viernes, 29 marzo 2024

Comienza una vendimia con un 24% más de uva que en 2017

Se inicia la cosecha en la Denominación de Origen Navarra con la previsión de recoger alrededor de 75 millones de kilos de uva blanca y tinta


Pamplona - 30 agosto, 2018 - 13:30

La vendimia vuelve a sus fechas habituales tras el adelanto del año pasado.

David Palacios

David Palacios.

Con la recogida de uva blanca chardonnay y moscatel de grano menudo en localidades de la Ribera Baja la Denominación de Origen Navarra ha dado por iniciada una nueva vendimia caracterizada por un aumento de la producción y el retorno a las fechas habituales, tras el adelanto de la campaña del año pasado que marcó un récord histórico al adelantarse casi 15 días.

Así, vuelve la cosecha a la región en el momento habitual en el que viene registrándose en las últimas décadas, con un ligero retraso de cinco días. Por lo tanto, la D.O. Navarra vive una vendimia tradicional en la que se prevé recoger alrededor de 75 millones de kilos de uva blanca (Chardonnay, Viura, Garnacha Blanca, Malvasía, Sauvignon Blanc y Moscatel de Grano Menudo) y tinta (Tempranillo, Garnacha, Merlot, Cabernet Sauvignon, Graciano, Mazuelo, Pinot Noir y Syrah), según los datos obtenidos por la Sección de Viticultura y Enología del Servicio de Explotaciones Agrarias y Fomento Agroalimentario del Gobierno de Navarra. Es una cifra que representa un aumento de cerca del 24% de la producción con respecto a 2017 y que supone una vuelta a las cantidades acordes a la superficie de viñedo adscrita a la D.O, cerca de 10.500 hectáreas.

David Palacios: “La profesionalidad de nuestros viticultores ha sido fundamental ante las adversidades meteorológicas que se produjeron en primavera y verano”

El estado sanitario que presentan las distintas variedades es óptimo y muestran un buen cuajado (número de granos de uva en los racimos), especialmente la Garnacha y Merlot, por lo que se prevé una buena cosecha en la que se recogerá un número de kilos de uva que es habitual.

Tras un otoño e inicio del invierno extremadamente seco, al comienzo de 2018 y la primavera cambiaba la tendencia con abundantes lluvias que produjeron un leve retraso al producirse la brotación del viñedo. “Ha sido un año en el que las labores realizadas en el campo han sido cruciales para defender la cosecha ante las adversidades meteorológicas que se produjeron en primavera y verano. Ha sido fundamental la profesionalidad de nuestros viticultores”, comenta David Palacios, presidente del Consejo Regulador de la D.O. Navarra.

De hecho, el comienzo del verano también fue lluvioso, con focos de tormentas puntuales y con temperaturas en alza que provocaron la recuperación en parte del ligero retardo del ciclo vegetativo de la viña. El mes de agosto ha acompañado el final de la maduración de la uva con la ausencia de precipitaciones y un tiempo seco y caluroso. Unas condiciones adecuadas para el desarrollo del fruto que se recogerá durante las próximas semanas de una vendimia que ya se ha iniciado en la zona de la Ribera Baja, en concreto en Corella y Cadreita, con la recogida de las variedades de uva blancas Chardonnay y Moscatel de Grano Menudo.

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