan los 1.000, y ha implantado una nueva metodología de monitorización de proyectos en el área de explotación de resultados. La incorporación de talento sigue siendo uno de los ingredientes principales para el desarrollo del centro, que el año pasado incorporó a 28 nuevos profesionales para conformar una plantilla de 146 personas. “Estamos incorporando perfiles nuevos para nosotros, como matemáticos, ingenieros, informáticos o analistas de tendencias”, concluyó Barbarin.
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