El conflicto es consustancial al ser humano y por tanto, se da en todas las esferas de la vida, incluido en el entorno empresarial. En las empresas familiares el conflicto adquiere otra dimensión porque en éstas se mezclan dos ámbitos: el familiar y el empresarial. Cualquier conflicto que se produzca en uno de ellos va a afectar al otro. Por tanto, aprender a identificar los puntos clave de los conflictos que se producen en la empresa familiar es esencial para poder prevenirlos, y si no es posible su prevención, para resolverlos de forma rápida y positiva.
Las empresas familiares tienen un gran peso dentro de la economía. En el conjunto nacional, el 89% del total son empresas familiares, representando un 60€ del PIB y un 67% del empleo según el estudio “La Empresa Familiar en España” elaborado por el Instituto de la Empresa Familiar y su red de cátedras (año 2015). En Navarra el 68% de las compañías son empresas familiares.
“Estas cifras revelan la importancia de este tipo de compañías. La mortalidad excesiva de las empresas familiares que se produce en nuestro país a lo largo de las generaciones supone un importante lastre para el desarrollo económico, agravado por la escasez de emprendedores y de iniciativa empresarial. Las cifras de esa mortalidad son demoledoras; alrededor del 30% logran pasar a la 2ª generación y aproximadamente el 15% sobrevive a la 3ª. De ahí el título de nuestra jornada “Plenitud y larga vida a la empresa familiar”, explica Marisa Sáinz, Directora de ADEFAN.
La Asociación de Empresas Familiares de Navarra ADEFAN apuesta por desmitificar el dicho popular de que “el abuelo funda la empresa, los hijos la debilitan y los nietos la liquidan”. En nuestra propia denominación así se indica “Asociación para el desarrollo y continuidad de la empresas familiares de Navarra”, señala Sáinz. Durante la jornada del día 3 de noviembre, se expondrán los mecanismos de resolución de conflictos, que son en muchos casos, el origen de la desaparición de las empresas familiares. Para ello, se contará con la participación de José Antonio Arrieta, Consejero Delegado de ARPA Consultores; Maite Ruiz Aquerreta, socia de Mediación Navarra y Amaya Sanz, socia de la Mediación Navarra.
Las empresas familiares son muy propicias a conflictos internos que pueden terminar con su viabilidad debido a que en ellas confluyen dos esferas de relaciones que no siempre saben mantener adecuadamente separadas, las familiares y las propiamente empresariales
El fin de la empresa es conseguir beneficios a través de una estructura y buena dirección. La familia está fundada en la afectividad, la confianza y la ayuda mutua. Son muchas las disfunciones y conflictos que pueden poner en peligro la empresa y la intersección de ambas esferas. “Los problemas se acentúan por la frecuencia en las familias del miedo a los conflictos que puedan poner en riesgo las relaciones familiares y por ello la tendencia a querer huir de él y a no enfrentar las decisiones necesarias en el momento adecuado, lo cual genera problemas de comunicación y un inevitable agravamiento de los problemas”, explica la directora de ADEFAN. “Como dice el profesor del IESE Josep Tàpies, “el conflicto es inherente a la naturaleza humana. Lo importante no es pensar que el conflicto no va a aparecer y tratar de evitarlo sino darle la vuelta y convertir en algo positivo la gestión del conflicto. Los problemas, cuando estallan, son además particularmente destructivos pues no solo pueden acabar con la empresa como motor económico de la familia sino también con las relaciones personales”, añade.
EL RIESGO EMPRESARIAL DE LOS CONFLICTOS FAMILIARES
La jornada tiene un enfoque eminentemente práctico que permita la participación de todos los asistentes. En ella, se analizarán interesantes cuestiones de los órganos de gobierno de las empresas familiares y roles de sus miembros como herramientas básicas para el buen funcionamiento de estas compañías. “El reto es la continuidad de la empresa, del vínculo y de la armonía familiar. Para poder gestionar estos conflictos es importante conocer los problemas y dificultades que suelen plantearse a estas empresas”, destaca la directora de ADEFAN.
El objetivo de esta sesión es exponer la existencia de mecanismos, “no sólo de resolución de conflictos sino, y lo más importante, preventiva de los mismos, como es el caso de la mediación, ya se trate de una empresa grande, pequeña o de una familia extensa o reducida, es una de las herramientas más adecuadas. Su utilización en la elaboración, desarrollo y cumplimiento de protocolos familiares es casi siempre facilitadora y a veces, imprescindible”, subraya Sáinz.
“Tenemos que ser capaces de considerar el conflicto como algo natural, tenemos que darle la bienvenida porque, de seguro, nos hará mejorar. Cuando hay un conflicto, es que algo iba mal”, José Antonio Arrieta, Consejero Delegado de ARPA Consultores.
Alguno de los conflictos que surgen de manera más frecuente en la empresa familiar vienen motivados precisamente por ese doble rol de familia y empresa y su dificultad para separarlos. Otros focos de conflicto son la existencia de modelos muy personalistas de gestión, falta de profesionalización de la empresa, los choques generacionales, las preferencias personales, el exceso de emociones, los procesos de sucesión, etc. “Los escenarios y situaciones más habituales para el desarrollo de conflictos en una empresa familiar son principalmente el cambio generacional, en el que mundos distintos deben entenderse y complementarse; la falta de armonía de los sistemas familiar y empresarial, el pensar en los derechos y olvidar las obligaciones; la falta de confianza; creerse “imprescindible”; la falta de mecanismos para regular situaciones problemáticas; la superposición de roles y funciones y la falta de profesionalización”, señala el Consejero Delegado de ARPA Consultores.
“La primera clave para resolver este tipo de conflictos es ser conscientes de que el conflicto existe y se va a manifestar. Lo segundo es cambiar la mirada negativa que tenemos hacia el conflicto, hacia una mirada positiva ya que son una oportunidad para realizar cambios y mejoras en nuestra empresa. En tercer lugar, implantar métodos dialogados y participativos que nos ayuden a alcanzar soluciones consensuadas y satisfactorias para todos”, explica Amaya Sanz, Socia de la Mediación Navarra.
“aNuestro objetivo es precisamente trasladar a los asistentes esa visión positiva del conflicto ya que esto es lo que nos va a permitir superar las dificultades que pongan en peligro el futuro de la empresa familiar. Y por otro lado proporcionar herramientas, como la mediación, como proceso estructurado, que facilite ese cambio de mirada”, finaliza Maite Ruiz.